martes, julio 31, 2012

San Ignacio de Loyola


El amor de Dios es la fuente del entusiasmo de Ignacio por la salvación de las almas, por las que emprendió tantas y tan grandes cosas y a las que consagró sus vigilias, oraciones, lágrimas y trabajos.
Se hizo todo a todos para ganarlos a todos y al prójimo le dio por su lado a fin de atraerlo al suyo. Recibía con extraordinaria bondad a los pecadores sinceramente arrepentidos; con frecuencia se imponía una parte de la penitencia que hubiese debido darles y los exhortaba a ofrecerse en perfecto holocausto a Dios, diciéndoles que es imposible imaginar los tesoros de gracia que Dios reserva a quienes se le entregan de todo corazón.


El santo proponía a los pecadores esta oración, que él solía repetir: 

"Tomad, Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Vos me lo disteis; a vos Señor, lo torno. Disponed a toda vuestra voluntad y dadme amor y gracia, que esto me basta, sin que os pida otra cosa".

Nos cuenta el Breviario Romano que compuso el Libro de los Ejercicios Espirituales cuya excelencia viene verificada por la aprobación de la Sede Apostólica y por el bien que ha hecho a todo genero de almas...al enviar Ignacio a San Fransico Javier para predicar el Evangelio en las Indias, y al repartir entre diversas partes del mundo a otros misioneros, declaró la guerra a la superstición pagana y a la herejía, la cual prosiguió con tanto éxito que por creencia general, confirmada por la Santa Sede, se considera evidente que Dios suscito a Ignacio y a la Compañía por el instituida para combatir a Lutero y a los demás herejes...la primera preocupación de Ignacio fue restaurar la piedad entre los católicos. La belleza de los Templos, la enseñanza del catecismo y la frecuencia de la predicación y de los Sacramentos recibieron de el un gran impulso...Era tan ifatigable en su ardor de ganar almas para Dios y en toda obra de piedad...tuvo sobre los demonios un poder extraordinario. San Felipe Neri y algunas otras personas pudieron contemplar su rostro radiante de luz sobrenatural.En fin a la edad de 75 años, fue a reunirse con el Señor...la fama de sus grandes méritos y milagros hizo que Gregorio XV le pusiese en el catalogo de los Santos, y Pío XI secundando las peticiones de Santos Obispos le declaro y le constituyo Celestial Patrono de todos los Ejercicios Espirituales. 

Es evidente que cualquier sacerdote católico que reza el Breviario puede rezar e instruirse, en lo que la Jerarquía de la Iglesia a puesto a mano de todo clérigo para enriquecerse con la verdad de lo que Dios obro en San Ignacio y en todos los santos que aparecen en el santoral. 
Argentina, Buenos Aires, Punta Indio






Estados Unidos,Monseñor Robert Fidelis McKenna O.P











  
Francia 











México 














Argentina, El Bolsón












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