Cada Día
Acto de Contrición
¡Dulcísimo Corazón de Jesús, que en este Divino Sacramento estás vivo e inflamado de amor por nosotros! Aquí nos tenéis en vuestra presencia, pidiéndonos perdón de nuestra culpa e implorando vuestra misericordia. Nos pesa ¡oh buen Jesús! de haberos ofendido, por ser Vos tan bueno que no merecéis tal ingratitud. Concedednos luz y gracia para meditar vuestras virtudes y formar según ellas nuestros pobre corazón. Amén.
Día 11
EN EL SAGRADO CORAZÓN
HALLAREMOS EL MAS FIEL AMIGO
I
Es la amistad una de las más apremiantes exigencias y a la vez y una de las más dulces satisfacciones del corazón humano. Nuestro corazón necesita comunicase a otro, así en sus alegrías como en sus tristezas; y en estas comunicación afectuosa se llama amistad.
El velará como fiel amigo junto a vuestro lecho de agonía, y será vuestro fiador en presencia del supremo juez. Busquemos, pues, esta amistad única, que no puede salirnos mentirosa. Si, Jesús mío, admitidme en el número de los amigos de vuestro corazón.
Medítese unos minutos.
II
Muchos amigos has tenido, alma mía, en este mundo o muchos por los menos se te han llamado tale. ¿Lo han sido de veraz? ¡Ah! ¡Que nunca lo han sido para ti como promete serlo el corazón de Jesús!
Quiero ser de estos pocos ¡Oh divino Jesús! para serme digno así de vuestra amistad. Quiero daros frecuente conversación, ya que vuestras delicias mayores son tenerlas con vuestras almas. ¡Oh mi Jesús! ¡Oh mi Dios! ¡Oh mi amigo!. Seamos dos amigos para siempre, y no se acabe nunca, ni con la vida tan dulce amistad.
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