Cada Día
Acto de Contrición
¡Dulcísimo Corazón de Jesús, que en este Divino Sacramento estás vivo e inflamado de amor por nosotros! Aquí nos tenéis en vuestra presencia, pidiéndonos perdón de nuestra culpa e implorando vuestra misericordia. Nos pesa ¡oh buen Jesús! de haberos ofendido, por ser Vos tan bueno que no merecéis tal ingratitud. Concedednos luz y gracia para meditar vuestras virtudes y formar según ellas nuestros pobre corazón. Amén.
Día 12
EN EL SAGRADO CORAZÓN
HALLAREMOS EL MAS SEGURO MAESTRO
I
Consideremos hoy bajo este punto de vista el Sagrado Corazón de Jesús. A peso de oro y a costa de largos viajes buscan los hombres para si aventurados maestros, y tienen por sumo honor y gran dicha hacerse discípulos suyos y aprender de sus labios humanas ciencias. A menos costas y con menos fatiga podemos nosotros encontrar en el Sagrado Corazón de Jesús el más seguro maestro.
¡Oh maestro de verdad! ¡Oh libro siempre abierto para quien desea penetrar sus secretos! ¡Oh cátedra santa, donde ni Moisés, ni los profetas, ni los filósofos, sino el mismo Dios, dicta lecciones de verdad a los discípulos de su Corazón!
Abrid, Señor, el mío, para que reciba dócil tan divinas enseñanzas, y las siga y las practique con toda fidelidad!.
II
¡Oh Maestro Divino! ¡Admitidme en la escuela de vuestro Corazón, de donde han salido tantos y tan provechosos discípulos! Ignorante soy como un niño, haceos cargo de mi ignorancia, compadeceos de mi cortedad. No quiero por maestro más que a Vos: enseñadme, Maestro mío, a hacer siempre vuestra santa voluntad.
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