lunes, junio 09, 2014

Mes de Junio Dedicado al Sagrado Corazón de Jesús

Cada Día
Acto de Contrición

¡Dulcísimo Corazón de Jesús, que en este Divino Sacramento estás vivo e inflamado de amor por nosotros! Aquí nos  tenéis en vuestra presencia, pidiéndonos perdón de nuestra culpa e implorando vuestra misericordia. Nos pesa ¡oh buen Jesús! de haberos ofendido, por ser Vos tan bueno que no merecéis tal ingratitud. Concedednos luz y gracia para meditar vuestras virtudes y formar según ellas nuestros pobre corazón. Amén.

Día 9

EL SAGRADO CORAZÓN
MODELO DE DESPRENDIMIENTO

I
La virtud que quiere enseñarte hoy, alma mía, el Sagrado Corazón de Jesús es la muy heroica del desprendimiento. Tan desprendido de todo lo humano estuvo el Sagrado Corazón, que nada ejercía sobre él pero, ni influencia alguna, como no fuese la voluntad de su Padre celestial.
Estuvo desprendido de todo interés material, hasta el punto de nacer privado de todo, en una cueva, y a morir desnudo de todo, en la Cruz. Y en el intermedio de su vida, nunca tuvo cosa que llamase suya. Las limosnas que le daba la piedad de los fieles, volvíalas El a los pobres, o las depositaba en poder de sus discípulos. 
En cuantos a los efectos de sangre ninguno de ellos embarazó para nada la libertad y desprendimiento del adorable Corazón de Jesús. Niño aún, deja a su Madre y San José y se separa por tres días de su dulce compañía. Y si estos se atreven a formular una queja: "¿No sabías, les dice, que a Mí me toca atender primero a las cosas de me Padre celestial?"
¡Oh sublime libertad de espíritu! ¡Oh total desprendimiento de lazos humanos! ¡Oh soberana independencia del corazón entregado únicamente a Dios!

Medítese unos minutos

II

No es así ¡Oh Jesús mío! mi pobre corazón a tan miserable cadenas, como de todas partes detienen su vuelo hacia Dios.
Me ata el amor a los bienes temporales, me ata el ansia por las comodidades de mi persona, me ata el afecto exagerado a los amigos. Mi corazón ha echo tan profundas raíces en esta tierra vil que la rodea, que no sabe vivir sino con ella y por ella.
Si con vos, tan sólo he de reinar enteramente, ¿cómo soy tan fácil en entregar mi corazón a esas tristes criaturas que tan presto he de abandonar!

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