tag:blogger.com,1999:blog-69935205190542265582024-02-19T07:42:24.212-08:00Misioneros del Santísimo RosarioMisionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.comBlogger1052125tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-19527230935853330842019-01-01T15:47:00.000-08:002019-01-01T15:47:17.047-08:00<b><span style="color: red; font-size: x-large;">CIRCUNCISIÓN DE NUESTRO SEÑOR Y OCTAVA DE NAVIDAD</span> </b><br />
<b>El Año Litúrgico - Dom Próspero Gueranguer</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOYFu9knQsodmOzUSzfVruPR6x5SwAYD9dlwfP9Y00Qlli7WMX-gIa-6_JyxgD22x9dAvuVbM4EkyZjkZl-Rn_hHjeqdLV0uatoRINEWS7msQ_Dv9OBkKO58eoqzlXTkO4mYKD4WQGE9Q/s1600/07560562-25ea-491f-83ac-d3d2ab19210a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="417" data-original-width="400" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOYFu9knQsodmOzUSzfVruPR6x5SwAYD9dlwfP9Y00Qlli7WMX-gIa-6_JyxgD22x9dAvuVbM4EkyZjkZl-Rn_hHjeqdLV0uatoRINEWS7msQ_Dv9OBkKO58eoqzlXTkO4mYKD4WQGE9Q/s640/07560562-25ea-491f-83ac-d3d2ab19210a.jpg" width="612" /></a></div>
<b><br /></b>
<b>LOS MISTERIOS DE ESTE DÍA. — Ha llegado el octavo día del Nacimiento del Salvador; los Magos se acercan a Belén; cinco días más y la estrella se detendrá sobre el lugar donde descansa el divino Niño. Hoy, el Hijo del hombre debe ser circuncidado, subrayando con este primer sacrificio de su carne inocente, el octavo día de su vida mortal. Hoy, le van a poner un nombre; y este nombre será el de Jesús, que quiere decir Salvador. En este gran día, se aglomeran los misterios; recojámoslos todos, y honrémoslos con toda la devoción y ternura de nuestros corazones</b><br />
<b><br /></b>
<b>Pero, este día no está únicamente dedicado a celebrar la Circuncisión de Jesús; el misterio de esta Circuncisión forma parte de otro mayor todavía, el de la Encarnación e Infancia del Salvador; misterio que absorbe continuamente a la Iglesia no sólo durante esta Octava, sino en los cuarenta días del Tiempo de Navidad. Por otra parte, es conveniente que honremos con una fiesta especial la imposición del nombre de Jesús, fiesta que pronto celebraremos. Este solemne día conmemora aún otro objeto digno de excitar la piedad de los fieles. Este objeto es María, Madre de Dios. La Iglesia celebra hoy de un modo especial ese augusto privilegio de la Maternidad divina, otorgado a una simple criatura, cooperadora en la gran obra de la salvación de los hombres.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Antiguamente, la Santa Iglesia romana celebraba dos misas el día 1 d e enero: una por la Octava de Navidad, otra en honor de María. Más tarde, las reunió en una sola, del mismo modo que unió en el Oficio de este día los testimonios de su admiración hacia el Hijo, con las expresiones de su admiración y tierna confianza para con la Madre. En su afán de rendir el tributo de sus homenajes a la que nos dió al Emmanuel, la Iglesia griega no espera al octavo día del Nacimiento del Verbo hecho carne. En su impaciencia, consagra a María el mismo día siguiente de Navidad, el 26 de diciembre, con el título de Sínaxis de la Madre de Dios, reuniendo esas dos fiestas en una sola, y celebrando a San Esteban el día 27 de diciembre.</b><br />
<b><br /></b>
<b>LA MATERNIDAD DIVINA. — Por lo que toca a nosotros, hijos primogénitos de la Santa Iglesia romana, volquemos hoy en la Virgen Madre todo el amor de nuestros corazones, y unámonos a la felicidad que ella experimenta por haber dado a luz a su Señor que es también nuestro. Durante el santo Tiempo de Adviento la hemos contemplado encinta del Salvador del mundo; hemos realzado la excelsa dignidad de esta Arca de la nueva Alianza que ofrecía su casto seno, a la Majestad del Rey de los siglos, como si fuera otro cielo. Ahora acaba de dar a luz a este Niño Dios; le adora, pero es también su Madre. Tiene derecho a llamarle Hijo suyo; y El, aun siendo verdadero Dios, le llamará de verdad Madre. No nos cause, pues, extrañeza, que la Iglesia cante con tanto entusiasmo a María y a sus glorias. Pensemos más bien, que todos los elogios que puede tributarle, todos los homenajes que en su culto puede ofrecerle, quedan siempre muy por debajo de lo que realmente es debido a la Madre del Dios encarnado. Ningún mortal llegará nunca a describir, ni aun a comprender, la gloria que encierra en sí ese sublime privilegio. Efectivamente, dimanando la dignidad de María de su cualidad de Madre de Dios, sería necesario para abarcarla en toda su extensión, que comprendiésemos previamente a la misma Divinidad. Es a Dios a quien María dió la naturaleza humana; es a Dios a quien tuvo por Hijo; es Dios quien tuvo a gala el estarla sujeto, en cuanto hombre; el valor de tan alta dignidad en una simple criatura, no puede, por tanto, ser apreciado sino es relacionándolo con la infinita perfección del soberano Señor que se digna ponerse a sus órdenes. Anonadémonos, pues, en presencia de la Majestad^ divina, y humillémonos ante la soberana dignidad de la que escogió por Madre.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Si nos ponemos ahora a pensar en los sentimientos que embargaban a María ante una situación semejante con respecto a su divino Hijo, quedaremos pasmados ante la sublimidad del misterio. Ella ama a ese Hijo a quien da el pecho, a quien tiene en sus brazos, a quien aprieta contra su corazón, le ama porque es el fruto de sus entrañas; le ama porque es su madre, y la madre ama a su hijo como a si misma y más que a sí misma; pero cuando considera la infinita majestad del que así se confía a su amor y a sus caricias, tiembla y se siente desfallecer, hasta que su corazón de Madre le tranquiliza con el recuerdo de los nueve meses que ese Niño pasó en su seno, y de la filial sonrisa que tuvo para ella en el momento de darlo a luz. Estos dos sublimes sentimientos de la religión y de la maternidad, tienen en su corazón un solo y divino objeto. ¿Puede imaginarse algo más excelso que esta dignidad de Madre de Dios? ¿No teníamos razón al decir, que para comprenderla tal como es en realidad, habríamos de comprender al mismo Dios, el único que pudo concebirla en su infinita sabiduría y hacerla realidad con su poder ilimitado?</b><br />
<b><br /></b>
<b>¡Una Madre de Dios! ese es el misterio cuya realización esperaba el mundo desde hace tantos siglos; la obra, que a los ojos de Dios, sobrepasaba infinitamente en importancia a la creación de millones de mundos. Una creación no es nada para su poder; habla, y todas las cosas son hechas. Mas, para hacer a una criatura Madre de Dios, tuvo no sólo que trastornar todas las leyes de la naturaleza, haciendo fecunda la virginidad, sino sujetarse El mismo con relaciones filiales a la feliz criatura que se escogió. Le concedió derechos sobre El y aceptó deberes para con ella; en una palabra, se hizo su Hijo, e hizo de ella su Madre.</b><br />
<b><br /></b>
<b>De aquí se sigue que, los beneficios de la Encarnación que debemos al amor del Verbo divino, podemos y debemos en justicia referirlos también a María en sentido verdadero, aunque secundario. Si es Madre de Dios, lo es por haber consentido en serlo. Dios se dignó no sólo aguardar ese consentimiento, sino también hacer depender de él la venida en carne de su Hijo. Así como el Verbo eterno pronunció sobre el caos la palabra FIAT, y la creación salió de la nada para obedecerle; del mismo modo, Dios estuvo esperando a que María pronunciase la palabra FIAT, hágase en mi según tu palabra, para que su propio Hijo bajase a su casto seno. Por consiguiente, después de Dios, a María debemos el Emmanuel. Esta necesidad ineludible, en el plan sublime de la redención, de que exista una Madre de Dios, debía desconcertar los artificios de los herejes, resueltos a privar de su gloria al Hijo de Dios. Para Nestorio, Jesús no era más que un simple mortal; su Madre no era por tanto, más que la madre de un hombre: quedaba destruido el misterio de la Encarnación. De ahí el odio de la sociedad cristiana a tan pérfido sistema. El Oriente y el Occidente proclamaron con unanimidad la unidad de persona del Verbo hecho carne, y a María como verdadera Madre de Dios, Deipara, Theotocos, por haber dado a luz a Jesucristo. Era, pues, justo que en memoria de esta señalada victoria alcanzada en el concilio de Efeso, y para manifestar la tierna devoción de los pueblos cristianos hacia la Madre de Dios, se elevaran solemnes monumentos que lo atestiguaran.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Así comenzó en las Iglesias griega y latina la piadosa costumbre de unir en la fiesta de Navidad, el recuerdo de la Madre con el culto del Hijo. Fueron diversos los días dedicados a esta conmemoración; pero la intención religiosa era la misma.</b><br />
<b><br /></b>
<b>En Roma, el santo Papa Sixto III hizo decorar el arco triunfal de la Iglesia de Santa María ad Praesepe, la admirable Basílica de Santa María la Mayor, con un inmenso mosaico en honor de la Madre de Dios. Ese precioso testimonio de la fe del siglo v ha llegado hasta nosotros; en medio del amplio conjunto en el que figuran en su misteriosa simplicidad, los sucesos narrados en la Sagrada Escritura y los símbolos más venerables, se puede leer todavía la inscripción, que atestigua la veneración del santo Pontífice hacia María, Madre de Dios, y que dedica al pueblo fiel: SIXTUS EPISCOPUS PLEBI DEI.</b><br />
<b><br /></b>
<b>También se compusieron en Roma cantos especiales para celebrar el gran misterio del Verbo hecho carne en María. Magníficos Responsorios y Antífonas sirvieron de expresión a la piedad de la Iglesia y de los pueblos, trasmitiéndola a todos los siglos venideros. Entre estas piezas litúrgicas hay antífonas que la Iglesia griega canta en su lengua en estos días con nosotros, las cuales ponen de manifiesto la unidad de la fe y de sentimientos ante el gran misterio del Verbo encarnado.</b><br />
<b><br /></b>
<b>MISA</b><br />
<b><br /></b>
<b>La Estación se celebra en Santa María al otro lado del Tiber. Era justo honrar esta Basílica, venerable por siempre entre todas las que consagró a María la devoción de los católicos. La más antigua de las Iglesias de Roma dedicada, a la Santísima Virgen, fué consagrada por San Calixto en el siglo m, en la antigua Taberna Meritoria, lugar famoso, aun entre los autores paganos, por la fuente de aceite que de allí brotó, bajo el reinado de Augusto, y corrió hasta e r Tiber.-La piedad popular vió en este suceso un símbolo de Cristo (unctus) que debía pronto nacer, la Basílica lleva hoy todavía el título de Fons olei [1],</b><br />
<b><br /></b>
<b>El Introito, como la mayor parte de las piezas que se cantan en la Misa, es el de Navidad, en su Misa Mayor. Celebra el Nacimiento del Niño Dios, que cumple hoy sus ocho días.</b><br />
<b><br /></b>
<b>INTROITO</b><br />
<b><br /></b>
<b>Un niño nos ha nacido, y nos ha sido dado un Hijo: en sus hombros descansa el Imperio; y se llamará su nombre: Angel del gran consejo.</b><br />
<b><br /></b>
<b>En la Colecta, la Iglesia celebra la fecunda virginidad de la Madre de Dios y nos muestra a María como fuente de que Dios se ha servido para derramar sobre el género humano el beneñcio de la Encarnación, presentando ante el mismo Dios nuestras esperanzas fundadas en la intercesión de esta privilegiada criatura.</b><br />
<b><br /></b>
<b>ORACION</b><br />
<b><br /></b>
<b>Oh Dios, que, por la fecunda virginidad de la Bienaventurada María, diste al género humano los premios de la salud eterna: suplicárnoste, hagas que sintamos interceder por nosotros, a aquella que nos dió al Autor de la vida, a Jesucristo, tu Hijo, N. S. El cual vive y reina contigo.</b><br />
<b><br /></b>
<b>EPISTOLA</b><br />
<b><br /></b>
<b>Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a Tito. (II, 11-15.)</b><br />
<b><br /></b>
<b>Carísimo: La gracia de Dios, nuestro Salvador, se ha aparecido a todos los hombres, para enseñarnos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos debemos vivir sobria y justa y piadosamente en este siglo, aguardando la bienaventurada esperanza y el glorioso advenimiento del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo, el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de todo pecado y purificar para sí un pueblo grato, seguidor de las buenas obras. Predica y aconseja estas cosas en Nuestro Señor Jesucristo. En este día en que ponemos el principio de nuestro año civil, vienen a propósito los consejos del gran Apóstol, advirtiendo a los fieles la obligación que tienen de santificar el tiempo que se les concede. Renunciemos, pues, a los deseos mundanos; vivamos con sobriedad, justicia y piedad; nada debe distraernos del ansia de esa bienaventuranza que esperamos. El gran Dios y Salvador Jesucristo, que se nos revela estos días en su misericordia para adoctrinarnos, volverá un día en su gloria para recompensarnos. El correr del tiempo nos advierte que se acerca ese día; purifiquémonos y hagámonos un pueblo agradable a los ojos del Redentor, un pueblo dado a las buenas obras. El Gradual celebra la venida del divino Niño, invitando a todas las naciones a ensalzarle a El y a su Padre que nos le había prometido y nos le envía.</b><br />
<b><br /></b>
<b>GRADUAL</b><br />
<b><br /></b>
<b>Todos los confines de la tierra vieron la salud de nuestro Dios: tierra toda, canta jubilosa a Dios. — 7. El Señor manifestó su salud: reveló su justicia ante la faz de las gentes.</b><br />
<b><br /></b>
<b>ALELUYA</b><br />
<b><br /></b>
<b>Aleluya, aleluya. — 7. Habiendo hablado Dios muchas veces a los Padres en otro tiempo por los Profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo. Aleluya.</b><br />
<b><br /></b>
<b>EVANGELIO</b><br />
<b><br /></b>
<b>Continuación del Evangelio según San Lucas. (II, 21.)</b><br />
<b><br /></b>
<b>En aquel tiempo, pasados los ocho días para circuncidar al Niño, llamaron su nombre JESÚS, el cual le fué puesto por el Angel antes de que fuese concebido en el vientre.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Es circuncidado el Niño; no sólo pertenece ya a la naturaleza humana; por medio de este símbolo se hace miembro del pueblo elegido, y se consagra al servicio divino. Se somete a esta dolorosa ceremonia, a esta señal de servidumbre, con el fin de cumplir toda justicia. Recibe encambio el nombre de JESÚS; y este nombre quiere decir SALVADOR; nos salvará, pues, mas a costa de su propia sangre. Esa es la voluntad de Dios, por El aceptada. La presencia del Verbo encarnado en la tierra tiene por finalidad llevar a cabo un Sacrificio; este Sacrificio comienza ahora.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Esta primera efusión de sangre del Hijo de Dios podría bastar para que ese sacrificio fuera pleno y perfecto; pero la insensibilidad del pecador, cuyo corazón ha venido a conquistar el Emmanuel, es tan profunda, que con frecuencia sus ojos contemplarán sin conmoverse arroyos de esa sangre divina corriendo por la cruz en abundancia. Unas pocas gotas de la sangre de la circuncisión hubieran bastado para satisfacer la justicia del Padre, pero no bastan a la miseria del hombre, y el corazón del divino Niño trata ante todo de curar esa miseria. Para eso viene; amará a los hombres hasta la locura; no en vano llevará el nombre de Jesús.</b><br />
<b><br /></b>
<b>El Ofertorio celebra el poder del Emmanuel. En este momento en que aparece herido por el cuchillo de la circuncisión, cantemos con mayor fervor su poderío, su riqueza y su soberanía. Celebremos también su amor, porque si viene a compartir nuestras heridas, es por el afán de sanarlas.</b><br />
<b><br /></b>
<b>OFERTORIO</b><br />
<b><br /></b>
<b>Tuyos son los cielos, y tuya es la tierra: tú fundaste el orbe de las tierras y su redondez: justicia y juicio son la base de su trono.</b><br />
<b><br /></b>
<b>SECRETA</b><br />
<b><br /></b>
<b>Aceptadas nuestras ofrendas y nuestras preces, suplicárnoste, Señor, nos purifiques con tus celestiales Misterios y nos escuches clemente. Por el Señor.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Durante la Comunión, la Iglesia se regocija en el nombre del Salvador que viene, y que llena todo el significado de este nombre, rescatando a todos los habitantes de la tierra. Suplica a continuación, por medio de María, que el divino remedio de la comunión cure nuestros corazones del pecado, para que podamos ofrecer a Dios el homenaje de esa circuncisión espiritual de que habla el Apóstol.</b><br />
<b><br /></b>
<b>COMUNION</b><br />
<b><br /></b>
<b>Todos los confines de la tierra vieron la salud de nuestro Dios.</b><br />
<b><br /></b>
<b>POSCOMUNION</b><br />
<b><br /></b>
<b>Que esta Comunión, Señor, nos purifique del pecado: y, por intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, nos haga partícipes del celestial remedio. Por el mismo Señor.</b><br />
<b><br /></b>
<b>En este octavo día del Nacimiento del divino Niño, consideremos el gran misterio de la Circuncisión que se opera en su carne. Hoy, la tierra ve correr las primicias de la sangre que la va a rescatar; hoy, el celestial Cordero que va a expiar nuestros pecados, comienza ya a sufrir por nosotros. Compadezcamos al Emmanuel, que se somete con tanta dulzura al instrumento que le imprimirá una señal de servidumbre.</b><br />
<b><br /></b>
<b>María, que ha velado por El con tan tierno cuidado, ha visto venir esta hora de los primeros sufrimientos de su Hijo, con un doloroso desgarro de su corazón maternal. Sabe que la justicia de Dios podría prescindir de este primer sacrificio, o bien contentarse con el valor infinito que encierra para la salvación del mundo; y a pesar de eso, es preciso que sea lacerada la carne inocente de su Hijo y que corra su sangre por sus delicados miembros.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Contempla con dolor los preparativos de esa sangrienta ceremonia; no puede huir, ni consolar a su Hijo en la angustia de este primer sufrimiento. Tiene que oír sus suspiros, su gemido quejumbroso, y ver cómo corren las lágrimas por sus tiernas mejillas. "Y llorando El, dice San Buenaventura, ¿crees tú, que su Madre puede contener sus lágrimas? Llora, pues, también ella. Al verla así llorando, su Hijo, que estaba sobre su regazo, ponía su manecita en la boca y en el rostro de su Madre, como para pedirle por esa señal que no llorase; pues El, que la amaba con tanta ternura, quería que no llorase. Por su parte, esta dulce Madre cuyas entrañas estaban totalmente conmovidas por el dolor y las lágrimas de su Hijo, le consolaba probablemente con sus gestos y palabras. En realidad, como era muy prudente conocía muy bien su voluntad aunque no le hablara, y así le decía: Hijo mío, si quieres que acabe de llorar, termina tú también, porque llorando tú, yo no puedo menos de llorar. Y entonces, por compasión hacia su Madre, dejaba de gemir el pequeñuelo. La Madre le enjugaba el rostro, y secábase también el suyo; luego acercaba su cara a la del niño, le daba el pecho, y le consolaba de cuantas maneras podía" 2].</b><br />
<b><br /></b>
<b>¿Con qué pagaremos nosotros ahora al Salvador de nuestras almas, por la Circuncisión que se ha dignado sufrir para demostrarnos el amor que nos tiene? Debemos seguir el consejo del Apóstol (Col., II, 11), y circuncidar nuestro corazón de todos sus malos afectos, estirpar el pecado y sus concupiscencias, vivir finalmente de esa nueva vida, cuyo sencillo y sublime modelo nos viene a traer Jesús desde lo alto. Procuremos consolarle en este su primer dolor, y estemos cada vez más atentos a los ejemplos que nos ofrece.</b><br />
<b><br /></b>
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<b><br /></b>
<b>_________________</b><br />
<b><br /></b>
<b>[1] Hasta el siglo VIII, el primer día del año se conmemoraba con una fiesta pagana. La Iglesia, la reemplazó, entre (600 y 657), por una fiesta cristiana: la Octava Domini: era una nueva fiesta de Navidad con un recuerdo especial para María, Madre de Jesús, y la Estación se hacía en Santa María ad Martyres, el Panteón de Agripa. Según algunos, esta fiesta sería la primera fiesta de María en la Liturgia romana (Ephem. Liturg, t. 47, p. 430). Los calendarios bizantinos de los siglos vil y ix, y con anterioridad el canon 17 del Concilio de Tours en 567, y el Martirologio jeronimiano (fin del siglo vi) señalan para el primero de enero, la fiesta de la Circuncisión. Además, en Francia se ayunaba ese día para alejar a: los fieles de las fiestas paganas del primero de enero. Solamente en el siglo ix aceptó la Iglesia romana la fiesta de la Circuncisión: hubo entonces doble Estación, una de ellas en San Pedro.</b><br />
<b>[2] Meditaciones sobre la Vida de Jesucristo, por S. Bienaventura,</b>Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-86997153714102525832018-12-30T11:05:00.002-08:002018-12-30T11:05:25.620-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>INFRAOCTAVA DE NAVIDAD</b></span><div>
<b>Año Litúrgico - Dom Prospero Gueranger</b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivhAt3BTMz3VwNUx2ynj83BWmQorEYCITU62blx8x1xz3uUnzPAY_TiBxY9mrx8dnpIb7lQjGqRPqWXQhZljR-Qsz3o9yjZ-ycEfGFzIq1LpUpTvaNjDx6eWu9MYTkSDNvTVYxRt0JJOc/s1600/AA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="315" data-original-width="500" height="402" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivhAt3BTMz3VwNUx2ynj83BWmQorEYCITU62blx8x1xz3uUnzPAY_TiBxY9mrx8dnpIb7lQjGqRPqWXQhZljR-Qsz3o9yjZ-ycEfGFzIq1LpUpTvaNjDx6eWu9MYTkSDNvTVYxRt0JJOc/s640/AA.jpg" width="640" /></a></div>
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<b>Sólo se dice el Oficio, si cae el 29, 30 o 31 de diciembre.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>Este es el único de todos los días de la Octava de Navidad que no está ocupado con una fiesta. En las Octavas de Epifanía, Pascua y Pentecostés, la Iglesia se halla de tal manera embebida en la grandeza del misterio, que aleja de sí todo recuerdo que pudiera distraerla; en la de Navidad, por el contrario, abundan las fiestas, apareciendo el Emmanuel rodeado siempre del cortejo de sus siervos. De este modo la Iglesia, o más bien Dios mismo, primer autor del ciclo, nos ha querido mostrar cuán accesible se presenta en su Nacimiento el divino Niño, el Verbo hecho carne, a la humanidad a la que va a salvar.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>M I S A</b></div>
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<b>Fué en medio de la noche, cuando el Señor libertó a su pueblo de la cautividad en la tierra de los Egipcios, por medio de su Angel armado de la espada; de modo semejante, en medio del silencio de la noche, el Angel del Gran Consejo bajó de su real trono para traer la misericordia a la tierra. Es justo que la Iglesia, al celebrar esta última venida, cante al Emmanuel, revestido de fortaleza y hermosura, el cual viene a tomar posesión de su Imperio.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>INTROITO</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>Cuando todas las cosas dormían en profundo sueño, y la noche llegaba a la mitad de su carrera, tu omnipotente Verbo, Señor, vino del cielo, desde su trono real. Salmo: El Señor reinó, se vistió de hermosura: el Señor se vistió y ciñó de fortaleza. — V. Gloria al Padre.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>En la Colecta, pide la Iglesia ser dirigida conforme a la excelsa regla que nos ha sido dada en nuestro divino Sol de justicia, con el fin de iluminar y conducir todos nuestros pasos por el camino de las buenas obras.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>ORACION</b></div>
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<b>Omnipotente y sempiterno Dios, dirige nuestros actos conforme a tu beneplácito: para que, en nombre de tu amado Hijo, merezcamos abundar en buenas obras. El cual vive y reina contigo.</b></div>
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<b>EPISTOLA</b></div>
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<b>Lección de la Epístola del Apóstol San Pablo a los Gálatas. (IV, 1-7.)</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>Hermanos: Mientras el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es el señor de todo, sino que está bajo tutores y celadores, hasta el tiempo señalado por el Padre. Así también nosotros cuando éramos niños, servíamos bajo los rudimentos del mundo. Mas, cuando llegó la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, hecho de mujer, sujeto a la Ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Mas, porque sois hijos, envió Dios el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones, el cual clama: ¡Abba, Padre! Ya no hay, pues, siervo sino hijo; y, si hijo, también heredero por Dios.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>El Niño, nacido de María, recostado en el pesebre de Belén, eleva su débil voz hacia el Padre de los siglos, y le llama ¡Padre mío! Se vuelve a nosotros y nos dice ¡Hermanos míos! Por consiguiente, también nosotros podemos decir Padre nuestro, al dirigirnos a su eterno Padre. Este es el misterio de la adopción divina que se nos revela estos días. Todo ha cambiado en el cielo y en la tierra: Dios no tiene solamente un Hijo, sino muchos; en adelante, no somos en su presencia simples criaturas sacadas de la nada, sino hijos de su amor. El cielo no es sólo el trono de su gloria; sino también herencia nuestra; tenemos allí nuestra parte asegurada junto a la de Jesús, nuestro hermano, hijo de María, hijo de Eva, hijo de Adán por su naturaleza humana, como es al mismo tiempo en unidad de persona, Hijo de Dios por su naturaleza divina, Pensemos sucesivamente en el bendito Niño que nos ha merecido todos estos bienes, y la herencia a que nos ha dado derecho. Maravíllese nuestro espíritu de tan alta distinción concedida a simples criaturas, y demos gracias a Dios por tan incomprensible beneficio.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>GRADUAL</b></div>
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<b>Eres el más hermoso de los hijos de los hombres: la gracia está pintada en tus labios. — V. Mi corazón rebosa palabras buenas, dedico mis obras al Rey: mi lengua es como la pluma de un escribiente veloz.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>ALELUYA</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>Aleluya, aleluya. — V. El Señor reinó, se vistió de hermosura: el Señor se vistió de fortaleza y se ciñó de poder. Aleluya.</b></div>
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<b>EVANGELIO</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>Continuación del santo Evangelio según San Lucas. OI, 33-40.)</b></div>
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<b>En aquel tiempo, José y María, la Madre de Jesús, estaban admirados de las cosas que se declan de El:, Y les bendijo Simeón, y dijo a su Madre María. He aquí que éste ha sido puesto para ruina y para resurrección de muchos en Israel, y para señal a la que se contradecirá; y una espada traspasará tu misma alma, para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. Y estaba (allí) Ana, profetisa, hija de Fanuel. de la tribu de Aser, la cual era de edad avanzada, y habla vivido siete años con su marido desde su virginidad. Y era ya viuda de ochenta y cuatro años, y no se apartaba del templo, sirviendo en él día y noche con ayunos y oraciones. También ella, llegando a la misma hora, alababa al Señor, y hablaba de El a todos los que esperaban la redención de Israel. Y, cuando cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el Niño crecía, y se fortalecía, lleno de sabiduría: y la gracia de Dios estaba con él.</b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>El curso de los relatos evangélicos obliga a la Iglesia a presentarnos ya al divino Niño en brazos de Simeón, quien profetiza a María la suerte futura del hijo que ha dado al mundo. Aquel cocorazón de madre, completamente sumergido en las alegrías de tan maravilloso nacimiento, siente ya la espada que la anuncia el anciano del templo. El hijo de sus entrañas habrá de ser, por tanto, una señal de contradicción en la tierra; el misterio de la adopción divina del género humano no podrá realizarse sino por medio del sacrificio de este Niño cuando llegue a hombre. Mas, nosotros, redimidos por su sangre, no debemos precipitar demasiado los acontecimientos. Tiempo tendremos de contemplar al Ernmanuel en medio de los trabajos y sinsabores; hoy se nos permite todavía no ver en El más que al Niño que nos ha nacido y alegrarnos con su venida. Oigamos a Ana que nos habla de la redención de Israel. Consideremos la tierra, regenerada con el nacimiento de su Salvador; admiremos y estudiemos con humilde amor, a Jesús, lleno de sabiduría y de gracia y que acaba de nacer ante nosotros.</b></div>
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<b>Durante el Ofertorio, la Iglesia canta la maravillosa renovación operada en este mundo, al que ha librado de la ruina; celebra al Dios poderoso que ha bajado al establo, sin que por eso deje su trono eterno.</b></div>
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<b>OFERTORIO</b></div>
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<b>Dios afirmó el orbe de la tierra, que no se conmoverá: tu asiento, oh Dios, está seguro, desde entonces; tú existes eternamente.</b></div>
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<b>SECRETA</b></div>
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<b>Suplicárnoste, oh Dios omnipotente, hagas que el don ofrecido ante los ojos de tu majestad, nos obtenga la gracia de una piadosa devoción, y nos adquiera la posesión de una eternidad dichosa. Por el Señor.</b></div>
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<b>Durante la distribución del sagrado manjar, a los fieles, la Iglesia canta las palabras del Angel a José. Les entrega ese Niño, para que le lleven en sus corazones, y les recomienda que le protejan contra las emboscadas que le tienden sus enemigos. Cuide, pues, el cristiano de que no se lo arrebaten; aniquile, con su vigilancia y buenas obras, al pecado que podría hacer morir a Jesús en su alma. Por eso, en la Oración siguiente, pide la Iglesia la destrucción de nuestros vicios y la realización de nuestros virtuosos deseos.</b></div>
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<b>COMUNION</b></div>
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<b>Toma al Niño y a su Madre, y vete a la tierra de Israel: porque ya han muerto los que buscaban la vida del Niño.</b></div>
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<b>POSCOMUNION .</b></div>
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<b>Haz, Señor, que, por la virtud de este Misterio, sean purificados nuestros pecados y se realicen nuestros justos anhelos. Por el Señor.</b></div>
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Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-41092421025656671082018-12-29T10:13:00.000-08:002018-12-29T10:13:02.729-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>SANTO TOMAS BECKET, ARZOBISPO DE CANTERBURY, MÁRTIR</b></span><br />
<b>Vida de los Santos de A. Butler </b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS0_gq5yepH0jdJXUJS7p1ct_fUJaxs5lCBtEClhL93N90OMy0HpTY1-vIggnsbUiqvg4LfHTzfT_LMYv1TeYfWJeFsVi1DCj_9Zyly_j0V6tRKxj5dV3Vr4SBTNKMCxHJ72GyM5FlMBU/s1600/12-29tomas-becket.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="478" data-original-width="326" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS0_gq5yepH0jdJXUJS7p1ct_fUJaxs5lCBtEClhL93N90OMy0HpTY1-vIggnsbUiqvg4LfHTzfT_LMYv1TeYfWJeFsVi1DCj_9Zyly_j0V6tRKxj5dV3Vr4SBTNKMCxHJ72GyM5FlMBU/s640/12-29tomas-becket.jpg" width="436" /></a></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
(1170 p.c.) Hay una tradición tradición muy conocida en la que se relata que la madre de Santo Tomás Becket era una princesa sarracena que, perdidamente enamorada de un peregrino o un cruzado inglés apellidado Becket, lo siguió desde Tierra Santa y a través de Europa, sin pronunciar ante las gentes que encontraba a su paso más que las dos únicas palabras que conocía en inglés y que le interesaban: "London" y "Becket". Así fue como encontró por fin a su amado, se convirtió al cristianismo y se casó con él. En realidad, no hay ningún fundamento para esta leyenda. Varios contemporáneos nos han hablado de los parientes del santo. Un tal FitzStephen, un clérigo al servicio de la familia, dice: "Su padre era Gilbert, alguacil de Londres, y el nombre de su madre era el de Matilda. Los dos eran ciudadanos de estirpe burguesa que no hicieron dinero con la usura ni ejercieron el comercio, pero vivían respetablemente con lo que tuviesen" (Sin duda que los padres de Tomás fueron dignos ejemplares de esas gentes en pro de las que habla el propio FitzStephen: "Los ciudadanos de Londres se destacan sobre los demás por sus buenas maneras y educación, en la mesa y en la charla. Las matronas son verdaderas Sabinas".) Otros dicen que el nombre de la madre era Rohesia y que fue normanda como su marido. De todas maneras, se sabe que el hijo de la pareja nació el día de Santo Tomás del año 1118, en Londres, y que fue enviado a educarse con los canónigos regulares en Merton, localidad del Surrey. Al cumplir los veintiún años, perdió a su madre y, poco después, a su padre. Ya para entonces, los bienes de Gilbert habían menguado bastante y Tomás tuvo que "trabajar como empleado" de un pariente, llamado Osbert Eightpence en Londres. También trabajó para Richer de l'Aigle, quien gustaba de hacerse acompañar por el chico en sus cacerías, sobre todo cuando las hacía con halcones y, así despertó en Tomás la afición por las correrías a campo abierto que siempre cultivó. Cierto día en que perseguía a una presa, el halcón que llevaba sobre el hombro, se lanzó al río para atrapar a un pato. Tomás, temeroso de perder a su halcón, se lanzó también al agua con la intención de rescatarlo, pero la rápida corriente lo arrastró hasta un molino y sólo salvó la vida gracias a que la rueda del molino se detuvo, milagrosamente según se dijo, cuando estaba a punto de triturar el cuerpo del joven (Se dice que ese molino estaba situado en el lugar denominado Wade's Mili, en el Hertfordshire, en el terreno comprendido entre Ware y el Colegio de Saint Edmund, un sitio mejor conocido por su relación con otro Tomás, Tomás Clarkson, el abolicionista de la escluvilud.) Aquel incidente fue característico de la impetuosidad de Tomás y no uno de los motivos que "le hicieron tomar la vida más en serio".* Al cumplir los veinticuatro años obtuvo un puesto en la servidumbre de Teobaldo, el arzobispo de Canterbury. No pasó mucho tiempo sin que recibiese las órdenes menores y muchos favores por parte de Teobaldo, quien se preocupó de que Tomás obtuviese numerosos beneficios en toda la zona comprendida desde Beverley hasta Shoreham. En 1154 fue ordenado diácono, y el arzobispo le nombró archidiácono de Canterbury, un puesto que era, por entonces, el primero en dignidad eclesiástica en Inglaterra, después de los obispos y los abades. Teobaldo le encomendó el manejo de asuntos muy delicados, rara vez hacía algo sin consultarle, en varias ocasiones le envió a Roma con misiones importantes. Por otra parte, el arzobispo jamás tuvo motivos para arrepentirse de haber depositado su entera confianza en Tomás de Londres, como se le llamaba generalmente.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En el Thomas Saga Erkibyskupus, de Norse, se describe al joven y brillante clérigo de esta manera: "Era delgado de cuerpo y de tez pálida, con cabello oscuro, nariz larga y facciones duras. Su carácter alegre le hacía atractivo y amable en la conversación; hablaba siempre con sinceridad y, no obstante cierto leve tartamudeo, era tan claro su discernimiento y tan ágil su mente, que siempre hacía de las cuestiones más difíciles y complicadas el asunto más simple, por su diestra manera de tratarlo." Los monarcas gustan tener a la mano a hombres de esta calidad. Además, gracias a la diplomacia de Tomás de Londres, se había conseguido que el Papa, Beato Eugenio III, dejase de apoyar la sucesión al trono de Eustacio, el hijo de Esteban, y de esta manera, la corona quedó firme en la cabeza de Enrique de Anjou. En consecuencia, hacia 1155, nos encontramos a Santo Tomás Becket, a la edad de treinta y seis años, nombrado canciller del rey Enrique II.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
'Tomás", escribió su secretario, Herbert de Bosham, "dejó de lado su dignidad de archidiácono y se hizo cargo de sus deberes de canciller, que desempeñó con entusiasmo y habilidad". Por cierto que su talento tuvo un amplio campo de acción, puesto que el cargo de canciller sólo igualaba en importancia al antiguo funcionario político y judicial llamado "Justice." Así como otro canciller y mártir posterior, también llamado Tomás, fue amigo personal y fiel servidor de su soberano Enrique VIII, Becket era amigo de Enrique II y en mayor grado de intimidad. Se ha comentado que el monarca y su canciller no tenían más que un solo corazón y una sola cabeza; si acaso era así, es indudable que la influencia de Becket tuvo muchísimo que ver en aquellas reformas por las que tanto se alaba a Enrique II, como por ejemplo, las medidas para administrar mejor la justicia y la igualdad de trato, por medio de un sistema de leyes más uniforme. Pero su amistad no se limitaba al común interés en los asuntos de Estado y, en los momentos de descanso y de holgura, sus relaciones personales eran de un "compañerismo retozón", como las describen algunos escritores.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Una de las más destacadas virtudes de Tomás como canciller, fue incuestionablemente la magnificencia, aunque es necesario decir que cayó en algunos excesos. Su residencia y su servidumbre se podían comparar con las de un rey. Cuando se le envió a Francia para negociar un matrimonio real, su séquito personal estaba formado por doscientos hombres y aún había varios cientos más, entre caballeros y nobles, clérigos y criados, músicos y trovadores, que escoltaban la caravana de ocho carros cargados de presentes, caballos, halcones y perros de caza, micos y mastines (Dice Fitz Stephen que dos de los carros iban cargados con toneles de hierro que contenían cerveza destinada a los franceses, "que gustan de esa clase de bebida, porque es fuerte, clara, transparente y de muy buen sabor"..) Los franceses se quedaron con la boca abierta al ver tanto esplendor y comentaron entre sí: "¡Si este es el canciller del Estado, cómo será la magnificencia del rey!" La forma en que trataba a sus invitados y recibía a sus huéspedes, estaba a la altura correspondiente y su generosidad hacia los pobres estaba en proporción con todo lo demás.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En el año de 1159, el rey Enrique formó en Francia un ejército de mercenarios, con el propósito de recuperar el condado de Toulouse, que pertenecía, por herencia, a su esposa. En las contiendas que resultaron, tomó parte Becket con un ejército de setecientos de sus caballeros y no sólo dio muestras de ser un buen general, sino también un valiente luchador. Cubierto con su armadura, encabezó los ataques y, no obstante su condición de clérigo, participó en encuentros con el enemigo, cuerpo a cuerpo. Por lo tanto, no es sorprendente que el prior de Leicester, al encontrarse con él en Rouen, exclamase lleno de asombro: "¿Qué hacéis vestido de esa manera? ¡Más parecéis un guerrero que un clérigo! Sin embargo, sois un clérigo en vuestra persona y mucho más lo sois en vuestras dignidades: archidiácono de Canterbury, decano de Hastings, preboste de Beverley, canónigo de ésta y de aquella iglesia, procurador del arzobispado y, según corren los rumores, con muchas posibilidades de llegar a arzobispo". Becket recibió los reproches con toda serenidad y respeto, pero repuso que él conocía a tres pobres sacerdotes ingleses a quienes vería complacido como arzobispos antes que verse él elevado a tan alta dignidad, porque en ese caso, tendría que elegir, inevitablemente, entre el favor del rey y el favor de Dios.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
No obstante que la participación continua en los asuntos públicos, la magnificencia espectacular y la actividad secular eran los aspectos predominantes en la vida de Becket como canciller, no eran los únicos. Durante toda su vida fue orgulloso, irascible y violento, pero también sabemos de sus "retiros" en Merton, de las disciplinas a que se sometía y de sus plegarias en las largas noches de vigilia. Asimismo, conocemos el testimonio de su confesor sobre la intachable vida privada del canciller bajo condiciones de extremo peligro y grandes tentaciones de toda especie. Y, si a veces iba demasiado lejos al colaborar en los planes y proyectos de su real señor, que a veces infringían los derechos de la Iglesia, no tuvo reparos en marcarle el alto en otros asuntos peores, como el caso del matrimonio de la abadesa de Romsey.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Teobaldo, el arzobispo de Canterbury, murió en el año de 1161. En aquellos momentos, el rey Enrique se hallaba en Normandía con su canciller, a quien ya tenía pensado entregar el arzobispado. En cuanto le hizo la propuesta, Becket repuso con firmeza: "Si Dios permite que yo ascienda a la dignidad de arzobispo de Canterbury, no pasará mucho tiempo sin que pierda los favores de Vuestra Majestad, y todo el afecto con que vos me honráis se transformará en odio. Puesto que Vuestra Majestad proyectará hacer ciertas cosas que vayan en perjuicio de los derechos de la Iglesia, mucho me temo que Vuestra Majestad requiera de mí una ayuda o una aprobación que no podré darle. No faltarán personas envidiosas que aprovechen esas ocasiones para alentar una amarga e interminable desavenencia entre vos y yo".</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El rey hizo caso omiso de los escrúpulos de Tomás, y éste se negó a aceptar la dignidad obstinadamente, hasta que el cardenal Enrique de Pisa acalló sus recelos. La elección se llevó a cabo en mayo de 1162. El príncipe Enrique, que se encontraba en Londres, dio su aprobación en nombre de su padre, y Becket partió inmediatamente de Londres a Canterbury. En el camino distribuyó algunos cargos privados entre diversos miembros de su clero y a todos les recomendó encarecidamente que le observaran y le advirtieran de la menor falta en su conducta, "porque en esas cuestiones, cuatro ojos ajenos ven mejor y más claramente que los dos propios". El sábado de la semana de Pentecostés, fue ordenado sacerdote por Walter, -el obispo de Rochester, y en la octava de Pentecostés, recibió la consagración de manos de Enrique de Blois, obispo de Winchester.(Santo Tomás decretó que el aniversario de su consagración se observase en toda su provincia con una fiesta en honor de la Santísima Trinidad, ciento cincuenta años antes de que esa conmemoración se adoptase en la Iglesia de occidente.)</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Poco tiempo después, recibió el palio que le enviaba el Papa Alejandro III, y hacia fines de aquel año, se produjo un cambio notabilísimo en su manera de vivir. Sobre sus carnes llevaba una camisa de cerdas, y su vestimenta ordinaria era una casaca negra, una sobrepelliz de lino y la estola sacerdotal al cuello. De acuerdo con la regla de vida que estableció para sí, se levantaba muy de mañana para leer las Sagradas Escrituras, siempre en compañía de Herbert de Bosham, a fin de discutir o aclarar con él algunos de los pasajes. A las nueve de la mañana, cantaba la misa o bien asistía a ella cuando no era él quien la celebraba. Una hora más tarde, y a diario, distribuía personalmente las limosnas, las que elevó al doble de lo que daban sus antecesores. Dormía o descansaba un poco después del mediodía y, a las tres de la tarde, comía con sus invitados y familiares en el gran salón. En vez de música, durante la comida se leía un libro piadoso. Siempre se sirvieron en su mesa los alimentos más escogidos y los manjares suculentos, pero eso era para los huéspedes e invitados, porque el arzobispo conservaba invariablemente una templanza y una moderación notables. Casi todos los días visitaba la enfermería y el vecino claustro de los monjes. Entre sus propios familiares y servidores, estableció cierta regularidad monástica. Tomaba especial cuidado en la selección de candidatos a las sagradas órdenes, los examinaba personalmente y, de acuerdo con su capacidad judicial, ejercía la justicia rigurosamente. "Ni siquiera las cartas y las solicitudes del rey tenían poder alguno para inclinarle en favor de un hombre que no tuviese el derecho justo de su parte", dicen sus biógrafos.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
No obstante que el arzobispo había renunciado a su cancillería, en contra de los deseos del rey, las relaciones entre ambos se conservaban tan amistosas como antes. A pesar de ciertas diferencias, el rey Enrique le manifestaba todavía sus favores, le daba grandes muestras de afecto y parecía conservar aún el cariño que le había profesado desde un principio. El primer descontento serio se produjo en Woodstock donde residía temporalmente el monarca con su corte. Era costumbre pagar dos chelines anuales a los alguaciles de los condados, por cada una de las parcelas de tierra arrendadas o de propiedad de los colonos, a fin de que los alguaciles protegieran a éstos contra la rapacidad de los cobradores de impuestos (parece que en estos cobros se hacían los chanchullos de la peor especie). En aquella ocasión, el rey ordenó que las sumas le fueran pagadas a su tesorero. El arzobispo le hizo ver que se trataba de un pago voluntario que no podía ser cobrado, ni mucho menos exigido como un haber de la corona. "Si los alguaciles, sus sargentos y oficiales", replicó Becket, "cumplen con defender y proteger al pueblo, pagaremos; de otra manera, nada se pagará".</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
A esto repuso el rey con un juramento profano: "¡Por Dios, que sí pagaréis!", exclamó altivo y con tono airado. "Con todo el respeto que se debe a ese santo nombre, mi rey y señor", dijo Becket, "debo advertiros que no se pagará ni un penique en las tierras bajo mi jurisdicción". El monarca no dijo nada más en aquel momento, pero ya estaba resentido. Después se produjo el caso de Felipe de Brois, un canónigo que fue acusado de asesinato. Según las leyes de aquellos tiempos, el canónigo fue juzgado por un tribunal eclesiástico, y el obispo de Lincoln lo declaró inocente. Pero uno de los jueces que el rey envió observadores, Simón Fitzpeter, citó al acusado ante su propio tribunal civil. El canónigo Felipe se negó a aceptar aquel proceso y se dirigió a Fitzpeter con altanería y en términos insultantes. Entonces, el rey ordenó que el reo fuese juzgado por el delito original y por desacato a la autoridad. Pero intervino Tomás Becket para exigir que el proceso se siguiese en su propio tribunal, a lo que el monarca tuvo que acceder contra toda su voluntad. La sentencia previa fue aceptada como válida, pero, a causa del desacato al juez Fitzpeter, se le condenó a ser azotado y a la suspensión temporal de sus beneficios. Al rey Enrique le pareció demasiado benigna aquella sentencia y convocó a los asesores para demandarles: "¿Me juraréis en nombre de Dios que no salvasteis al acusado por ser un miembro del clero?" Todos se manifestaron prontos a jurar, pero Enrique no quedó satisfecho y su resentimiento aumentó. Se acumularon incidentes y conflictos semejantes, hasta que, en el mes de octubre de 1163, el rey convocó a los obispos a un concilio en Westminster, para exigirles que se hiciera entrega a los poderes civiles de los clérigos delincuentes y criminales a fin de aplicarles el merecido castigo. Los obispos se mostraron un tanto vacilantes y atemorizados, pero Tomás los alentó a mantenerse firmes. Entonces el rey les pidió una solemne promesa de atenerse a sus reales costumbres, las cuales no especificó. Santo Tomás y los otros miembros del concilio accedieron, pero con la salvedad de que, "si las costumbres del rey afectaban a la Iglesia", no podrían tolerarlas. De acuerdo con los objetivos del monarca, aquella salvedad equivalía a una rotunda negativa y, en consecuencia, al día siguiente despojó a Tomás de algunos títulos beneficios y castillos que el arzobispo conservaba desde sus tiempos de canciller. En el curso de una tempestuosa entrevista realizada en Northampton, el rey trató en vano de obligar a su antiguo amigo a modificar su actitud, y el conflicto estalló por fin en el consejo de Clarendon, cerca de Salisbury, a principios de 1164. Como Tomás no había recibido más que un apoyo muy débil por parte del Papa Alejandro III, al comienzo de las sesiones se mostró conciliatorio y aun prometió hacer "todo lo posible por aceptar las "costumbres" del rey", pero en cuanto leyó las constituciones en las que se exponían detalladamente esas costumbres reales que él debía aprobar, exclamó: "¡No permita Dios que yo ponga mi sello en esto!" Las constituciones pedían, Ínter alia, que ningún prelado podía abandonar el territorio del reino sin el permiso del monarca, ni apelar a Roma sin el consentimiento del mismo; ningún funcionario con algún alto puesto civil o cortesano podría ser excomulgado en contra de la voluntad del rey (esto se había reclamado desde los tiempos de Guillermo I, pero nunca se concedió porque era una evidente infracción a la jurisdicción espiritual de la Iglesia); los beneficios de las sedes u otros puestos eclesiásticos vacantes y las ganancias que produjeran, quedarían bajo la custodia del rey (aquel abuso ya había sido reconocido durante el reinado de Enrique I); y —lo que llegó a ser la cláusula crítica— los clérigos convictos y sentenciados en los tribunales eclesiásticos deberían quedar a disposición de los funcionarios del rey (con la posibilidad de recibir el castigo por partida doble).</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El arzobispo estaba ya profundamente arrepentido de haberse mostrado débil, al principio, en su oposición a las pretensiones del rey y se mostraba muy dispuesto a poner un ejemplo que, los otros obispos habrían de seguir sin vacilaciones. "¡Soy un hombre orgulloso y vano!", exclamó entonces, lleno de amargura. "No soy nada más que un criador de aves de presa y perros de caza. ¡Y es a mí a quien han hecho pastor de un rebaño! No merezco otra cosa sino que me expulsen de la sede que ocupo". Desde aquel momento y durante más de cuarenta días, en tanto que aguardaba la absolución y la autorización del Papa, no volvió a celebrar la misa. Hizo repetidos intentos de allanar las cosas y llegar a la concordia, pero ya el rey Enrique le consideraba como su enemigo y le había sometido a una persecución sistemática que culminó con una denuncia judicial contra Tomás para que pagase 30 000 marcos que supuestamente le debía de los tiempos en que fue canciller del reino (no obstante que, al ser consagrado arzobispo, obtuvo un documento de descargo, perfectamente claro y preciso). El rey Enrique se negó a recibirlo cuando fue a solicitarle audiencia en Woodstock. y en dos ocasiones se le impidió cruzar el canal para trasladarse al continente a fin de presentar su caso ante el Pontífice. Después, el rey Enrique convocó a un nuevo concilio en Northampton. De aquella reunión resultó un ataque concreto y directo en contra del arzobispo, en el que los prelados se plegaron a los deseos de los señores. En primer lugar, se le condenó a pagar una crecida multa por no haberse presentado anle el tribunal del rey luego de haber recibido una cita para hacerlo en un proceso en su contra; en segundo lugar, se pronunciaron varias causas por mal uso del dinero del reino y, por fin, se le exigió que presentase ciertas cuentas de la cancillería. Enrique, el obispo de Winchester, abogó por el descargo del canciller, pero no se le autorizó a tomar su defensa. Entonces, se ofreció a hacer un pago ex gratia de 2 000 marcos de su propio peculio. El martes 13 de octubre de 1164, Santo Tomás celebró la misa votiva de San Esteban Protomártir y, al término de la misma, sin mitra ni palio, con la cruz del arzobispo metropolitano en la mano, se dirigió a la sala del concilio. El rey y los barones deliberaban en una habitación aparte. Tras una larga espera, el conde de Leicester salió para hablar con el arzobispo. "El rey manda que le entreguéis las cuentas", le dijo. "En caso contrario, seréis sometido a un juicio". "¿Un juicio?", preguntó extrañado Santo Tomás. "La iglesia de Canterbury me fue entregada libre de toda obligación temporal. Por lo tanto, en lo que se refiere a obligaciones temporales, no tengo nada de que responder ni puedo ser sometido a proceso". Luego de una fría reverencia, el de Leicester dio media vuejta para informar al rey sobre la contestación, pero Becket le detuvo. "Señor conde e hijo mío, escuchad", v dijo en tanto que tendía una mano hacia él: "estáis obligado a obedecer a Dios y a mí antes que a vuestro rey terrenal. No hay ley ni razón que permita a los hijos juzgar a sus padres ni condenarlos. Por eso rechazo el juicio del rey y el vuestro y el de todos. Tan sólo por el Papa puedo ser juzgado, después de Dios y ante El". Ya para entonces, los barones habían salido de la habitación privada y escuchaban a Becket en la sala de concilios. Este se dirigió - concretamente a los prelados: 'A vosotros, obispos, compañeros míos, que habéis servido al hombre antes que a Dios, a vosotros os convoco ante el Pontífice. De esta manera, protegido por la autoridad de la Iglesia católica y de la Santa Sede, salgo de aquí". Un vocerío en el que se destacaba la palabra "¡Traidor, traidor!", siguió al arzobispo que abandonó la sala pausadamente. Aquella misma noche, Tomás Becket huyó desde el puerto de Northampton (Santo Tomás de Canterbury es el patrono principal de la actual diócesis y la catedral de Northampton), bajo una lluvia torrencial y, tres semanas más tarde, dentro del mayor secreto, abordó una nave en Sandwich.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Santo Tomás y los pocos fieles que le siguieron, desembarcaron en Flandes y se refugiaron en la abadía de Saint Omer, gobernada por San Bertino. Desde ahí, el arzobispo envió delegados a Luis VII, rey de Francia, quien los recibió amablemente y formuló la invitación para que Tomás Becket se amparase en sus dominios.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En aquellos momentos, el Papa Alejandro III se encontraba en la ciudad de Sens. Antes de que Santo Tomás pudiese llegar allí, los obispos y caballeros del bando del rey Enrique se le adelantaron para formular gravísimas acusaciones contra el arzobispo ante el Pontífice,(Entre los clérigos, su principal enemigo era Gilbert Foliot, obispo de Londres. Este comenzó su arenga con mucha vehemencia y el Papa le interrumpió: "|Por gracia, hermano!", le dijo. "¿Debo tener gracia para él, mi señor?", preguntó Gilbert. "No imploro la gracia para él, hermano, sino para ti mismo"). pero ya habían partido cuando llegó el acusado. Tomás mostró al Papa las dieciséis Constituciones de Clarendon, muchas de las cuales fueron calificadas de "intolerables" por el Pontífice, quien incluso reconvino al arzobispo por haber pensado en aceptarlas. Al día siguiente, en la segunda entrevista, confesó Becket haber recibido la sede de Canterbury, aunque en contra de su voluntad, pero sí por medio de una elección que posiblemente se llevó a cabo fuera de los cánones y en la que él no había participado de ninguna manera. Después de esta admisión, renunció a su dignidad en manos del Sumo Pontífice, le entregó el anillo que sacó de su dedo y se retiró. En seguida, le llamó de nuevo el Papa y le devolvió todas sus dignidades y le mandó que no abandonase su puesto, ya que eso equivaldría, evidentemente, a abandonar la causa de Dios. El Papa recomendó al exilado arzobispo al abad del Pontigny para que le hospedara y protegiera.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Santo Tomás ingresó a aquel monasterio de la orden del Cister, como a un retiro religioso, un lugar de penitencia para expiación de sus pecados; se sometió a las reglas del convento y no permitió que se hiciera ninguna distinción en su favor. Dedicó el tiempo al estudio y a escribir cartas, tanto a sus partidarios como a sus contrincantes, aunque de nada sirvieron para alcanzar un acuerdo pacífico. Mientras tanto, el rey Enrique confiscaba los bienes de todos los amigos, parientes y servidores de Tomás, dictaba órdenes de destierro contra ellos y a muchos los obligaba a viajar hasta Pontigny para que se presentaran, miserables y despojados- como estaban, ante el arzobispo y le mostraran que, por culpa suya habían caído en tan grande desgracia. Gran número de exilados comenzaron a llegar a Pontigny para conmover a Becket. Al reunirse el capítulo general de la orden del Cister en Citeaux, recibió una intimación del rey de Inglaterra en el sentido de que si los monjes persistían en asilar a su enemigo, procedería a confiscar las casas de la orden en todos sus dominios. No le quedaba al abad del Cister otra alternativa que la de insinuar a Santo Tomás la necesidad de abandonar su refugio de Pontigny. Así lo hizo el santo prontamente y fue a refugiarse en la abadía de San Columbano, cerca de Sens, como huésped del rey Luis de Francia. A lo largo de casi seis años, hubo negociaciones entre el Papa, el arzobispo y el monarca inglés. A Santo Tomás se le nombró legado a latere para toda Inglaterra, a excepción de York, y, desde su alto cargo, excomulgó a muchos de sus adversarios, se mostró amenazante y también conciliador, pero el Papa Alejandro creyó conveniente anular algunas de sus sentencias. El rey Luis de Francia se vio arrastrado a la lucha. En enero de 1169, el monarca francés y el inglés mantuvieron una conferencia con el arzobispo en Montmirail, donde Tomás se resistió a ceder en dos puntos de los que se le propusieron. Una conferencia similar, que se llevó a cabo en Montmartre durante el otoño, fracasó también, a causa de la intransigencia de Enrique. Becket redactó una serie de cartas a los obispos para ordenarles la publicación de una sentencia de entredicho sobre el reino de Inglaterra. Entonces, sin que nadie lo esperase, en julio de 1170, el rey y el arzobispo se reunieron de nuevo en Normandía y, por fin, se llegó a una reconciliación sin que se hicieran, al parecer, referencias a los asuntos en disputa. En marzo de aquel mismo año, es decir ocho meses antes, San Godrico había enviado un mensaje, a Santo Tomás para vaticinarle que regresaría a Inglaterra y moriría poco después, Cuando Santo Tomás se despidió del obispo de París, le dijo: "Vuelvo a Inglaterra para morir".</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El 1* de diciembre, Santo Tomás desembarcó en Sandwich y, no obstante que el alguacil de Kent trató de detenerlo, el corto trayecto desde ahí a Canterbury, fue una marcha triunfal. Las gentes alineadas a lo largo del camino le aclamaban, y las campanas de todas las iglesias se echaron a vuelo. Sin embargo, aquella no era la paz. Los que retenían el poder estaban de plácemes, puesto que tenían la presa a su merced, y Tomás se vio obligado a hacer frente a la desagradable tarea de tratar con Roger du Pont l'Evéque, arzobispo de York, y los otros obispos que habían colaborado con él en el acto de coronación del hijo del rey Enrique, en abierto desafío a los derechos de Canterbury y, quizá, en contra de las instrucciones del Papa. Ya había enviado Santo Tomás las cartas de suspensión para el arzobispo Roger y otros, así como la excomunión de los obispos de Londres y de Salisbury. Los tres prelados partieron juntos a Francia, donde estaba el rey Enrique, para apelar a su justicia. Mientras tanto, Tomás Becket permanecía en Kent, sujeto a la constante persecución y a los insultos del señor Ranulfo de Broc, a quien el arzobispo había exigido (inoportunamente, dadas las circunstancias) la devolución del castillo de Saltwood, un edificio que pertenecía a su sede. Luego de pasar una semana en Canterbury, el arzobispo hizo una visita a Londres, donde fue recibido con regocijo por todos, menos por el hijo de Enrique, "el joven rey", quien se negó a verlo. Luego de saludar a varios de sus amigos, el arzobispo regresó a Canterbury, donde celebró su quincuagésimo segundo cumpleaños.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Al mismo tiempo, los tres obispos sancionados por el de Canterbury, habían presentado sus quejas ante el rey. La conferencia tuvo lugar en Bur, cerca de Bayeux y, en el curso de la misma, alguien declaró en voz alta que no podría haber paz en el reino mientras viviera Becket. Fue entonces cuando el rey Enrique, en uno de sus accesos de furor, pronunció las palabras fatales que algunos de sus oyentes interpretaron como una réplica por la que autorizaba a suprimir a aquel "clérigo infernal que le hacía la vida imposible." Al momento, cuatro caballeros emprendieron el viaje a Inglaterra y desembarcaron en las costas de Saltwood. Sus nombres eran: Reinaldo Fitzurse, Guillermo de Tracy, Hugo de Morville y Richard le Bretón.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El día de San Juan, el arzobispo recibió una carta donde se le advertía sobre el peligro a que estaba expuesto. En toda la región sudeste de Kent, la población estaba a la expectativa y vivía en un estado de constante tensión. Por la tarde del 29 de diciembre, era un martes, el mismo día de la semana en que Becket nació y en el que fue bautizado, los caballeros procedentes de Francia se entrevistaron con él. Durante la conferencia se le hicieron al arzobispo varias exigencias, entre ellas, la de que levantase las censuras impuestas a los tres obispos que habían pedido clemencia al rey. La entrevista empezó serenamente y terminó en una tempestad de voces, gritos y amenazas. Los caballeros, al partir, proferían juramentos y maldiciones. Apenas habían trascurrido unos minutos, cuando se escuchó afuera una gritería descomunal, golpes en las puertas y el chocar de las armas. Dentro, los familiares y servidores de Santo Tomás le rodearon y se lo llevaron pausadamente en dirección a la iglesia. Uno de los servidores portaba la cruz delante de él. En la catedral comenzaban a cantarse las vísperas, y un grupo de monjes aterrorizados se acercó a la puerta del crucero norte por donde entró el arzobispo. "¡Retiraos al coro!" les ordenó Becket. "Mientras permanezcáis agolpados frente a la puerta, no podré entrar". Los monjes se apartaron, sin retirarse y, cuando el arzobispo avanzaba entre ellos, serenamente hacia el interior de la iglesia, pudieron ver las sombras de hombres armados en la penumbra del claustro (ya casi era de noche). Tan pronto como entró el arzobispo, los monjes cerraron y atrancaron la puerta con tanta precipitación, que dejaron fuera a algunos de sus hermanos. Estos comenzaron a dar fuertes golpes en los maderos. Becket se detuvo y se volvió. "¡Apartaos, cobardes!", exclamó: "Una iglesia no es una fortaleza"- Y él mismo quitó las trancas a la puerta y la abrió. Después prosiguió su camino y ascendió la escalera hacia el coro. Sólo tres hombres subían con él'- Roberto, el prior de Merton, Guillermo FitzStephen y Eduardo Grim (es decir, respectivamnte, el anciano confesor y consejero del arzobispo, un clérigo de su servidumbre y un monje inglés). El resto de sus acompañantes se habían refugiado en la cripta o en algún rincón apartado de la catedral. Una vez en el coro, sólo Grim se quedó con él. Los caballeros, a quienes se había unido un subdiácono llamado Hugo de Horsea, entraron a su vez, en forma atropellada y entre gritos de "¿Dónde está Tomás, el traidor?" "¿Dónde está el arzobispo?" Becket respondió "Aquí me tenéis." "Aquí tenéis no a un traidor, sino al arzobispo y al sacerdote de Dios". Al decir esto, bajó las escaleras para ir al encuentro de sus atacantes, hasta que se detuvo, de pie, entre los altares de Nuestra Señora y de San Benito.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Los caballeros le intimaron a que absolviese a los tres obispos. "No puedo deshacer lo que ya está hecho", repuso serenamente, pero un instante después levantó la voz y alzó su manó. "¡Reinaldo!", gritó. "Tú has recibido de mí muchos servicios, ¿por qué vienes armado a mi iglesia?" Por toda respuesta, Reinaldo Fitzurse levantó su hacha. "Yo estoy pronto a morir", dijo Santo Tomás. "Pero la maldición de Dios caerá sobre ti si haces daño a mi gente' . Fitzurse le tomó por la casaca y tiró de él hacia la puerta. Becket se desasió de un manotazo. Entonces, le prendieron entre todos para llevarlo en vilo hasta la puerta. Se produjo la lucha y el arzobispo derribó a uno de sus atacantes. En ese instante, Fitzurse arrojó violentamente su hacha al suelo y desenvainó la espada. "¡Rufián!", le gritó el arzobispo. "Tú me debes respeto y sumisión". "No te debo ninguna sumisión antes que al rey", vociferó Fitzurse y luego gritó una orden: "¡Golpead!" Su espada hendió los aires e hizo volar el gorro del arzobispo. Santo Tomás se cubrió el rostro con las manos e imploró a Dios y a sus santos. Tracy lanzó un golpe, pero Grim lo detuvo con su propio brazo. Sin embargo, la espada de Tracy abrió una herida en la cabeza de Becket y comenzó a caer la sangre hacia sus ojos. El se llevó las manos a la cara y las retiró después; al verlas tintas en sangre, exclamó: '¡Oh, Señor! ¡En tus manos encomiendo mi espíritu!" Otro mandoble que le asestó Tracy le hizo caer de rodillas al tiempo que murmuraba estas palabras: "En nombre de Jesús y en defensa de la Iglesia, estoy dispuesto a morir". Se dejó caer de bruces al suelo. Le Bretón levantó muy alto .su espada, como si fuese a decapitar al arzobispo, y el tremendo golpe que descargó le cortó de tajo la parte superior del cráneo. El golpe fue tan fuerte, que la espada de Le Bretón se rompió en pedazos. Hugo de Horsea metió la punta de su espada en el casco roto del cráneo del obispo, le sacó los sesos y los diseminó sobre las losas. Tan sólo Hugo de Morville se abstuvo de asestar golpe alguno contra el arzobispo. Los asesinos emprendieron de prisa la retirada dando voces; "¡Los hombres del rey, los hombres del rey!", y huyeron a través de los claustros por donde habían penetrado apenas diez minutos antes. En ese preciso instante, las grandes naves de la catedral se llenaban de gente y en cielo estallaba una furiosa tormenta. El cadáver del arzobispo yacía boca abajo, sobre un charco de sangre, en la mitad del crucero y, durante largo tiempo, nadie se atrevió a tocarlo o siquiera a acercársele.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Aun después de tomar completamente en cuenta el horror universal que pudo haber causado en el siglo doce el sacrilegio de asesinar a un arzobispo metropolitano en su propia catedral, debemos considerar la indignación y el repudio que, en un instante, se extendió por toda Europa, así como el movimiento espontáneo del pueblo en general para lograr la canonización de Tomás Becket, para llegar a comprender el significado intrínseco que tuvo su trágica y heroica muerte en todos los círculos sociales. El martirio del arzobispo hizo entender a todos que se había cumplido una reivindicación necesaria de los derechos de la Iglesia contra un estado agresor y que el arzobispo de Canterbury, que en muchos aspectos era de una personalidad poco atractiva (precisamente cuando le estaban matando, Grim oyó murmurar a uno de los monjes en el sentido de que aquél era el castigo que merecía el arzobispo, por su obstinación; también en la Universidad de París y en otras partes se podían encontrar personas que sostenían abiertamente que el asesinato no había sido más que la ejecución justa de «un hombre que procuraba colocarse por encima del rey»), había sido sin embargo un mártir digno de ser venerado como un santo. El descubrimiento de la camisa de cerdas en su cadáver y otras pruebas de que practicaba la austeridad y la penitencia en su vida privada, así como los milagros que comenzaron a obrarse en su tumba desde un principio, según numerosos testimonios, atizaron el fuego de su devoción. No se puede decir positivamente hasta qué grado fue deliberado y directamente responsable del crimen el rey Enrique II, pero de todas maneras, la conciencia pública no habría de quedar satisfecha hasta que el soberano más poderoso de Europa hizo una penitencia pública en la forma más humillante. Así lo hizo el rey Enrique en el mes de julio del año 1174 (hasta hoy, existe un pilar que señala el lugar donde el rey hizo penitencia, en el sitio donde estaba la antigua catedral). Habían transcurrido apenas dieciocho meses desde que el Papa Alejandro III proclamara en Segni la canonización del mártir Tomás Becket, cuando el rey Enrique hizo, ahí mismo, su gran penitencia pública.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El 7 de julio de 1220, el cuerpo de Santo Tomás fue solemnemente trasladado desde su tumba en la cripta de Canterbury, a la parte posterior del altar mayor, por iniciativa del arzobispo, cardenal Esteban Langton, y en presencia del rey Enrique III. El cardenal Pandolfo, legado pontificio, el arzobispo de Reims y muchas otras personalidades, asistieron también a la traslación. Desde aquel día, hasta septiembre de 1538, el santuario de la tumba de santo Tomás fue uno de los sitios de peregrinación más favorecidos por los cristianos y muy famoso por su belleza y su riqueza material y espiritual. No se tienen datos concretos sobre la forma y la fecha en que se procedió a la destrucción y saqueo de aquel santuario durante el reinado de Enrique VIII. Incluso el destino de las reliquias del santo es incierto. Casi seguramente fueron destruidas por aquella época en que la memoria del santo arzobispo era particularmente execrada, sobre todo por el rey Enrique VIII. Sin embargo, debe hacerse notar que el registro de las crónicas donde se dice que «el rey hizo una especie de auto de fe en el que los restos corporales de Tomás, el que fuera alguna vez arzobispo de Canterbury y culpable de traición, se quemaron públicamente», es apócrifo. La festividad de santo Tomás de Canterbury se celebra en toda la Iglesia de Occidente, y en Inglaterra se le venera como patrono del clero secular. La ciudad de Portsmouth tiene también el privilegio de conmemorar el aniversario de la traslación de sus reliquias.</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-68790284592003690222018-12-28T13:51:00.001-08:002018-12-28T13:51:35.844-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>LOS SANTOS INOCENTES </b></span><br />
<b>Vida de los Santos de A. Butler</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp2_AZuf4uH5XWs_jjVH9pXDmbcMUO-0DiCDfB5kQ8M0X4vB4C8sLZSWs3B1fmMNwAm6KFMHk_tlLxsUP1Hz1KZ1hVbvhw22E8ymTsPxCrKsz8YOEaAHjvaT0fMqYUJDKtL18vkPRYi3k/s1600/12-28santos-inocentes.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="604" data-original-width="450" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp2_AZuf4uH5XWs_jjVH9pXDmbcMUO-0DiCDfB5kQ8M0X4vB4C8sLZSWs3B1fmMNwAm6KFMHk_tlLxsUP1Hz1KZ1hVbvhw22E8ymTsPxCrKsz8YOEaAHjvaT0fMqYUJDKtL18vkPRYi3k/s640/12-28santos-inocentes.JPG" width="476" /></a></div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<span class="Estilo66" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; font-weight: bold; margin: 0px; padding: 0px;">Sma. Virgen con el Niño, circundados por la corona<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />de los Santos Inocentes, 1618, Museo del Louvre</span></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Herodes llamado "el Grande", gobernaba al pueblo judío, dominado por Roma, por la época en que nació Nuestro Señor Jesucristo. Herodes era idumeo, es decir que no era un judío perteneciente a la casa de David o de Aarón, sino descendiente del pueblo al que Juan Hyrcan obligó a abrazar el judaismo; si ocupaba el trono de Judea, era por un favor especial de la casa imperial de Roma. Por lo tanto, desde que oyó decir que ya habitaba en el mundo un ser "nacido como rey de los judíos" al que tres sabios magos del oriente habían venido a adorar, Herodes estuvo inquieto y vivió en el temor de perder su corona. En consecuencia, convocó a los sacerdotes y escribas para preguntarles en qué lugar preciso debía nacer el esperado Mesías. La respuesta unánime fue: "En Belén de Judá". Más atemorizado que nunca, realizó toda clase de diligencias para encontrar a los magos que habían venido de oriente en busca del "rey" para rendirle homenaje. Una vez que encontró a los magos, los interrogó secretamente sobre sus conocimientos, los motivos de su viaje, sus esperanzas, hasta que, por fin, les recomendó que fuesen a Belén y los despidió con estas palabras: "Id a descubrir todo lo que haya de cierto sobre ese niño. Cuando sepáis dónde está, venid a decírmelo, a fin de que yo también pueda ir a adorarle". Pero los magos recibieron en sueños la advertencia de no informar a Herodes, de suerte que, tras haber adorado al Niño Jesús, hicieron un rodeo para regresar a oriente por otro camino. Al mismo tiempo, Dios, por medio de uno de sus ángeles, mandó a José que tomase a su esposa María y al Niño y que huyese con ellos a Egipto, "porque sucederá que Herodes buscará al Niño para destruirlo".</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
"Entretanto, Herodes, al verse burlado por los magos, se irritó sobremanera y mandó matar a todos los niños que había en Belén y sus contornos, de dos años abajo, conforme al tiempo de la aparición de la estrella, que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió lo que predijo el profeta Jeremías cuando anunciaba: "En Rama se oyeron las voces, muchos lamentos y alaridos. Es Raquel que llora a sus hijos, sin hallar consuelo, porque ya no existen". (Mat. II, 18).</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Al hablar de Herodes, dice el historiador Josefo que "era un hombre de gran barbarie hacia todos los demás" y relata varios de sus crímenes, tan espantosos, crueles y repugnantes, que la matanza de unos cuantos niños judíos parece cosa de nada, y Josefo ni la menciona. Por tradición popular, se supone que el número de las víctimas de la matanza ordenada por Herodes fue muy crecido. La liturgia bizantina habla de 14,000 niños, las "Menaia" sirias, de 64,000 y, por cierta interpretación a algunas palabras del Apocalipsis XIV 1-5), se hace ascender la cifra a 144,000. Sobre la menor de estas cantidades, dice Alban Butler con toda razón, que "excede todos los límites y, ciertamente que no ha sido confirmada por ninguna autoridad calificada". Belén era una villa pequeña y, aun cuando se incluyesen sus contornos, no podía tener, en un momento dado, más de veinticinco niños menores de dos años. Algunos de los investigadores hacen descender la cifra a media docena solamente. Hay una historia muy conocida que escribió Macrobio, cronista hereje del siglo quinto, donde se afirma que, al enterarse el emperador Augusto de que, entre los niños menores de dos años que Herodes había mandado matar se encontraba el propio hijo del rey, hizo este comentario: "Valdría más ser el cerdo (hus) de Herodes que su hijo (huios)", con lo que hacía una irónica referencia a la ley judía de no comer carne de cerdo y, en consecuencia, de no matar a los cerdos. Sin embargo, esta noticia es falsa, puesto que el hijo de Herodes a quien se refiere, era Herodes Antipas, quien por aquella época ya era un adulto y a quien su propio padre mandó matar poco antes de expirar.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
La fiesta de los Santos Inocentes (a quienes en el oriente se llama sencillamente los Santos Niños), se ha observado en la Iglesia desde el siglo quinto. La Iglesia los venera como mártires que no sólo murieron por Cristo, sino en lugar de Cristo. "Flores martyrum", los llama la Iglesia, mientras que San Agustín habla de ellos como de capullos destrozados por la tormenta de la persecución en el momento en que se abrían. Sin embargo, en la liturgia no se los trata como a mártires. El color de las vestiduras sacerdotales para la misa de los Santos Inocentes, es el púrpura y no se canta el Gloria ni el Aleluya; pero en la octava y cuando la fiesta cae en domingo, se usan vestiduras rojas y se cantan, como de costumbre, el Gloria y el Aleluya. Antiguamente, en Inglaterra se llamaba a esta fiesta "Childermass" y San Beda compuso un extenso himno en honor de los Inocentes. Naturalmente que en Belén reciben una veneración especial; su fiesta es ahí obligatoria y por las tardes de todos los días del año, los frailes franciscanos y los niños del coro, visitan el altar de los Santos Inocentes, en la cripta de la Basílica de la Natividad y cantan el himno de Laudes de la fiesta: "Sálvete, flores martyrum".</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-4682244004692614122018-12-27T13:08:00.001-08:002018-12-27T13:08:22.447-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>SAN JUAN EVANGELISTA, APÓSTOL </b></span><br />
<b>Vida de los Santos de A. Butler</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6ISKF5n2jyfCtKElyAiZsYY761SjbpBwszxfLxERdc1q75XoMBeLOVs5P_DpxiVnyaDweSUwS6HZdXWsn_5vWu9rjSRmzpYaeK3zS0mP23DsjMbTU4vpQfu9f0rg5EZqNTUWqIagdip0/s1600/12-27juan-evangelista.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="450" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6ISKF5n2jyfCtKElyAiZsYY761SjbpBwszxfLxERdc1q75XoMBeLOVs5P_DpxiVnyaDweSUwS6HZdXWsn_5vWu9rjSRmzpYaeK3zS0mP23DsjMbTU4vpQfu9f0rg5EZqNTUWqIagdip0/s640/12-27juan-evangelista.JPG" width="522" /></a></div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<span class="Estilo66" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; font-weight: bold; margin: 0px; padding: 0px;">Carlos Dolci, S. Juan Evangelista<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />escribe su Evangelio. S. XVII</span></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
(C. 100 p.c.) San Juan el Evangelista, a quien se distingue como "el discípulo amado de Jesús" y a quien a menudo se llama "el Divino" (es decir, el "Teólogo"), sobre todo entre los griegos y en Inglaterra, era un judío de Galilea, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor, con quien desempeñaba el oficio de pescador. Junto con su hermano, se hallaba Juan remendando las redes a la orilla del lago de Galilea, cuando Jesús, que acababa de llanuir a su servicio a Pedro y a Andrés, llamó también a los otros dos hermanos para que fuesen sus Apóstoles. A éstos, el propio Jesucristo les puso el sobrenombre de Boanerges, o sea "hijos del trueno" (cf. Lucas IX, 54), aunque no está aclarado si lo hizo como una recomendación o bien a causa de la violencia de su temperamento. Se dice que San Juan era el más joven de los doce Apóstoles y que sobrevivió a todos los demás; por otra parte, es el único sobre el cual se tiene la certeza de que no murió en el martirio. En el Evangelio que escribió se refiere a sí mismo, con cierto orgullo justificado, como "el discípulo a quien Jesús amaba", y es evidente que era uno de los que ocupaban una posición de privilegio. El Señor quiso que estuviese presente, junto con Pedro y Santiago, en el momento de Su transfiguración, así como durante Su agonía en el Huerto de los Olivos. En muchas otras ocasiones, Jesús demostró a Juan su predilección o su afecto especial, mayor que hacia los otros, por consiguiente, nada tiene de extraño desde el punto de vista humano, que la esposa de Zebedeo pidiese al Señor que sus dos hijos llegasen a sentarse junto a Él, uno a la derecha y el otro a la izquierda, en Su Reino. Juan fue el elegido para acompañar a Pedro a la ciudad a fin de preparar la cena de la última Pascua y, en el curso de aquel convite, Juan reclinó su cabeza sobre el pecho de Jesús y fue a Juan a quien el Maestro indicó, no obstante que Pedro formuló la pregunta, el nombre del discípulo que habría de traicionarle. Es creencia general la de que era Juan aquel "otro discípulo" que entró con Jesús ante el tribunal de Caifas, mientras Pedro se quedaba afuera. Juan fue el único de los Apóstoles que permaneció al pie de la cruz con la Virgen María y las otras piadosas mujeres y fue él quien recibió el sublime encargo de tomar bajo su cuidado a la Madre del Redentor.' "Mujer, he ahí a tu hijo", murmuró Jesús a su Madre desde la cruz. "He ahí a tu madre", le dijo a Juan. Y desde aquel momento, el discípulo la tomó como suya. El Señor nos llamó a todos hermanos y nos encomendó el amoroso cuidado de Su propia Madre, pero entre todos los hijos adoptivos de la Virgen María, San Juan fue el primogénito. Tan sólo a él le fue dado el privilegio de tratar a María como si fuese su propia madre y el de honrarla, servirla y cuidarla en persona.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Cuando María Magdalena trajo la noticia de que el sepulcro de Cristo se hallaba abierto y vacío, Pedro y Juan acudieron inmediatamente y Juan, que era el más joven y el que corría más de prisa, llegó primero. Sin embargo, esperó a que llegase San Pedro y los dos juntos se acercaron al sepulcro y los dos "vieron y creyeron" que Jesús había resucitado. A los pocos días, Jesús se les apareció por tercera vez, a orillas del lago de Galilea, y vino a su encuentro caminando por la playa. Fue entonces cuando interrogó a San Pedro sobre la sinceridad de su amor, le puso al frente de Su Iglesia y le vaticinó su martirio. San Pedro, al caer en la cuenta de que San Juan se hallaba detrás de él, preguntó a su Maestro, por solicitud hacia su compañero: "Señor, ¿qué hará este hombre?" Y Jesús replicó: "Si mi deseo es que se quede hasta que yo venga, ¿qué tiene éso que ver contigo? Sigúeme tú". Debido a aquella respuesta, no es sorprendente que entre los hermanos corriese el rumor de que Juan no iba a morir, un rumor que el mismo Juan se encargó de desmentir al indicar que el Señor nunca dijo: "No morirá". Después de la Ascensión de Jesucristo, volvemos a encontrarnos con Pedro y Juan que subían juntos al templo y, antes de entrar, curaron milagrosamente a un tullido. Los dos fueron hechos prisioneros, pero se los dejó en libertad con la orden de que se abstuviesen de predicar en nombre de Cristo, a lo que ambos respondieron: "Si es razón delante de Dios escucharos a vosotros antes que a Dios, juzgadlo vosotros mismos. No podemos nosotros dejar de hablar de lo que vimos y oímos". Después, los dos Apóstoles fueron enviados a confirmar a los fieles que el diácono Felipe había convertido en Samaria. Cuando San Pablo fue a Jerusalén tras de su conversión se dirigió a aquéllos que "parecían ser los pilares" de la Iglesia, es decir a Santiago, Pedro y Juan, quienes confirmaron su misión entre los gentiles y fue por entonces cuando San Juan asistió al primer Concilio de los Apóstoles en Jerusalén. Tal vez concluido éste, San Juan partió de Palestina para viajar al Asia Menor. No hay duda de que estaba presente cuando murió la Virgen María, ya haya ocurrido el hecho en Jerusalén o en Efeso. San Ireneo afirma que Juan se estableció en Efeso después del martirio de San Pedro y San Pablo, pero es imposible determinar la época precisa. De acuerdo con la tradición, durante el reinado de Domiciano, San Juan fue llevado a Roma, donde quedó milagrosamente frustrado un intento para quitarle la vida (ver el <a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/05-06-juan-portam-latinam.html" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;" target="_blank" title="6 de mayo">6 de mayo</a>). La misma tradición afirma que posteriormente fue desterrado a la isla de Patmos, donde recibió las revelaciones celestiales que escribió en su libro del Apocalipsis.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Después de la muerte de Domiciano, en el año 96, San Juan pudo regresar a Efeso, y es creencia general que fue entonces cuando escribió su Evangelio. El mismo nos revela el objetivo que tenía presente al escribirlo. "Todas estas cosas las escribo para que podáis creer que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y para que, al creer, tengáis la vida en Su nombre". Su Evangelio tiene un carácter enteramente distinto al de los otros tres y es una obra teológica tan sublime que, como dice Teodoreto, "está más allá del entendimiento humano el llegar a profundizarlo y comprenderlo enteramente". La elevación de su espíritu y de su estilo y lenguaje, está debidamente representada por el águila, que es el símbolo de San Juan el Evangelista. También escribió el Apóstol tres epístolas: a la primera se le llama Católica, ya que está dirigida a todos los otros cristianos, particularmente a los que él convirtió, a quienes insta a la pureza y santidad de vida y a la precaución contra las artimañas de los seductores. Las otras dos son breves y están dirigidas a determinadas personas: una, probablemente a la Iglesia local, y la otra a un tal Gayo, un comedido instructor de cristianos. A lo largo de todos sus escritos, impera el mismo inimitable espíritu de caridad. No es éste el lugar para hacer referencias a las objeciones que se han hecho a la afirmación de que San Juan sea el autor del cuarto Evangelio.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Los más antiguos escritores hablan de la decidida oposición de San Juan a las herejías de los ebionitas y a los seguidores del gnóstico Cerinto. En cierta ocasión, cuando Juan iba a los baños, se enteró de que Cerinto estaba en ellos y entonces se devolvió y comentó con algunos amigos que le acompañaban: "¡Vamonos, hermanos y a toda prisa, no sea que los baños en donde está Cerinto, el enemigo de la verdad, caigan sobre su cabeza y nos aplasten". Dice San Ireneo que fue informado de este incidente por el propio San Policarpio, el discípulo personal de San Juan. Por su parte, Clemente de Alejandría relata que en cierta ciudad cuyo nombre omite, San Juan vio a un apuesto joven en la congregación y, con el íntimo sentimiento de que mucho de bueno podría sacarse de él, lo llevó a presentar al obispo a quien él mismo había consugrado. "En presencia de Cristo y ante esta congregación, recomiendo ente joven a tus cuidados". De acuerdo con las recomendaciones de San Juan, el joven se hospedó en la casa del obispo, quien le dio instrucciones, le mantuvo dentro de la disciplina y a la larga lo bautizó y lo confirmó. Pero desde entonces, las atenciones del obispo se enfriaron, el neófito frecuentó las malas compañías y acabo por convertirse en un asaltante de caminos. Transcurrió algún tiempo, y San Juan volvió a aquella ciudad y pidió al obispo: "Devuélveme ahora el cargo que Jesucristo y yo encomendamos a tus cuidados en presencia de tu iglesia . El obispo se sorprendió creyendo que se trataba de algún dinero que se le había confiado, pero San Juan explicó que se refería al joven que le había presentado y entonces el obispo exclamó: "¡Pobre joven! Ha muerto". "¿De que murió?", preguntó San Juan. "Ha muerto para Dios, puesto que es un ladrón", fue la respuesta. Al oír estas palabras, el anciano Apóstol pidió un caballo y un guía para dirigirse hacia las montañas donde los asaltantes de caminos tenían su guarida. Tan pronto como se adentró por los tortuosos senderos de los montes, los ladrones le rodearon y le apresaron. "Para esto he venido", gritó San Juan. "¡Llevadme con vosotros!" Al llegar a la guarida, el joven renegado reconoció al prisionero y trató de huir, lleno de vergüenza. Pero Juan le gritó para detenerle: "¡Muchacho! ¿Por qué huyes de mí, tu padre, un viejo y sin armas? Siempre hay tiempo para el arrepentimiento. Yo responderé por ti ante mi Señor Jesucristo y estoy dispuesto a dar la vida por tu salvación. Es Cristo quien me envía". El joven escuchó estas palabras inmóvil en su sitio; luego bajó la cabeza y, de pronto, se echó a llorar y se acercó a San Juan para implorarle, según dice Clemente de Alejandría, un segundo bautismo. Por su parte, el Apóstol no quiso abandonar la guarida de los ladrones hasta que el pecador quedó reconciliado con la Iglesia.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Aquella caridad que inflamaba su alma, deseaba infundirla en los otros de una manera constante y afectuosa. Dice San Jerónimo en sus escritos que, cuando San Juan era ya muy anciano y estaba tan debilitado que no podía predicar al pueblo, se hacía llevar en una silla a las asambleas de los fieles de Efeso y siempre les decía estas mismas palabras: "Hijitos míos, amaos entre vosotros. . ." Alguna vez le preguntaron por qué repetía siempre la frase, respondió San Juan: "Porque ése es el mandamiento del Señor y si lo cumplís ya habréis hecho bastante". San Juan murió pacíficamente en Efeso hacia el tercer año del reinado de Trajano, es decir hacia el año cien de la era cristiana, cuando tenía la edad de noventa y cuatro años, de acuerdo con San Epifanio. Según los datos que nos proporcionan San Gregorio de Nissa, el Breviariiun sirio de principios del siglo quinto y el Calendario de Cartago, la práctica de celebrar la fiesta de San Juan el Evangelista inmediatamente después de la de San Esteban, es antiquísima. En el texto original del Hieronymianum (alrededor del año 600 P.C.), la conmemoración parece haber sido anotada de esta manera: "La Asunción de San Juan el Evangelista en Efeso y la ordenación al episcopado de Santo Santiago, el hermano de Nuestro Señor y el primer judío que fue ordenado obispo de Jerusalén por los Apóstoles y que obtuvo la corona del martirio en el tiempo de la Pascua". Era de esperarse que en una nota como la anterior, se mencionaran juntos a Juan y a Santiago, los hijos de Zebedeo; sin embargo, es evidente que el Santiago a quien se hace referencia, es el otro, el hijo de Alfeo, a quien ahora se honra junto con San Felipe el 1" de Mayo. La frase "Asunción de San Juan", resulta interesante puesto que se refiere claramente a la última parte de las apócrifas "Actas de San Juan". La errónea creencia de que San Juan, durante los últimos días de su vida en Efeso desapareció sencillamente, como si hubiese ascendido al cielo en cuerpo y alma puesto que nunca se encontró su cadáver, una idea que surgió sin duda de la afirmación de que aquel discípulo de Cristo "no moriría", tuvo gran difusión y aceptación a fines del siglo II. Por otra parte, de acuerdo con los griegos, el lugar de su sepultura en Efeso era bien conocido y aun famoso por los milagros que se obraban en él. El Acta Johannis, que ha llegado hasta nosotros en forma imperfecta y que ha sido condenada a causa de sus tendencias heréticas, por autoridades en la materia tan antiguas como Eusebio, Epifanio, Agustín y Toribio de Astorga, contribuyó grandemente a crear una leyenda tradicional. De estas fuentes o, en todo caso, del pseudo Abdías, procede la historia en base a la cual se representa con frecuencia a San Juan con un cáliz y una víbora. Se cuenta que Aristodemus, el sumo sacerdote de Diana en Efeso, lanzó un reto a San Juan para que bebiese de una copa que contenía un líquido envenenado. El Apóstol apuró el veneno sin sufrir daño alguno y, a raíz de aquel milagro, convirtió a muchos, incluso al sumo sacerdote. En ese incidente se funda también sin duda la costumbre popular que prevalece sobre todo en Alemania, de beber la Johannis-Minne, la copa amable o pocidum charitatis, con la que se brinda en honor de San Juan. En la ritualia medieval hay numerosas fórmulas para ese brindis y para que, al beber la Johannis-Minne, se evitaran los peligros, se recuperara la salud y se llegara al cielo.</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-88143536399679894762018-12-26T15:35:00.001-08:002018-12-26T15:36:07.072-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR </b></span><br />
<b>Vida de los Santos de A. Butler</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuk96zYlpmhZEmQxAgivW55yKmstFs90v0-w2tUsc1LuxSkM9pbF939yFA_992OVX50GVWR_WfWTEWJYqvsbf1N4RXBZFV9gESQuAdqEba7PLLVNjfKeIH5MFtC6EWVqR56aG9V9vkFt0/s1600/12-26esteban.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="569" data-original-width="443" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuk96zYlpmhZEmQxAgivW55yKmstFs90v0-w2tUsc1LuxSkM9pbF939yFA_992OVX50GVWR_WfWTEWJYqvsbf1N4RXBZFV9gESQuAdqEba7PLLVNjfKeIH5MFtC6EWVqR56aG9V9vkFt0/s640/12-26esteban.jpg" width="498" /></a></div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<span class="Estilo66" style="color: #900000; font-family: "georgia" , "times new roman" , "times" , serif; font-weight: bold; margin: 0px; padding: 0px;">Vicente Juan Masip, llamado Juan de Juanes<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />Martirio de S. Esteban S. XVI, Museo del Prado</span></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
(C. 34 P.C.) Está fuera de toda duda que Esteban era judío y, muy probablemente, un helenista de la Dispersión que hablaba el griego. Su nombre proviene del griego Stephanos, que significa "corona". Desconocemos por completo las circunstancias de su conversión al cristianismo. San Epifanio dice que Esteban fue uno de los setenta discípulos del Señor, pero es improbable. La primera referencia que se hace de Esteban en el libro de los Hechos de los Apóstoles, surge al abordar el tema de que entre los numerosos convertidos judíos, los helenistas murmuraban contra los hebreos y se quejaban de que a las viudas de los helenistas se las discriminaba en el diario reparto de los bienes de la comunidad. Con ese motivo, los Apóstoles reunieron a los fieles y les advirtieron que no debían descuidar los deberes de la predicación y la plegaria para atender a la distribución de alimentos; asimismo, les recomendaron que eligiesen a siete hombres de irreprochable conducta, llenos del Espíritu Santo y de reconocida prudencia, para que administrasen el reparto de los bienes comunes. La recomendación fue aprobada y las gentes eligieron a Esteban, "un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo", a Felipe, a Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Aquellos siete les fueron presentados a los Apóstoles, quienes les impusieron las manos y, de esta manera, los ordenaron como a los primeros diáconos.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
"Y la palabra del Señor se difundió y el número de los discípulos se multiplicó extraordinariamente en Jerusalén; también gran número de entre los sacerdotes se sometieron a la fe. Y Esteban, lleno de gracia y de fortaleza, obró grandes maravillas y señales entre el pueblo". Al hablar, lo hacía con un espíritu tan vehemente y con tanta sabiduría, que sus oyentes no podían resistir a sus llamados y, al ver la influencia que ejercía sobre el pueblo, los ancianos y jefes de algunas de las sinagogas de Jerusalén, fraguaron una conspiración para perderle. Al principio, los conspiradores decidieron entablar disputas con Esteban, pero al verse incapaces para derrotarlo en aquel terreno, recurrieron al soborno de testigos falsos que le acusaron de blasfemia contra Moisés y contra Dios. El proceso se estableció en el Sanedrín y ante ese tribunal fue citado Esteban. El cargo principal en contra suya consistía en que había dicho y afirmado que el templo sería destruido y que las tradiciones mosaicas no eran más que sombras de normas inaceptables para Dios, puesto que Jesús de Nazaret las había substituido por otras nuevas. "Y todos cuantos se hallaban en el Sanedrín le miraron y advirtieron que su rostro era como el de un ángel". Entonces se le dio permiso para que hablase y, por medio de una extensa perorata en su defensa, reproducida en los Hechos vil 2-53, demostró que Abraham, el padre y fundador de su nación había dado testimonio y recibido los mayores favores de Dios en tierra extraña; que a Moisés se le mandó hacer un tabernáculo, pero se le vaticinó también una nueva ley y el advenimiento de un Mesías; que Salomón construyó el templo, pero nunca imaginó que Dios quedase encerrado en casas hechas por manos de hombres. Afirmó que tanto el templo como las leyes de Moisés eran temporales y transitorias y deberían ceder el lugar a otras instituciones mejores, establecidas por Dios mismo al enviar al mundo al Mesías. Esteban puso término a su discurso con una amarga invectiva. "¡Sois duros de corazón e incircuncisos de corazones y de oídos!", les dijo. "Siempre resistís al Espíritu Santo, como lo hicieron vuestros padres, ¿Qué profeta hubo al que no persiguiesen vuestros padres? Y mataron a los que de antemano anunciaron el advenimiento del Justo, del cual ahora vosotros os hicisteis traidores y asesinos, vosotros que recibisteis la ley como mandato de ángeles y no la guardasteis".</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Toda la asamblea se estremeció de rabia al oír las palabras de Esteban, mas como él estuviese lleno del Espíritu Santo, no hizo más que levantar los ojos al cielo, vio la gloria de Dios y al Salvador de pie a la derecha del Padre y dijo a los del Sanedrín: "He aquí que contemplo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios". Y ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos y, como de común acuerdo, se precipitaron con el mismo furor contra él. A empellones, le sacaron fuera de la ciudad para apedrearle. Los testigos dejaron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo. Entonces apedrearon a Esteban que imploraba y decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Al caer sobre sus rodillas, clamó con fuerte voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado". Y al decir esto descansó en paz".</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Las referencias que se hacen a los testigos requeridos por la ley de Moisés y todas las circunstancias del martirio, muestran que la lapidación de. San Esteban no fue un acto de violencia de la multitud, sino una ejecución judicial. De entre los que estaban presentes y "consentían en su muerte", sólo uno llamado Saulo, el futuro Apóstol de los Gentiles, supo aprovechar la semilla de sangre que sembró aquel primer mártir de Cristo. "Llevaron a enterrar a Esteban hombres piadosos e hicieron gran duelo sobre él", dicen para concluir los Hechos de los Apóstoles. El hallazgo de los restos de Esteban por el sacerdote Luciano en el siglo quinto, se relata en el artículo relacionado con ese suceso en esta obra, bajo la fecha del <strong style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;">3 de Agosto.</strong></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-48636758276464622372018-12-26T15:33:00.000-08:002018-12-26T15:33:09.905-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>25/12 - EL SANTO DÍA DE NAVIDAD</b></span><br />
<b>El Año Litúrgico - Dom Próspero Gueranger </b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg8Qeq28AwngieDgWHPaA_xS2kJDMbp5GHSvQNlXHfxUGyryBGqQxqaC1CheuCUkMcOTiU9lrKIKMdCftMV467Dn-y-GtqL2qymxRB08OpF-5QqvDuVGuAxmvIqw2LG86LPTSAWWVcAc8/s1600/12-25navidad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="400" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg8Qeq28AwngieDgWHPaA_xS2kJDMbp5GHSvQNlXHfxUGyryBGqQxqaC1CheuCUkMcOTiU9lrKIKMdCftMV467Dn-y-GtqL2qymxRB08OpF-5QqvDuVGuAxmvIqw2LG86LPTSAWWVcAc8/s640/12-25navidad.jpg" width="640" /></a></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">FIN DE LA VIGILIA</strong>. — El día feliz de la Vigilia de Navidad toca a su fin. La Iglesia ha clausurado ya los Oficios divinos propios del Adviento con la celebración del gran Sacrificio. Con maternal clemencia ha permitido a sus hijos quebrantar desde medio día el ayuno preparativo; los fieles se han sentado a la frugal mesa con una alegría espiritual que los hace sentir de antemano la que invadirá sus corazones en la noche que les va a traer al divino Emmanuel.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Mas, una fiesta tan solemne como la de mañana debe comenzar desde el día anterior, como acostumbra hacerlo la Iglesia en sus festividades. Dentro de unos momentos va a llamar la Iglesia a los cristianos al templo para el Oficio de las Primeras Vísperas, en el que se ofrece a Dios el incienso de la tarde. El esplendor de las ceremonias y la magnificencia de los cantos van a preparar a las almas para las emociones de amor y gratitud que las dispondrán a recibir las gracias en el momento supremo.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En espera de la llamada que nos ha de invitar a la casa de Dios, aprovechemos los instantes que nos quedan para ahondar en el misterio de tan gran día y, en los sentimientos que embargan a la Santa Iglesia en esta fiesta, y en las tradiciones católicas que tanto ayudaron a que la celebraran dignamente nuestros antepasados.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">SERMÓN DE SAN GREGORIO NACIANCENO</strong>. — Primeramente, escuchemos la voz de los santos Padres que resuena con un énfasis y una elocuencia capaces de despertar a toda alma que no esté muerta. He aquí en primer lugar a San Gregorio el Teólogo, Obispo de Nacianzo, en su discurso treinta y ocho dedicado a la Teofanla o Nacimiento del Salvador: ¿quién será capaz de permanecer frío oyendo sus palabras?</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
"Cristo nace; ensalzadle. Cristo baja del cielo; salidle al encuentro. Cristo está ya en la tierra; oh hombres, elevaos. Cante al Señor toda la tierra y para decirlo todo en una sola palabra: Alégrense los cielos y salte de gozo la tierra por causa de Aquel que es al mismo tiempo del cielo y de la tierra. Cristo se viste con nuestra carne, estremeced de temor y alegría: de temor por razón de vuestros pecados, de alegría por la esperanza. Cristo nace de una Virgen; mujeres, honrad la virginidad para que lleguéis a ser Madres de Cristo.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
¿Quién no adorará al que existió eternamente? ¿quién no alabará y ensalzará al que acaba de nacer? He aquí que se deshacen las tinieblas; es creada la luz; Egipto permanece en las sombras, e Israel es alumbrado por la columna luminosa. El pueblo que estaba sentado en las tinieblas de la ignorancia ve el resplandor de una profunda ciencia. Ha terminado lo antiguo; todo es ya nuevo. Le letra huye, triunfa el espíritu; las sombras han pasado; la verdad ha hecho su aparición. La naturaleza ve sus leyes violadas; ha llegado el momento de poblar el mundo celestial: Cristo manda; guardémonos de oponer resistencia.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Aplaudid, naciones todas: porque un Niño nos ha sido dado, un Hijo nos ha nacido. La señal de su principado está sobre sus espaldas: porque la cruz ha de ser el instrumento de su exaltación; su nombre es Angel del gran consejo, es decir, del consejo paterno.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Ya puede San Juan exclamar: ¡Preparad el camino del Señor! En cuanto a mí, quiero publicar la magnificencia de tan gran día: El incorpóreo se encarna; el Verbo toma carne; el Invisible se deja ver de nuestros ojos, el Impalpable se deja tocar: el que no conoce el tiempo, toma principio en él; el Hijo de Dios se hace hijo del hombre. Jesucristo fué ayer; es hoy, y será siempre. Escandalícese el Judío; mófese el Griego, muévase la lengua del hereje su boca impura. También, ellos creerán por fin en el Hijo de Dios, cuando le vean subir al cielo; y, si aún entonces se niegan hacerlo, creerán cuando baje del cielo para juzgarlos en su tribunal justiciero".</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">SERMÓN DE SAN BERNARDO</strong>. — Oigamos ahora, en la Iglesia latina, al piadoso San Bernardo, que, en el Sermón VI de la Vigilia de Navidad derrama una dulce alegría en sus melodiosas palabras.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
"Acabamos de oír una noticia llena de gracia y a propósito para ser recibida con transportes de alegría: Jesucristo, Hijo de Dios, nace en Belén de Judea. Mi alma se ha derretido al oír esta frase; mi espíritu se agita dentro de mí, obligándome a comunicaros esta felicidad. Jesús quiere decir Salvador: ¿Hay algo más necesario que un Salvador para los que estaban perdidos, más deseable para los desgraciados, más conveniente para los que carecían de esperanza? ¿Dónde estaba la salvación, dónde ni siquiera la esperanza de salvación por ligera que fuese, bajo esa ley de pecado, en ese cuerpo de muerte, en medio de esa maldad, en esa mansión de llanto, si la salvación no hubiese nacido de repente y contra toda esperanza? ¡Oh hombre, deseas ciertamente la salud; pero conociendo tu debilidad y tu flaqueza, temes la dureza del tratamiento! No temas: Cristo es dulce y suave; inmensa su misericordia; por ser Cristo, ha recibido la unción para derramarla sobre tus heridas. Mas, al decirte que es dulce, no vayas a creer que carece de poder; porque se añade que es Hijo de Dios. Saltemos, pues, de gozo repasando dentro de nosotros mismos y pronunciando esa dulce frase, esa suave palabra: ¡<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Jesucristo, Hijo de Dios, nace en Belén de Judea</em>!"</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">SERMÓN DE SAN EFRÉN</strong>. — Es, pues, un gran día el del Nacimiento del Salvador: día esperado por el género humano durante miles de años; esperado por la Iglesia en esas cuatro semanas de Adviento, de tan grato recuerdo; esperado por la naturaleza entera, que, a su llegada, vuelve a ver todos los años el triunfo del sol material sobre las tinieblas siempre crecientes. El gran Doctor de la Iglesia Siria, San Efrén, celebra con entusiasmo el encanto y la fecundidad de este misterioso día; tomemos sólo una muestra de esa divina poesía y digamos con él:</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
"Dignáos, Señor, permitirnos celebrar hoy el día propio de tu natalicio, que la fiesta de hoy nos trae a la memoria. Este día es semejante a Ti; es amigo de los hombres. Vuelve anualmente a través de los siglos; envejece con los viejos y se rejuvenece con el niño que acaba de nacer. Todos los años nos visita y pasa, para volver con nuevos atractivos. Sabe que la naturaleza humana no podría prescindir de él; lo mismo que Tú, trata de ayudar a nuestra raza en peligro. Todo el mundo, Señor, ansia el día de tu nacimiento; este feliz día lleva en sí todos los siglos venideros; es uno y se multiplica. Sea, pues, semejante a Ti también este año, y tráiganos la paz entre el cielo y la tierra. Si todos los días son testigos de tu magnanimidad, ¿cuánto más deberá serlo éste?</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Los demás días del año toman de él su belleza. y las fiestas que van a seguir le deben la dignidad y el esplendor con que brillan. El día de tu nacimiento es un tesoro, Señor, un tesoro destinado a pagar la deuda común. Bendito sea el día que nos ha hecho ver el sol a los que andábamos errantes en la noche oscura; que nos ha traído la mies divina con la que nadaremos en la abundancia; que nos ha dado la rama de la viña, abundante en el líquido de salvación que nos comunicará a su debido tiempo. En medio del invierno que priva a los árboles de sus frutos, la viña se ha revestido de una exuberante vegetación; en la estación del hielo, el tallo ha brotado de la raíz de Jesé. En diciembre, en este mes que guarda todavía en sus entrañas la semilla que se le confió, es cuando la espiga de nuestra salvación se yergue del seno de la Virgen, a donde había bajado en los días de la primavera, cuando los corderuelos triscan por las praderas."</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
No es, pues, de extrañar que este día haya sido privilegiado en la economía del tiempo, y hasta vemos con satisfacción que las mismas naciones paganas presienten en sus calendarios la gloria que le estaba reservada en el curso de los siglos. Hemos visto también que no fueron los Gentiles los únicos en prever misteriosamente las relaciones del divino Sol de justicia con el astro caduco que ilumina y da calor al mundo; los santos Doctores y la Liturgia entera hablan continuamente de esta inefable armonía.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">BAUTISMO DE CLODOVEO</strong>. — Con el fin de grabar más hondamente la importancia de tan sagrado día en la memoria de los pueblos cristianos de Europa, pueblos de elección en los designios misericordiosos de Dios, el soberano Señor de los acontecimientos quiso que el reino de los Francos naciera el día de Navidad (496), cuando en el Batisterio de Reims, en medio de las pompas de esta solemnidad, Clodoveo, el fiero Sicambro, convertido en dulce cordero, fue sumergido por San Remigio en la fuente de salvación, de la que salió para fundar la primera monarquía católica entre las nuevas naciones, ese reino de Francia, el más bello, se ha dicho, después del cielo.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<span class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; font-weight: bold; margin: 0px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;">LA CONVERSIÓN DE INGLATERRA</strong>.</span> — Un siglo después (597) sucedía algo parecido al pueblo anglosajón. El Apóstol de la isla de los Bretones, el monje San Agustín, después de haber convertido a la religión verdadera al rey Etelredo, seguía conquistando almas. Dirigiéndose hacia York, predicaba la palabra de vida, y un pueblo entero se reunía pidiendo el Bautismo. Fué fijado el día de Navidad para la regeneración de los nuevos discípulos de Cristo; y el río que corre bajo las murallas de la ciudad fué elegido para servir de fuente bautismal a aquel ejército de catecúmenos. Diez mil hombres, sin contar mujeres y niños, bajan a las aguas cuya corriente debe llevarse la impureza de sus almas. La crudeza del tiempo no es capaz de detener a aquellos nuevos pero fervientes discípulos del Niño de Belén, los cuales desconocían hasta su nombre pocos días antes. Un ejército completo de neófitos sale radiante de alegría e inocencia del seno de las olas heladas, y el día de su Nacimiento cuenta Cristo una nación más bajo su imperio.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Mas no bastará esto todavía al Señor, empeñado en la tarea de honrar el día del Nacimiento de su Hijo.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">LA CORONACIÓN DE CARLOMAGNO</strong>. — Otro ilustre nacimiento debía aún embellecer este feliz aniversario. En Roma, en la Basílica de San Pedro, y en la fiesta de Navidad del año 800, nacía el Sacro Imperio Romano, al que estaba reservada la misión de propagar el reino de Cristo en las regiones bárbaras del Norte, y mantener la unídad europea, bajo la dirección del Romano Pontífice. San León III colocaba en este día la corona imperial sobre la cabeza de Carlomagno; y la tierra, admirada, volvía a contemplar a un César, un Augusto, no un César o un Augusto sucesor de los Césares y Augustos de la Roma pagana, sino investido de esos gloriosos títulos por el Vicario de Aquel que en las profecías se llama Rey de reyes y Señor de los señores.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">LA GLORIA DEL DÍA DE NAVIDAD</strong>. — De este modo ha querido Dios hacer brillar a los ojos de los hombres la gloria del real Niño que ha nacido hoy; así ha dispuesto de cuando en cuando, a través de los siglos, esos ilustres aniversarios de la Natividad que da gloria a Dios y paz a los hombres.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Los siglos venideros podrán decir cómo se reserva aún el Altísimo el derecho de glorificar en este día su nombre y el de su Emmanuel.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Entretanto, las naciones de Occidente, conocedoras de la dignidad de esta fiesta y considerándola con razón como el principio universal de todo, en la era de la renovación del mundo, contaron durante mucho tiempo sus años partiendo de Navidad, como se puede apreciar por los antiguos calendarios, por los Martirologios de Usuardo y de Adón y por un gran número de Bulas, de Cartas y Diplomas. En 1313 un concilio de Colonia nos muestra subsistente todavía en esa época esta costumbre. Varios pueblos de la Europa católica, han guardado hasta el día de hoy la costumbre de celebrar el nuevo año en la fiesta de Navidad. Se desea feliz Navidad como entre nosotros el día primero de enero feliz año nuevo. Se cambian cumplidos y regalos; se escribe a los amigos ausentes: ¡restos preciosos de las antiguas costumbres que tenían la fe como fundamento y muralla inexpugnable!</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Es tal la alegría que a los ojos de la Santa Iglesia debe llenar a los fieles en la Natividad del Salvador, que, asociándose a ella misericordiosamente, dispensa el día de mañana el precepto de la abstinencia cuando Navidad cae en viernes o sábado. Esta dispensa se remonta al Papa Honorio III, que gobernaba en 1216; pero ya desde el siglo IX San Nicolás I, en su respuesta a consultas de los Búlgaros, había manifestado una condescendencia parecida, con objeto de animar la alegría de los fieles en la celebración no sólo de la fiesta de Navidad, sino también en las de San Esteban, de San Juan Evangelista, de la Epifanía, de la Asunción de Nuestra Señora, de San Juan Bautista y de San Pedro y San Pablo. Pero esta dispensa no fue universal y sólo se ha mantenido para la fiesta de Navidad, contribuyendo así a aumentar la alegría popular. La legislación civil de la Edad Medía, en su deseo de confirmar a su modo la importancia que daba a una fiesta tan querida de toda la cristiandad, concedía a los deudores la facultad de supender el pago a los acreedores durante toda la semana de Navidad, que por esta razón era apellidada semana de remisión, lo mismo que las de Pascua y Pentecostés.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Pero dejemos un momento estos datos familiares que nos hemos complacido en reunir a propósito de la gloriosa festividad que conmueve tan dulcemente nuestros corazones; es hora de que acudamos a la casa de Dios, a donde nos llama el Oñcio solemne de las Primeras Vísperas. Por el camino, vayamos pensando en Belén, a donde han llegado ya José y María. El sol material camina rápidamente al ocaso; y el divino Sol de justicia permanece todavía oculto por algunos momentos bajo la nube, en el seno de la más pura de las vírgenes. Se acerca la noche; José y María recorren las calles de la ciudad de David, buscando un asilo para albergarse. Atención, pues, corazones fieles, ¡unios a los dos incomparables peregrinos! Ha llegado la hora de que salga de toda lengua humana un canto de gloria y agradecimiento. Para expresarnos, aceptemos con diligencia la voz de la Santa Iglesia, que estará a la altura de tan noble tarea.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; font-weight: bold; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
ANTES DE LOS OFICIOS NOCTURNOS</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">MAITINES</strong>. — Deben saber los fieles que, en los primeros siglos de la Iglesia, no se celebraba nunca una fiesta solemne sin hacer su preparación por medio de una Vigilia, en la que el pueblo cristiano, renunciando al sueño, llenaba la Iglesia y seguía fervorosamente la salmodia y las lecturas; este conjunto constituía lo que hoy llamamos Oficio de Maitines. Se dividía la noche en tres partes, conocidas con el nombre de Nocturnos; al apuntar el alba comenzaban otros cánticos más solemnes que formaban el Oficio de, las alabanzas, que de ahí ha quedado con el nombre de Laudes. Este Oficio divino, que ocupaba gran parte de la noche, se celebra aún diariamente aunque a horas menos penosas, en los Capítulos y Monasterios, y es recitado en privado por todos los clérigos obligados al rezo, del que forma la parte más notable. Con la pérdida de las prácticas litúrgicas desapareció también la costumbre de que los fieles tomasen parte en la celebración de los Maitines; y, en la mayoría de las iglesias parroquiales y aun de las catedrales de Francia, se terminó por no cantarlos más que cuatro veces al año: a saber, los tres últimos días de la Semana Santa, siendo todavía hoy anticipados a la tarde anterior, con el nombre de Tinieblas; y finalmente el día de Navidad, que se celebran a la misma hora, poco más o menos que antiguamente.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El Oficio de la noche de Navidad fué siempre objeto de una especial devoción y solemnidad entre todos los del año: primero por razón de ser la hora en que la Santísima Virgen dió a luz al Salvador, y por eso debemos esperarla en oración y ardientes deseos; además, porque esta noche la Iglesia no se contenta con celebrar el Oficio de Maitines de un modo ordinario, sino que, por excepción única y para mejor honrar el divino Nacimiento, añade la ofrenda del santo Sacrificio de la Misa, precisamente a media noche, que es cuando María dió su augusto fruto a la tierra. De ahí que en muchos lugares, sobre todo en las Galias, según testimonio de San Cesáreo de Arlés, los fieles pasaban toda la noche en la Iglesia.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En Roma, durante varios siglos, por lo menos del séptimo al undécimo, se decían dos Maitines en la noche de Navidad. Los primeros se cantaban en la Basílica de Santa María la Mayor; se comenzaban en cuanto se ponía el sol; no se decía Invitatorio en ellos, y a continuación de este primer Oficio nocturno el Papa celebraba a media noche la primera Misa de Navidad. Inmediatamente después, se trasladaba con el pueblo a la Iglesia de Santa Anastasia, donde celebraba la Misa de la Aurora. Luego, la piadosa comitiva se dirigía con el Pontífice, a la Basílica de San Pedro, donde comenzaban inmediatamente los segundos Maitines. Estos tenían su Invitatorio y eran seguidos de Laudes: terminados éstos y los Oficios siguientes a sus horas correspondientes, el Papa celebraba la tercera y última Misa a la hora de Tercia. Amalario y el antiguo liturgista del siglo XII que se ha dado a conocer con el nombre de Alcuino nos han transmitido estos detalles, que están de acuerdo con el texto de los antiguos Antifonarios de la Iglesia Romana publicados por el Beato José María Tomasí y por Gallicioli.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Eran tiempos de fe viva; para ellos las horas pasaban veloces en la casa de Dios, porque la oración servía de poderoso lazo de unión a los pueblos abrevados continuamente en los divinos misterios. Entonces se gustaba la oración de la Iglesia; las ceremonias de la Liturgia, que son su necesario complemento, no eran como hoy un espectáculo mudo, o a lo más impregnado de una vaga poesía; las masas sentían y creían lo mismo que los individuos. ¿Quién nos devolverá esta comprensión de lo sobrenatural, sin la cual tantas personas de hoy día se jactan de ser cristianas y católicas?</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">LA NOCHE DE NAVIDAD</strong>. — A pesar de todo, todavía no se ha extinguido gracias a Dios por completo entre nosotros esa fe práctica; esperemos que volverá aún algún día a revivir con su antigua vida. ¡Cuántas veces nos hemos complacido en buscar y observar sus huellas en el seno de esas familias patriarcales, numerosas todavía en nuestras pequeñas ciudades y aldeas! Allí fue donde vimos, y ningún recuerdo de infancia nos es tan grato, a toda una familia, que, después de la frugal colación de la noche, se reunía en torno a un gran hogar, en espera de que sonara la señal para acudir a la Misa de la media noche.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Allí estaban preparados de antemano los platos que habían de ser servidos a la vuelta, apetitosos, sin ser rebuscados y que habían también de contribuir a la alegría de tan santa noche: en medio del hogar ardía un grueso tronco, llamado "leño de Navidad", que calentaba toda la sala. Había de consumirse lentamente durante los Oficios para que a su vuelta encontraran un reconfortante brasero los miembros de los ancianos y de los niños ateridos por el frío.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Allí se hablaba animadamente del misterio de la solemne noche; se compadecía a María y a su dulce Hijo expuesto a los rigores del invierno en un establo abandonado; luego se entonaban algunos de aquellos villancicos que habían servido para entretenerlos durante las largas vigilias del Adviento.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Las voces y los corazones estaban de acuerdo al ejecutar aquellas populares melodías compuestas en días mejores. Aquellos ingénuos cantos referían la visita del Angel Gabriel a María y el anuncio de la maternidad divina hecho a la digna doncella; la pena de María y de José al recorrer las calles de Belén en busca de un albergue en las posadas de aquella ingrata ciudad; el milagroso alumbramiento de la Reina del cielo; los encantos del Recién Nacido en su humilde cuna; la llegada de los pastores con sus rústicos regalos, su música un tanto ruda y la sencilla fe de sus corazones.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Animábanse pasando de un villancico a otro; olvidaban sus preocupaciones; consolaban sus penas y ensanchábase el alma; mas de pronto la voz de las campanas, que resonaban en la noche, terminaban con tan ruidosos como amables conciertos. Comenzaban a salir hacia la Iglesia; ¡qué felices entonces los niños a quienes su edad permitía ya asociarse por vez primera a las alegrías inefables de esta solemne noche; tan santas y fuertes impresiones debían quedar grabadas en su alma durante el resto de su vida!</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Pero ¿a dónde nos llevan estos encantadores recuerdos? Con objeto de ocupar útilmente los últimos momentos que preceden a la entrada en la Iglesia, quisiéramos sugerir a nuestros lectores algunas consideraciones que les unan al espíritu de la Iglesia, fijando su corazón y su fantasía sobre objetos reales y consagrados por los misterios que se celebran en esta augusta noche.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">LA GRUTA DE BELÉN</strong>. — Así pues, en esta hora nuestro pensamiento debiera volar con preferencia hacia tres lugares que existen en el mundo. El primero es Belén, y en Belén, la gruta del Nacimiento quien nos reclama. Acerquémonos con santo respeto y contemplemos el humilde asilo que el Hijo del Eterno bajado del cielo ha escogido para su primera morada. Este establo, cavado en la roca, se halla situado fuera de la ciudad; tiene unos cuarenta pies de largo por doce de ancho. El asno y el buey anunciados por el Profeta están junto a la cueva, testigos mudos del divino misterio que el hombre se ha negado a recibir en su casa.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
José y María se encuentran también en el humilde retiro; los rodea el silencio de la noche; mas su corazón se dilata en alabanzas y adoraciones dirigidas al Dios que se digna satisfacer de manera tan perfecta por el orgullo humano. La purísima María prepara los pañales que han de envolver los miembros del celeste Infante, y espera con inefable paciencia el momento en que sus ojos verán por fln el fruto bendito de sus castas entrañas, y podrá cubrirle con sus besos y caricias y amamantarle con su leche virginal.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Mas, antes de salir del seno materno y de hacer su entrada visible en este mundo pecador, el divino Salvador se inclina ante su Padre celestial y, conforme a la revelación del Salmista explicada por el gran Apóstol San Pablo en la Epístola a los Hebreos, dice: ¡Oh Padre mío! ya estás harto de los groseros sacrificios de la Ley; esas vacías ofrendas no han aplacado tu justicia; pero me has dado un cuerpo; héme aquí pronto a sacrificarme; vengo a cumplir tu voluntad." (Herbr., X, 7.)</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Todo esto ocurría, a estas horas, en el establo de Belén; los Angeles del Señor estaban maravillados ante tan gran misericordia de un Dios para con sus rebeldes criaturas, contemplando al mismo tiempo con gran placer el gracioso semblante de la Virgen sin mancha, y esperando el momento en que la Rosa mística iba por fin a abrirse para derramar su divino perfume.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
¡Feliz gruta de Belén, testigo de semejantes maravillas ! ¿Quién no dejará allí ahora su corazón? ¿Quién no la preferiría a los más suntuosos palacios de los reyes? Ya, desde los primeros días del cristianismo, la piedad de los fieles la rodeó de la más tierna devoción, hasta que la gran Santa Elena, elegida por Dios para reconocer y honrar en la tierra las huellas del Hombre-Dios, hizo construir en Belén la magnífica Basílica que debía guardar en su recinto el trofeo del amor de Dios hacia su criatura.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Transportémonos con el pensamiento a esta Iglesia que todavía subsiste; contemplemos allí, en medio de infieles y herejes, a los religiosos que sirven aquel santuario, y que se disponen a cantar en nuestra lengua latina los mismos cánticos que bien pronto vamos a oír nosotros. Son hijos de San Francisco, héroes de la pobreza, discípulos del Niño de Belén; precisamente por ser oequeños y débiles son los únicos que hoy día desde hace cinco siglos, sostienen las batallas del Señor en aquellos lugares de la Tierra Santa, que la espada de los Cruzados se cansó de defender. Esta noche oremos en unión con ellos; besemos con ellos la tierra en aquel lugar de la gruta, en que se lee con palabras de oro: Hic <strong style="margin: 0px; padding: 0px;">DE VIRGINE MARÍA IESUS CHRISTUS NATUS EST</strong>.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Pero en vano buscaríamos hoy en Belén la feliz cueva que acogió al divino Infante. Hace ya doce siglos que huyó de aquellas tierras maldecidas por Dios, viniendo a buscar refugio en el centro de la catolicidad en Roma, la Esposa favorecida por el Redentor.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">LA BASÍLICA DEL PESEBRE</strong>. — Roma es por tanto, el segundo lugar del mundo que debe visitar nuestro corazón en esta noche afortunada. Pero dentro de la ciudad santa, hay un santuario que en este momento reclama toda nuestra devoción y nuestro amor. Es la Basílica del Pesebre, la magnifica y radiante Iglesia de Santa María la Mayor. Reina de las numerosas Iglesias que la devoción de los romanos dedicó a la Madre de Dios, levanta su magnificencia sobre el Esquilino, resplandeciente de oro y mármol, pero afortunada sobre todo por poseer en su interior, junto con el retrato de la Virgen Madre atribuido a San Lucas, el humilde y glorioso Pesebre que los impenetrables designios del Señor hicieron que saliese de Belén para confiarlo a su guarda. Un pueblo innumerable se agolpa en la Basílica en espera del feliz instante en que el evocador monumento del amor y de las humillaciones de un Dios, aparezca llevado sobre los hombros de los ministros sagrados, como arca de la nueva alianza cuya ansiada visión tranquiliza al pecador y hace palpitar de emoción el corazón del justo. Quiso Dios que Roma, que debía ser la nueva Jerusalén, fuese también la nueva Belén, y que los hijos de su Iglesia hallasen en este centro inconmovible de su fe, el alimento abundante e inagotable de su amor.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">NUESTRO CORAZÓN</strong>. —- Visitemos finalmente el tercer santuario donde se va a realizar esta noche el misterio del Nacimiento del Hijo divino de María. Este tercer templo está a nuestro lado; está dentro de nosotros: es nuestro propio corazón. Nuestro corazón es el Belén que Jesús quiere visitar, en el que desea nacer para morar allí y crecer hasta llegar al hombre perfecto, como dice el Apóstol (Ef., IV, 13). Si desciende hasta el establo de la ciudad de David, es sólo para poder llegar con mayor seguridad hasta nuestro corazón, al que amó con amor eterno hasta el extremo de descender del cielo para venir a habitar en él. El seno de María le llevó nueve meses; en nuestro corazón quiere vivir eternamente.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
¡Oh corazón del Cristiano, Belén viviente, prepárate y alégrate!; por la confesión de tus pecados, por la contrición de tus faltas, por la penitencia de tus delitos estás ya dispuesto para esa alianza que el Niño Dios desea hacer contigo. Está ahora atento; vendrá en medio de la noche. Hállete preparado como halló el establo, el pesebre y los pañales. Tú no puedes ofrecerle las puras y maternales caricias de María, ni los cariñosos cuidados de José; preséntale las adoraciones y el amor sencillo de los pastores. Como la Belén de los actuales tiempos, tu vives en medio de los Infleles, de los que no conocen el divino misterio del amor; sean tus votos secretos y sinceros como los que esta noche subirán hacia el cielo desde el fondo de la gloriosa y santa gruta que reúne a los fieles en torno a los hijos de San Francisco. En el gozo de esta santa noche sé semejante a la radiante Basílica que guarda en Roma el tesoro del Santo Pesebre y el dulce retrato de la Virgen Madre. Sean tus afectos puros como el blanco mármol de sus columnas; tu caridad resplandeciente como el oro que brilla en sus artesonados; tus obras luminosas como los mil cirios que, en su feliz recinto, iluminan la noche con los esplendores del día. Finalmente, oh soldado de Cristo, piensa que es necesario luchar para merecer acercarse al divino Infante; luchar para conservar dentro de uno mismo su amorosa presencia; luchar para llegar a la feliz consumación que te hará una sola cosa con El, en la eternidad. Conserva, pues, con cariño estas impresiones, que te nutran, consuelen y santifiquen hasta que descienda a ti el Emmanuel. ¡Oh Belén viviente! repite sin cesar esa dulce frase de la Esposa: Ven, Señor Jesús, ven.</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-80190266890969293242018-12-24T10:07:00.003-08:002018-12-24T10:07:42.386-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>LA VIGILIA DE NAVIDAD </b></span><br />
<b>Año Litúrgico - Dom Prospero Gueranger</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw3NIEqFEU3Fube2b29iFckQjdd2ZhYYdhhDzGstX7uEpV-ZnxUQMkSKQ9hpQ436KuON5z3fw0tQlfYCNEkVWczJjmmGX0Gw3COkFCUX1HnACG0IjeWgjHvq-cljO3sct-8f98gz77UjQ/s1600/12-24vigilia-de-navidad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="500" height="384" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw3NIEqFEU3Fube2b29iFckQjdd2ZhYYdhhDzGstX7uEpV-ZnxUQMkSKQ9hpQ436KuON5z3fw0tQlfYCNEkVWczJjmmGX0Gw3COkFCUX1HnACG0IjeWgjHvq-cljO3sct-8f98gz77UjQ/s640/12-24vigilia-de-navidad.jpg" width="640" /></a></div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Por fin, dice San Pedro Damiano en su Sermón para este día, "hénos ya llegados de la alta mar al puerto, de la promesa a la realidad, de la desesperación a la confianza, del trabajo al descanso, del destierro a la patria. Se habían venido sucediendo los mensajeros de la divina promesa, pero sólo traían consigo la renovación de esa misma promesa. Por esta razón el Salmista se había ya dejado dominar del sueño, de suerte que los últimos acentos de su lira patentizan la tardanza del Señor. Nos has rechazado, decía, nos has abandonado; y has aplazado la venida de tu Ungido. (Salmo LXXXVIII.) Después, pasando de la queja a la audacia, había exclamado con voz imperiosa: ¡Manifiéstate, pues, Tú, que te sientas sobre los Querubines! (Salmo LXXIX.) Sentado sobre el trono de tu poderío, rodeado de batallones de Angeles voladores, ¿desdeñarás posar tu mirada sobre los hijos de los hombres, víctimas, es cierto del pecado cometido por Adán, pero por Ti permitido? Acuérdate de nuestra naturaleza creada a tu semejanza; porque aunque es cierto que todo mortal es vanidad, pero no en cuanto es tu imagen. Deja, pues, las alturas y baja; inclina los cielos de tu piedad sobre los desgraciados que te suplican y no los olvides eternamente."</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
"Isaías a su vez, en el ímpetu de sus deseos, exclamaba: Por Sión no me callaré, y por Jerusalén no descansaré hasta que se levante en su esplendor el Justo esperado. Rasga, pues, los cielos y baja." Finalmente, todos los Profetas, cansados de tanto esperar, continuaron lanzando sus súplicas, gemidos, y hasta a veces, sus gritos de impaciencia. Ya hemos oído y repetido bastante tiempo sus palabras; es hora de que se retiren; para nosotros no hay alegría ni consuelo hasta que el Salvador, honrándonos con el beso de su boca, nos diga él mismo en persona: Habéis sido escuchados.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Mas ¿qué es lo que acabamos de oír? Santifícaos, oh hijos de Israel, y estad preparados; porque mañana descenderá el Señor. Sólo lo que queda de este día, y a penas media noche, nos separan ya de la gloriosa visita, y nos ocultan todavía al Hijo de Dios y su admirable Nacimiento. Dáos prisa, horas veloces; terminad pronto vuestra carrera, para que podamos ver cuanto antes al Hijo de Dios en la cuna, y honrar esa Natividad, que es la salvación del mundo. Yo supongo, hermanos míos, que sois verdaderos hijos de Israel, y estáis purificados de todas las impurezas de la carne y del espíritu, bien preparados para los misterios de mañana, impacientes por dar muestras de vuestra devoción. Al menos así lo puedo esperar, dado como habéis pasado los días dedicados a la preparación del Advenimiento del Hijo de Dios. Pero si, a pesar de todo, hubiesen caldo en vuestro corazón algunas gotas del vaho de la corrupción, apresuráos hoy a secarlas y cubrirlas con el blanco lienzo de la confesión. Yo os lo garantizo de la bondad del Niño que va a nacer; quien confesare contrito su pecado, merecerá que la Luz del mundo nazca en él; se desvanecerán las falaces tinieblas y le será comunicado el verdadero esplendor. Porque ¿cómo se había de negar misericordia a los desgraciados, la noche en que nace el Señor misericordioso? Abatid, pues, el orgullo de vuestras miradas, la osadía de vuestra lengua, la crueldad de vuestras manos, la sensualidad de vuestros deseos; apartad vuestros pies de la veredas tortuosas, y luego venid y ved si el Señor no rasga esta noche los cielos y desciende hasta vosotros y arroja todos vuestros pecados al fondo del mar.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Este santo día es, en efecto, un día de gracia y de esperanza, y debemos pasarlo en santa alegría. La Iglesia, haciendo caso omiso de sus costumbres habituales, quiere que, si la Vigilia de Navidad cae en domingo, el Oficio y la Misa de la Vigilia prevalezcan contra el Oficio y la Misa del cuarto domingo de Adviento; tan solemnes la parecen estas últimas horas que preceden inmediatamente al Nacimiento del Señor. En las demás fiestas, por importantes que sean, sólo comienza la solemnidad en las primeras Vísperas; hasta ellas la Iglesia guarda silencio, celebrando los Oficios divinos y la Misa según el rito cuaresmal. Hoy, por el contrario, comienza ya la gran fiesta desde el amanecer, en el Oficio de Laudes. La entonación solemne de este Oficio nos anuncia un rito doble, cantándose las antífonas antes y después de cada salmo o cántico. En la Misa, aunque se conserva el color morado, no hay que estar de rodillas como en las demás ferias de Adviento, ni tampoco hay más que una sola Colecta en vez de tres que se suelen decir en una Misa menos solemne.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Participemos del espíritu de la santa Iglesia y preparémonos con el corazón rebosante de alegría a salir al encuentro del Salvador, que viene a nosotros. Practiquemos con fidelidad el ayuno que aligerará nuestros cuerpos y facilitará nuestra marcha; pensemos ya desde la madrugada que no volveremos a acostarnos sin haber visto nacer, en una hora sagrada, al que viene a iluminar a todas las criaturas; porque es obligación de todo fiel hijo de la Iglesia Católica, celebrar con ella esta feliz noche en la que todo el mundo, a pesar del enfriamiento de la piedad, honra todavía la venida de su Salvador, como último rescoldo de la piedad antigua, que no se habría de apagar sin gran perjuicio para la tierra.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Repasemos en espíritu de oración las partes principales del Oficio de esta Vigilia. Primeramente, la santa Iglesia comienza por una llamada de atención que sirve de Invitatorio en Maitines, y de Introito y Gradual en la Misa. Son las palabras de Moisés al anunciar al pueblo el celestial Maná que Dios le ha de enviar al día siguiente. También nosotros esperamos nuestro Maná, Jesucristo, Pan de vida, que va a nacer en Belén, la Casa del Pan.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
INVITATORIO</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Hoy sabréis que vendrá el Señor; y desde mañana veréis su gloria.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Los Responsorios rebosan majestad y dulzura. Nada más lírico y emocionante que su melodía, en esta noche que precede a la noche misma en que el Señor ha de venir personalmente.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
R. Santifícaos hoy, y estad preparados: porque mañana veréis la majestad de Dios en medio de vosotros. V. Hoy sabréis que vendrá el Señor; y mañana veréis la majestad de Dios en medio de vosotros.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
R. Permaneced constantes: veréis venir sobre vosotros la ayuda del Señor. ¡Oh Judea y Jerusalén, no temáis!: * Mañana seréis liberadas y el Señor estará con vosotras, V. Santiñcaos, hijos de Israel, y estad preparados. * Mañana seréis liberados y el Señor estará con vosotros.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
R. Santiflcáos, hijos de Israel, dice el Señor; porque mañana bajará el Señor. * Y quitará de vosotros toda languidez. V. Mañana será borrada la iniquidad de la tierra; y reinará sobre nosotros el Salvador del mundo. * Y quitará de vosotros toda languidez.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En los Cabildos y Monasterios se hace este día durante el Oficio de Prima y con una solemnidad extraordinaria el anuncio de la fiesta de Navidad. El Lector, que deberá ser una de las dignidades del coro, canta en un tono majestuoso el siguiente trozo del Martirologio, oído en pie por los asistentes, hasta el momento en que la voz del Lector deja oír el nombre de Belén. Entonces se arrojan todos por tierra hasta que ha terminado completamente el pregón de la buena nueva.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
EL OCHO DE LAS CALENDAS DE ENERO</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El año de la creación del mundo, cuando al principio creó Dios el cielo y la tierra, cinco mil ciento noventa y nueve: del diluvio, año dos mil novecientos cincuenta y siete: del nacimiento de Abraham, el año dos mil quince: de Moisés y de la salida del pueblo de Israel de Egipto, el año mil quinientos diez: de la unción del rey David, el año mil treinta y dos: en la semana sesenta y cinco, según la profecía de Daniel: en la Olimpíada ciento noventa y cuatro: de la fundación de Roma, el año setecientos cincuenta y dos: de Octavio Augusto, el año cuarenta y dos: estando en paz todo el universo: en la sexta edad del mundo: Jesucristo, Dios eterno e Hijo del Padre eterno, queriendo consagrar al mundo con su misericordiosísima venida, habiendo sido concebido del Espíritu Santo, y habiendo transcurrido nueve meses después de la concepción. EN BELÉN DE JUDEA NACE HECHO HOMBRE DE LA VIRGEN MARÍA::</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
¡LA NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN LA CARNE!</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Delante de nosotros han ido desfilando sucesivamente todas las generaciones (En este solo día y en esta sola circunstancia adopta la Iglesia la cronología de los Setenta, que coloca el Nacimiento del Salvador después del año cinco mil, en tanto que la Vulgata no señala más que cuatro mil años hasta este gran acontecimiento; en lo cual está de acuerdo con el texto hebreo. No es éste lugar a propósito para explicar tal divergencia en la cronología; baste reconocer el hecho, como una prueba de la libertad que, en esta materia, nos deja la Iglesia). Se han caliado cuando las hemos preguntado si hablan visto pasar al que nosotros esperamos, hasta que habiéndose oído el nombre de María, ha sido proclamada la Natividad de Jesucristo, Hijo de Dios, hecho hombre.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
"Una voz de alegría ha resonado en nuestra tierra, dice a este propósito San Bernardo en su primer Sermón sobre la Vigilia de Navidad; una voz de triunfo y de salvación en las tiendas de los pecadores. Acabamos de oír una dulce palabra, una palabra de consuelo, una frase llenade encanto, digna de ser recogida con el más solícito cuidado. Montañas, haced resonar las alabanzas; aplaudid, árboles del bosque, a la vista del Señor; porque he aquí que viene. Escuchad, oh cielos; atiende, oh tierra; pasmáos y cantad loores, oh criaturas; pero sobre todo tú, oh hombre: ¡JESUCRISTO, H I J O DE DIOS, NACE EN BELÉN DE JUDEA! ¿Qué corazón, por muy de piedra que fuere, qué alma no se derrite al oír estas palabras? ¿Hay noticia más dulce? ¿Hay pregón más deleitoso? ¿se oyó nunca cosa semejante? ¿recibió jamás el mundo algún don parecido? JESUCRISTO, HIJO DE DIOS, NACE EN BELÉN DE JUDEA. ¡Oh breve frase que nos anuncia al Verbo anonadado! ¡Cuán cargada estás de dulzura! EJ encanto de una suavidad tan meliflua nos invita a comentarla; pero faltan las palabras. Es, en efecto, de tal condición la gracia de esta frase, que, si trato de cambiar una iota, disminuyo su sabor:<span style="margin: 0px; padding: 0px;"> JESUCRISTO, HIJO DE DIOS, NACE EN BELÉN DE JUDEA.</span></div>
<div align="center" class="Estilo75" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
M I S A</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
INTROITO</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Hoy sabréis que viene el Señor, y nos salvará; y mañana veréis su gloria. Salmo: Del Señor es la tierra y su plenitud: el orbe de las tierras y todos cuantos habitan en él. — v. Gloria.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En la Colecta, paxece todavía preocupada la Iglesia de la venida de Cristo Juez: pero es la última vez que hará alusión a este postrer Advenimiento. En adelante se entregará completamente a este Rey pacífico, a este Esposo, que viene a ella; sus hijos deben imitar su confianza.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
ORACION</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Oremos. ¡Oh Dios! que nos alegras con la anual expectación de la ñesta de nuestra redención; haz que, así como recibimos ahora gozosos a tu Unigénito como Redentor, asi veamos después sin temor volver como Juez a Nuestro Señor Jesucristo. El cual vive contigo.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En la Epístola, el Apóstol San Pablo, dirigiéndose a los Romanos, les anuncia la grandeza y santidad del Evangelio, es decir, de la truena Nueva que los Angeles harán resonar en la noche próxima. Ahora bien, el protagonista del Evangelio no es otro sino el Hijo de Dios, de la raza de David según la carne, y que viene para ser en la Iglesia el principio de la gracia y del Apostolado, medios por los que somos también nosotros asociados a las alegrías de tan excelso Misterio después de tantos siglos pasados.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
EPISTOLA</div>
<div align="justify" class="Estilo76" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: italic; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Romanos (I, 1-4.)</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Pablo, siervo de Jesucristo, llamado Apóstol, separado para el Evangelio de Dios, que antes había prometido por sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, hecho de la simiente de David, según la carne, y predestinado para Hijo de Dios en poder, según el espíritu de santificación, por su resurrección de entre los muertos. Por El hemos recibido la gracia y el apostolado, para poder predicar la fe, en virtud de su nombre, a todos los pueblos, entre los cuales estáis también vosotros, los llamados de Nuestro Señor Jesucristo.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
GRADUAL</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Hoy sabréis que viene el Señor, y nos salvará: y mañana veréis su gloria. — J. Tú, que riges a Israel, atiende: tú, que conduces a José como una oveja; tú, que te sientas sobre los Querubines, muéstrate ante Efraín, Benjamín y Manasés.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Si la Vigilia cae en Domingo, se dice también el siguiente.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
ALELUYA</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Aleluya</em>, aleluya. — V. Mañana será borrada la iniquidad de la tierra: y reinará sobre nosotros el Salvador del mundo. Aleluya.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
En el Evangelio de esta Misa nos cuenta San Mateo la inquietud de San José y la visión del Angel. Era conveniente que no pasase desapercibida en la Liturgia esta historia, uno de los preludios del Nacimiento del Salvador. Hasta ahora no se había ofrecido momento oportuno para presentarla. Por otra parte, esta lectura es muy propia de la Vigilia de Navidad a causa de las palabras del Angel, señalando el nombre de Jesús que se ha de imponer al Hijo de la Virgen, y anunciando que este maravilloso niño salvará a su pueblo del pecado.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
EVANGELIO</div>
<div align="justify" class="Estilo76" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: italic; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Continuación del santo Evangelio según San Mateo. (I, 18-20.)</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Estando desposada con José María, la Madre de Jesús, antes de que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo. Mas José, su marido, como fuese justo y no quisiese infamarla, pensó abandonarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí que el Angel del Señor se le apareció en sueños, diciéndole: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella ha nacido, del Espíritu Santo es. Y parirá un hijo y le llamarás Jesús, pues El salvará a su pueblo de sus pecados.</div>
<div class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
OFERTORIO</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Príncipes, abrid vuestras puertas; y elevaos, puertas eternas, y entrará el Rey de la gloria.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
SECRETA</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Suplicámoste, oh Dios omnipotente, hagas que, así como anticipamos la adorable Natividad de tu Hijo, así recibamos gozosos sus eternos dones. El cual vive y reina contigo.</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Durante la Comunión, la Iglesia se alegra de poder saborear ya en el Sacramento de la Eucaristía a Aquel cuya carne purifica y alimenta nuestra propia carne, sacando del consuelo que este divino manjar la procura, la fortaleza para esperar hasta el momento supremo, en que los Angeles la llamarán a la Cueva del Mesías.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
COMUNION</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Se revelará la gloria del Señor: y toda carne verá la salud de nuestro Dios.</div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
POSCOMUNION</div>
<div align="justify" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Suplicárnoste, Señor, hagas que respiremos con la anunciada Natividad de tu Hijo, cuyo celestial Sacramento hemos comido y bebido. Por el mismo Señor.</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-65856050600992494802018-12-24T10:05:00.001-08:002018-12-24T10:05:31.606-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>IN VIGILIA NATIVITATIS DOMINI - </b></span><br />
<b>San Bernardo</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjjKhrmCQTUabbcuXH-JWyGAIwrZuEClCWxmHjYtuCEx3z4D0p4QYZm3uO4x-bh49AWcZjZp83tGs9z0LgDysxZ9gzS0RX6B-6mqggHc0Ea4wJLkaEgk8O2zA1j9qAALnZgJQCBi5lXeQ/s1600/in-vigilia-nativitatis-domini.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="267" data-original-width="400" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjjKhrmCQTUabbcuXH-JWyGAIwrZuEClCWxmHjYtuCEx3z4D0p4QYZm3uO4x-bh49AWcZjZp83tGs9z0LgDysxZ9gzS0RX6B-6mqggHc0Ea4wJLkaEgk8O2zA1j9qAALnZgJQCBi5lXeQ/s640/in-vigilia-nativitatis-domini.jpg" width="640" /></a></div>
<div align="center" class="Estilo83" style="background-color: white; color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<span class="Estilo82" style="font-size: medium; margin: 0px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Sobre el anuncio litúrgico del nacimiento del Señor:<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />Jesucristo, Hijo de Dios, nace en Belén de Judá</strong></span><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><span class="Estilo82" style="font-size: medium; margin: 0px; padding: 0px;">(San Bernardo de Claraval)</span></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Un grito de júbilo resuena en nuestra tierra; un grito de alegría y de salvación en las riendas de los pecadores. Hemos oído una palabra buena, una palabra de consuelo, una frase rezumante de gozo, digna de todo nuestro aprecio. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Exultad, montañas; aplaudid, árboles silvestres, delante del Señor porque llega. Oíd cielos; escucha, tierra; enmudece y alaba, coro de las criaturas; pero más que nadie, tú, hombre. Jesucristo, el Hijo de Dios, nace en Belén de Judá. ¿Quién tendrá corazón tan de piedra que, al oír este grito, no se le derrita el alma? ¿Se podría anunciar mensaje más consolador? ¿Se podría confiar noticia más agradable? ¿Cuándo se ha oído algo semejante? ¿Cuándo ha sentido el mundo cosa parecida? Jesucristo, el Hijo de Dios, nace en Belén de Judá. ¡Expresión concisa sobre la Palabra condensada, pero henchida de celeste fragancia! El afecto se fatiga intentando expandir un mayor derroche de esta meliflua dulzura, pero no encuentra palabras. Tanta gracia destila esta expresión, que, si se altera una simple coma, se siente de inmediato una merma de sabor. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Jesucristo, el Hijo de Dios, nace en Belén de Judá. ¡Oh nacimiento esclarecido en santidad, glorioso para el mundo, querido por la humanidad a causa de incomparable beneficio que le confiere, insondable incluso para los ángeles en la profundidad de su misterio sagrado! Y bajo cualquier aspecto, admirable por la grandeza exclusiva de su novedad; jamás se ha visto cosa parecida, ni antes ni después. ¡Oh alumbramiento único, sin dolor, cándido, incorruptible; que consagra el templo del seno virginal sin profanarlo! ¡Oh nacimiento que rebasa las leyes de la naturaleza, si bien la transforma; inimaginable en el ámbito de lo milagroso, pero subsanador por la energía de su misterio! </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Hermanos: ¿Quién podrá proclamar esta generación? El ángel anuncia. La fuerza de Dios cubre con la sombra. Baja el Espíritu. La Virgen cree. La Virgen concibe en la fe. La Virgen alumbra y permanece virgen. ¿Quién no se asombrará? Nace el Hijo del Altísimo, Dios de Dios, engendrado antes de todos los siglos. Nace el Verbo-niño. Imposible admirarlo cual se merece. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Tampoco es inútil este nacimiento, ni queda estéril tal condescendencia de la majestad divina. Jesucristo, el Hijo de Dios, nace en Belén de Judá. Los que yacéis en el polvo, levantaos exultantes. Mirad al Señor de la salvación. Trae la salvación y viene con ungüentos y con gloria. Es inconcebible un Jesús sin salvación, como lo es un Cristo sin unción y un Hijo de Dios sin gloria. El es la salvación; él, la unción y la gloria, como está escrito: El Hijo sensato es la gloria del padre. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Dichosa el alma que ha gustado del fruto de la salvación, porque le atrae y corre tras el olor de los perfumes para contemplar su gloria, gloria del Hijo único del Padre. Reanimaos los que os sentís desahuciados: Jesús viene a buscar lo que estaba perdido. Reconfortaos los que os sentís enfermos : Cristo viene para sanar a los oprimidos con el ungüento de su misericordia. Alborozaos todos los que soñáis con altos ideales: el Hijo de Dios baja hasta vosotros para haceros partícipes de su reino. Por eso imploro: Sáname, Señor, y quedaré sano; sálvame, y quedaré a salvo; dame tu gloria, y seré glorificado. Y mi alma bendecirá al Señor, y todo mi interior a su santo nombre, cuando perdones todas mis culpas, cures todas mis enfermedades y sacies de bienes mis anhelos. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Estas tres cosas, queridísimos míos, saboreo en mi alma cuando oigo la buena noticia del nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios. ¿Por qué le llamamos Jesús?. Únicamente porque salvará a su pueblo de todos sus pecados. ¿Y por qué le llamamos Cristo? Porque hará pudrir el yugo de tu cuello con la efusión del aceite. ¿Por qué e Hijo de Dios se hace hombre? Para que los hombres se vuelvan hijos de Dios. ¿ Quién puede resistir a su voluntad? Si Jesús es el que perdona, ¿quién se atreverá a condenar? Si es Cristo el que cura, ¿quién podrá herir? Si el Hijo de Dios es el que enaltece, ¿a quién se le ocurrirá humillar? </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Nace Jesús. Alégrese incluso el que siente en su conciencia de pecador el peso de una condena eterna. Porque la misericordia de Jesús sobrepuja el número y gravedad de los delitos. Nace Cristo. Gócense todos los que han sufrido la violencia de los vicios que dominan al hombre, pues ante la realidad de la unción de Cristo no puede quedar rastro alguno de enfermedad en el alma, por muy arraigada que esté. Nace el Hijo de Dios. Alborócense cuantos sueñan con sublimes objetivos, porque es un generoso galardonador. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Hermanos, he aquí al heredero. Acojámosle con devoción, y recibiremos su misma herencia. Aquel que entregó a su mismo Hijo por nosotros, ¿cómo nos negará los demás dones con el don de Hijo? Rechacemos la desconfianza y la duda. Tenemos un firme apoyo : La Palabra se ha hecho carne y acampó entre nosotros. El Hijo único de Dios quiso tener muchos hermanos para ser entre todos ellos el primero. No tiene por qué dudar el apocamiento de la debilidad humana. Fue el primero en hacerse hermano de los hombres, hijo del hombre, hombre. Y, aunque el hombre opine que esto es imposible, los ojos confirman la fe. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Jesucristo, el Hijo de Dios, nace en Belén de judá. Fíjate en el detalle. No nace en Jerusalén, la ciudad de los reyes. Nace en Belén, diminuta entre las aldeas de Judá. Belén, eres insignificante, pero el Señor te ha engrandecido. Te enalteció el que, de grande que era, se hizo en ti pequeño. Alégrate Belén. Que en todos tus rincones resuene hoy el cántico del “Aleluya”. ¿Qué ciudad, oyéndote, no envidiará ese preciosísimo establo y la gloria de su pesebre? Tu nombre se ha hecho famoso en la redondez de la tierra y te llaman dichosa todas las generaciones. Por doquier te proclaman dichosa, ciudad de Dios. En todas partes se canta: El hombre ha nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado. En todo lugar, repito, se anuncia se proclama que Jesucristo, el Hijo de Dios, nace en Belén de Judá. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Y no en vano se añade de Judá, pues la expresión nos insinúa que la promesa se hizo a nuestros padres. No se le quitará a Judá el cetro, no dejará de salir el caudillo de entre sus muslos, basta que llegue el que tiene que venir. El mismo será la esperanza de todas las naciones. Es cierto que la salvación viene de los judíos, pero se extiende hasta los confines de la tierra. Está escrito: A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; pondrás tus manos sobre las nucas de tus enemigos; y otras cosas que leemos, pero que nunca se cumplieron en la persona de Judá, sino únicamente en Cristo: él es el león de la tribu de Judá. Sobre esto mismo está también escrito: Judá es un cachorrillo de león; te has abalanzado hacia la presa, hijo mío. Cristo es el hábil cazador que, antes de saber decir mamá o papá, se llevó el botín de Samaria. Diestro conquistador que, subiendo a lo alto, llevó cautiva a la misma cautividad. Y, sin robar nada, distribuyó dones a los hombres. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
La expresión Belén de Judá nos recuerda estas profecías y otras parecidas que se cumplieron en Cristo, porque se referían a su persona. Ya no nos interesa saber si de Belén puede salir algo bueno. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Lo que sí nos interesa saber es la manera como quiere ser acogido el que quiso nacer en Belén. Quizá alguno hubiera pensado prepararle fastuosos palacios, para acoger con realce al rey de la gloria. No es ése el motivo de su venida desde el trono real. En la izquierda trae honor y riquezas, y en la derecha largos años. En el cielo había abundancia eterna de todas estas cosas, pero no pobreza. Precisamente abundaba y sobreabundaba esto en la tierra, y el hombre ignoraba su valor. El Hijo de Dios se prendó de ella, bajó, se la escogió, y revalorizó su encanto para nosotros. Engalana tu lecho, Sión; pero con humildad y con pobreza. Te agradan estos pañales. María nos asegura que le gusta envolverse con estas telas. Sacrifica a tu Dios las abominaciones de los egipcios. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Por último, fíjate que nace en Belén de Judá. Procura tú mismo llegar a ser Belén de Judá. Entonces no desdeñará tu acogida. Belén es la “casa del pan”. Judá significa confesión. Tú sacia tu alma con el alimento de la palabra divina. Y aunque indigno, recibe con fidelidad y con la mayor devoción posible ese pan que baja del cielo y que da la vida al mundo: el cuerpo del Señor Jesús. De este modo, la carne de la resurrección renovará y confortará al viejo odre de tu cuerpo. Así, mejorado por este sedimento, podrá contener el vino nuevo que está en el interior. Y si, en fin, vives de la fe, nunca te lamentarás de haber olvidado de comer tu pan. Te has convertido en Belén, y digno, por tanto, de acoger al Señor; contando siempre con tu confesión. Sea, pues, Judá tu misma santificación. Revístete de confesión y de gala; condición indispensable que Cristo exige a sus ministros. </div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Para concluir, el Apóstol te pide estas dos cosas en breves palabras: gue la fe interior alcance la justicia y que la confesión pública logre la salvación. La justicia en el corazón, y el pan en la casa. Ese es el pan que santifica. Dichosos los que tienen hambre de justicia, porque quedarán saciados. Haya justicia en el corazón, pero que sea la justicia que brota de la fe. Únicamente ésta merece gloria ante Dios. Afore también la confesión en los labios para la salvación. Y ya, con toda confianza, recibe a aquel que nace en Belén de Judá, Jesucristo, el Hijo de Dios.</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-79579170192287260702018-12-23T15:13:00.000-08:002018-12-23T15:13:12.927-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;">CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO </span><div>
<b>Año Litúrgico - Dom Prospero Gueranger</b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVkzxMrV7JAkv7GwPk6zNq2bvwJf-tNyS58Z1kkD4ZckG8LdMiDHqliYt_QDEfmXfHFSGF0Qvw2_UPehm16YgHAFZtEsR_QH4DgSvnOvdKr3vMRRser6PrW-pkzdg35GDimNoxqhS0nk8/s1600/04adviento.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="295" data-original-width="467" height="404" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVkzxMrV7JAkv7GwPk6zNq2bvwJf-tNyS58Z1kkD4ZckG8LdMiDHqliYt_QDEfmXfHFSGF0Qvw2_UPehm16YgHAFZtEsR_QH4DgSvnOvdKr3vMRRser6PrW-pkzdg35GDimNoxqhS0nk8/s640/04adviento.jpg" width="640" /></a></div>
<div>
<h6 align="justify" class="Estilo77" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin: 0px 35px; padding: 0px;">
<span style="font-size: small;">(Este domingo se suprime cuando cae en fecha 24 de Diciembre, celebrándose en este caso la Vigilia de Navidad)</span></h6>
<b><br style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;" /></b><div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Hénos ya en la Semana que precede inmediatamente al Nacimiento del Mesías: dentro de siete días lo más tarde le tendremos entre nosotros; tal vez, este Advenimiento tan deseado ocurra dentro de seis, de tres días, o mañana mismo según la extensión del Adviento que varia cada año. La Iglesia cuenta ya las horas de espera; día y noche está vigilante y sus Oficios toman una extraordinaria solemnidad a partir del 17 de diciembre. En Laudes varía diariamente las antífonas; en Vísperas exterioriza con majestad y ternura al mismo tiempo sus ansias de Esposa por medio de ardientes exclamaciones al Mesías, en las que le da todos los días un título magnífico tomado de los Profetas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Hoy (El cuarto domingo de Adviento es llamado también Rorate a causa del Introito; pero con más frecuencia se le da el nombre de Canite tuba, por las primeras palabras del primer Responsorio de Maitines y de la primera antífona de Laudes y Vísperas). va a dar el último golpe para conmover a sus hijos. Con ese fin los transporta al desierto; les muestra a Juan Bautista, de cuya misión les ha hablado ya en el domingo tercero. La voz de este austero Precusor traspasa el desierto y se ha hecho oír en las ciudades. Predica la penitencia, la necesidad de purificarse en espera del que va a venir. Hagamos unos días de retiro; y si, por nuestras ocupaciones externas, no lo podemos hacer, apartémonos a lo más recóndito de nuestro corazón y confesemos nuestros pecados, como aquellos verdaderos Israelitas, que llenos de compunción y fe en el Mesías, acudían a los pies de Juan Bautista para concluir su obra de preparación a un digno recibimiento del Mesías.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Pues bien, he ahí a la santa Iglesia que, antes de abrir el libro del Profeta, nos dice como de ordinario, pero con una mayor solemnidad:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El Señor está ya cerca: venid, adorémosle.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Del Profeta Isaías.</b></div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<em style="margin: 0px; padding: 0px;"><b>Liberación y triunfo de Israel</b></em></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El desierto y la tierra árida se alegrarán, saltará de gozo la soledad y florecerá como el lirio; florecerá y saltará de gozo entre júbilos y cantos de triunfo. Les serán dadas las galas del Líbano, la magnificencia del Carmelo y del Sarón.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Verán la gloria del Señor, la magnificencia de nuestro Dios. Fortificad las manos débiles, robusteced las rodillas flojas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Decid a todos los que tienen el corazón turbado: ¡ánimo, valor, he ahí a vuestro Dios! Se acerca la venganza, el castigo de Dios; ¡El mismo viene para salvaros!</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y las orejas de los sordos; entonces el cojo saltará como el ciervo, y la lengua de los mudos entonará cánticos de triunfo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<em style="margin: 0px; padding: 0px;"><b>Santo camino, abierto ante los desterrados libres</b></em></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Porque en el desierto brotarán fuentes de agua viva, y los arroyos correrán por la soledad; la tierra árida se trocará en estanque, y el suelo seco en manantiales; las cuevas que eran guarida de chacales será un jardín de cañas y de juncos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Habrá allí un camino expedito que se llamará el Camino santo; ningún impuro transitará por él. El Señor mismo conducirá al viajero; y ni los lerdos se perderán. No habrá allí leones, ni pondrá allí el pie bestia alguna feroz; por allí caminarán los que hayan sido libertados, los rescatados por el Señor.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Vendrán a Sión entre cánticos de triunfo; una eterna alegría coronará sus cabezas. Les invadirá él gozo y la alegría; y huirán la tristeza y el llanto para siempre1. (Is„ XXXV, 1-10.) ("Las grandiosas promesas de este capitulo se realizaron parcialmente a la vuelta del destierro (siglo vi antes de J. C.) y la restauración política de Israel; pero la Idea del profeta sube más alto y llega más lejos; esta restauración nacional no es más que el punto de partida y el símbolo de la conversión del mundo al Dios verdadero y del reino del Mesías sobre la tierra, sobre todo al fin de los tiempos. Muchos rasgos de esta descripción se han realizad» ial pie de la letra en Jesucristo (S. Mat., XI, 5); todos se ralizarán completamente en la nueva creación que reemplazará a la antigua, al fin de los tiempos" (Crampón. Tobac, Les Prophétes, II, 121).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Muy grande será, pues, oh Jesús el gozo de tu venida, si ha de resplandecer en nuestra frente por siempre como una corona. ¿Y cómo no ha de ser así? Hasta el desierto, al acercarte, florece como un lirio, y del seno de la tierra más estéril saltan arroyos de aguas vivas. ¡Oh Salvador, ven cuanto antes a darnos este Agua que mana de tu Corazón y que es la que con tanta insistencia te pedía la Samaritana, imagen de nosotros pecadores. Este Agua es tu gracia: rocié nuestra sequedad y también nosotros floreceremos; apague nuestra sed y correremos con fidelidad tras tus huellas por el camino de tus mandamientos y de tus ejemplos ¡oh Jesús! Tú eres nuestro Camino, nuestro sendero hacia Dios; y Tú mismo eres Dios; eres por tanto, también el término de nuestro camino. Habíamos perdido el camino, nos habíamos alejado como ovejas errantes: ¡cuán grande es tu amor en venir a buscarnos! Para enseñarnos el camino del cielo, te dignas bajar desde allá arriba y quieres también acompañarnos. En adelante 110 desfallecerán nuestros brazos, ni temblarán nuestras rodillas; nos consta que es el amor quien le ha movido. Sólo una cosa nos apena: el ver que nuestra preparación no es perfecta. Tenemos todavía ataduras que romper; ayúdanos ¡oh Salvador de los hombres! Queremos escuchar la voz de tu Precursor y enderezar todo lo que te podría hacer tropezar en el camino de nuestro corazón ¡oh divino Infante! bauticémonos nosotros en el Bautismo de la penitencia, y luego vendrás Tú a bautizarnos en el amor y en el Espíritu Santo.</b></div>
<div align="center" class="Estilo76" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>M I S A</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El Profeta ha despertado nuestra sed, hablándonos de la nitidez y frescura de los manantiales que brotarán a la venida del Mesías; pidamos, con la Santa Iglesia, el rocío que será refrigerio de nuestro corazón y la lluvia que lo hará fértil.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>INTROITO</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Rociad, cielos de arriba; nubes, lloved al Justo; ábrase la tierra y germine al Salvador. <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Salmo</em>. Los cielos cuentan la gloria de Dios; y el firmamento pregona las obras de sus manos. — V. Gloria.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En la Colecta, la Iglesia pide con insistencia ser libertada cuanto antes; teme que sean sus pecados la causa de la tardanza del Esposo; se ampara en su bondad para poder evitar este obstáculo.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>ORACION</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Oremos. Excita, Señor, tu potencia y ven, te lo suplicamos; y socórrenos con tu poderosa virtud; para que, con el auxilio de tu gracia, acelere tu indulgente misericordia lo que retardan nuestros pecados. Tú, que vives y reinas. EPISTOLA</b></div>
<div align="justify" class="Estilo75" style="background-color: white; color: red; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: italic; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Corintios. (I Cor., IV, 1-5.)</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Hermanos: Téngannos los hombres por Ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios. Por lo demás, lo que en los dispensadores se busca es que cada uno sea fiel. A mí no me importa nada el ser juzgado de vosotros o con juicio humano: ni siquiera yo mismo me juzgo. Porque, aunque la conciencia no me remuerde de nada, no por eso estoy justificado: el único que me Juzga es el Señor. Así pues: no juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual iluminará lo oculto de las tinieblas y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada cual recibirá de Dios la alabanza.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En esta Epístola, la Iglesia pone ante la vista de los pueblos, la dignidad del sacerdocio cristiano, con ocasión de las Ordenes que se han conferido la Víspera, recordando al mismo tiempo a los Ministros sagrados la obligación que han contraído de permanecer fieles al cargo que les ha sido impuesto. Por lo demás, no es cosa de las ovejas el juzgar al pastor: todos, sacerdotes y fieles deben vivir en espera del día del Advenimiento del Salvador, de aquel último Advenimiento cuyo terror será tan grande cuando fué atractiva la dulzura del primero y del segundo para el que preparamos nuestras almas. Después de haber hecho oír al auditorio estas severas palabras, la Iglesia vuelve a tomar el hilo de sus esperanzas, cantando todavía la próxima llegada del Esposo.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>GRADUAL</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El Señor está cerca de todos los que le invocan: de todos los que le invocan de veras. V. Mi boca cantará las alabanzas del Señor; y bendiga su santo nombre toda carne. Aleluya, Aleluya. Ven, Señor, y no tardes; perdona los pecados de tu pueblo Israel. Aleluya.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>EVANGELIO</b></div>
<div align="justify" class="Estilo75" style="background-color: white; color: red; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: italic; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Continuación del Santo Evangelio según San Lucas. (in, 1-6.)</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En el año décimo-quinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Oalilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la región de Traconitide, y Lisanias tetrarca de Abilinia, siendo sumos sacerdotes Anás y Caifas, descendió la palabra del Señor sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y pasó (Juan) por toda la región del Jordán predicando el bautismo del arrepentimiento para el perdón de los pecados, según está escrito en el libro de la palabras de Isaías: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor: haced rectas sus sendas. Todo valle será rellenado, y todo monte y todo collado serán allanados. Las cosas torcidas serán enderezadas y los caminos ásperos serán suavizados; y toda carne verá la salud de Dios.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Próximo estás, oh Señor, pues la herencia de tu pueblo ha pasado ya a poder de los Gentiles y la tierra que habías prometido a Abraham no es hoy día mas que una provincia de ese dilatado imperio que debe preceder al vuestro. Dia tras día se van cumpliendo los vaticinios de los Profetas; la profecía de Jacob también se ha realizado: Será quitado el cetro a Judá. ¡Oh Jesús! todo se halla dispuesto para tu llegada. De tal modo has renovado el aspecto de la tierra; dígnate renovar también mi corazón y alentar mi ánimo en estos últimos días que preceden a tu venida. Sentimos la necesidad de retirarnos al desierto, solicitar el bautismo de la penitencia y enderezar nuestros caminos: obra todo esto en nosotros, oh divino Salvador, para que el día que bajes a nosotros, nuestra alegría sea completa.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En el Ofertorio, la Iglesia saluda a la Virgen gloriosa que oculta dentro de su seno la salvación del mundo. ¡Oh María! Danos pronto al que te llena con su presencia y su gracia. El Señor es contigo, oh Virgen sin igual; pero se acerca el momento, en que va a ser también con nosotros; porque su nombre es EMMANUEL.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>OFERTORIO</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Dios te salve, María; llena eres de gracia: el señóles contigo: Bendita tú eres entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>SECRETA</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Suplicárnoste, Señor, mires propicio estos sacrificios, para que aprovechen a nuestra devoción y a nuestra salud. Por nuestro Señor.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En la Comunión, la Iglesia, rebosante de Dios, que acaba de bajar a ella, canta a la Virgen madre con palabras de Isaías, cuadrándole perfectamente también a ella este canto, pues acaba de recibir la misteriosa visita del Hijo de Dios, cuyo tabernáculo es el seno de María.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>COMUNION</b></div>
<div align="left" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>He aquí que una virgen concebirá y parirá un hijo: y su nombre será Emmanuel.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>POSCOMUNION</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Consumidos estos dones, suplicárnoste, Señor, hagas que, con la frecuentación del Misterio, crezca la eficacia de nuestra salud. Por Nuestro Señor.</b></div>
</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-56047945771340732792018-12-22T13:37:00.001-08:002018-12-22T13:37:55.865-08:00<span style="color: red; font-size: x-large;"><b>SÁBADO DE LAS CUATRO TÉMPORAS DE ADVIENTO</b> </span><br />
<b> Año Litúrgico - Dom Prospero Gueranger</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgztkebmhgqngDi_2mXMwPTEFVVPG_UgR-8CuvGiQNF_-Q071Z35Sb-3kOHEdZa4NbsEG0bsGt6XWRw0w5ly9Ii3HZRKa6UAvWzxQ1RjmA3_Cdoia7vn2jF647tzJ7w75YSkWSt73Y-9vo/s1600/eb9a1b8f-bd43-4883-97f3-1b308f8cec91.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="356" data-original-width="528" height="430" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgztkebmhgqngDi_2mXMwPTEFVVPG_UgR-8CuvGiQNF_-Q071Z35Sb-3kOHEdZa4NbsEG0bsGt6XWRw0w5ly9Ii3HZRKa6UAvWzxQ1RjmA3_Cdoia7vn2jF647tzJ7w75YSkWSt73Y-9vo/s640/eb9a1b8f-bd43-4883-97f3-1b308f8cec91.jpg" width="640" /></a></div>
<b><br /></b>
<br />
Juan fue por toda la región del jordán, predicando el bautismo de penitencia<br />
<br />
Tampoco hoy se lee en Maitines el Profeta Isaías, sino una Homilía sobre el Evangelio de la Misa. Como este Evangelio se encuentra repetido en la Misa del cuarto Domingo, que es mañana, tampoco nos ocuparemos hoy de él. Sólamente explicaremos la razón por la que el Misal señala un sólo Evangelio para estas dos Misas.<br />
<br />
Fué costumbre primitiva de la Iglesia Romana, celebrar las Ordenes en la noche del sábado al domingo, del mismo modo que se administraba el Bautismo a los catecúmenos en la noche del Sábado Santo al día de Pascua. La ceremonia se desarrollaba a media noche, prolongándose hasta la mañana del domingo, de manera que la Misa de Ordenes servía también para el Domingo. Más tarde se mitigó la disciplina y fueron suprimidas estas penosas vigilias, se adelantó la Misa de Ordenes, como se adelantó también la del Sábado Santo; de suerte que, como el cuarto Domingo de Adviento y el segundo de Cuaresma no habían tenido hasta entonces Evangelio propio, por no tener tampoco Misa propia, se determinó, hacia el siglo X u XI, que se repitiese el Evangelio de la Misa de Ordenes en la Misa especial de estos dos Domingos.<br />
<br />
La Estación es el sábado en San Pedro, por razón de las Ordenes.<br />
<br />
Esta Basílica era la más a propósito para reunir al pueblo pues siempre fué una de las más capaces de la ciudad de Roma.Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-33425430445018352302018-12-22T13:05:00.000-08:002018-12-22T13:07:01.088-08:00<span style="color: red; font-size: large;"><b><span style="font-size: x-large;"> SANTOS QUEREMON,</span></b></span><b style="color: red;"><span style="font-size: x-large;">ISCRION </span></b><br />
<b style="color: red;"><span style="font-size: x-large;"> Y OTROS MÁRTIRES</span></b><br />
<em style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px;"><b> Vidas de los Santos de A. Butler</b></em><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwGFNCCLW9NpzDc-chmgoW1dHi8L1U18riX-IPuK9dW_CAA8mEFkDdjBmeaV-998I98khQ1TE0k8-1rHPwnWxsYAARwlbBRz0OvpecG0zAkZAd_8obGSs-tfWjL5HvrPefvS5bZkDKwEs/s1600/12-22isquirion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="235" data-original-width="320" height="470" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwGFNCCLW9NpzDc-chmgoW1dHi8L1U18riX-IPuK9dW_CAA8mEFkDdjBmeaV-998I98khQ1TE0k8-1rHPwnWxsYAARwlbBRz0OvpecG0zAkZAd_8obGSs-tfWjL5HvrPefvS5bZkDKwEs/s640/12-22isquirion.jpg" width="640" /></a></div>
<em style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px;"><b><br /></b></em>
<br />
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(250 p. c.) San Dionisio de Alejandría, en su carta a Fabiano de Antioquía, hablando de los cristianos egipcios que padecieron en la persecución de Decio, cuenta que muchos fueron arrojados al desierto, donde murieron de hambre, de sed, de insolación, o perecieron atacados por las fieras o por hombres no menos feroces. Otros muchos cristianos fueron vendidos como esclavos; cuando escribía San Dionisio, muy pocos habían sido rescatados. El santo menciona en particular al anciano obispo de Nilópolis, Queremón, quien había ido a refugiarse en las montañas de Arabia con otro compañero y a quien nadie había vuelto a ver. Los cristianos los buscaron, pero no lograron encontrar ni siquiera los cadáveres. San Dionisio menciona también a Iscrión, que era el procurador de un magistrado en cierta ciudad de Egipto, que la tradición identifica con Alejandría. El magistrado le ordenó que ofreciese sacrificios a los dioses; Iscrión se negó a ello, y los insultos y amenazas no consiguieron hacerle cambiar de parecer. Entonces, el magistrado, furioso, mandó que lo mutilaran y lo atravesaran con un palo. El Martirologio Romano conmemora a estos dos mártires el día de hoy.</b></div>
<b><em style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px;"></em></b><br />
<div align="justify" class="content Estilo64" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Lo único que sabemos sobre estos mártires procede de un pasaje de una carta de San Dionisio de Alejandría, citado por Eusebio (lib. vi, c. 42).</b></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-27541266418631475872018-12-20T21:05:00.000-08:002018-12-20T21:06:22.642-08:00<span style="color: red; font-size: large;"><span style="font-size: xx-small;">21/12/18<span style="color: red;"> </span></span><span style="color: red; font-size: x-large; font-weight: bold;"> </span></span><br />
<span style="color: red; font-size: x-large;"><b> SANTO TOMAS, APÓSTOL</b></span><br />
<em style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px;"><b> Vidas de los Santos de A. Butler</b></em><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0Xt8N-2vRD1mIcJzIC3sxlEVvqhPdu_3cG1ZLI8sfQ-tQjneQRIbsHxP2J5v345H7MwB9dAnAGDPmI8XHZKz_zL9jgInsrmppeIQcop4-TWLgNgsdOM495vwyWhzLC5guqC_DvNJobA8/s1600/12-21tomas-apostol.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="492" data-original-width="590" height="532" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0Xt8N-2vRD1mIcJzIC3sxlEVvqhPdu_3cG1ZLI8sfQ-tQjneQRIbsHxP2J5v345H7MwB9dAnAGDPmI8XHZKz_zL9jgInsrmppeIQcop4-TWLgNgsdOM495vwyWhzLC5guqC_DvNJobA8/s640/12-21tomas-apostol.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<span class="Estilo66" style="color: #900000; font-family: "georgia" , "times new roman" , "times" , serif; font-weight: bold; margin: 0px; padding: 0px;">Ambito de Domenico Cresti, llamado el Passignano,<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />La Icredulidad de Sto. Romás, colección privada</span></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
(Siglo I) Santo Tomás era judío. Probablemente había nacido en Galilea, en el seno de una familia modesta; pero no se dice de él que haya sido pescador, e ingoramos las circunstancias en las que el Señor le llamó al apostolado. Tomás es un nombre sirio, que significa "gemelo". "Dídimo", como se llamaba también al Apóstol, es la traducción griega. Cuando el Señor se dirigía a los alrededores de Jerusalén a resucitar a Lázaro, los demás discípulos trataron de disuadirle, diciendo: "Maestro, hace poco los judíos querían apedrearte. ¿Cómo, pues, vuelves allá?" Pero Santo Tomás les dijo: "Vayamos y muramos con El", lo cual prueba el ardiente amor que profesaba a Jesús. El Señor dijo en la última cena: "Vosotros sabéis a dónde voy y conocéis el camino." Tomás preguntó: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos conocer el camino?" Entonces, el Señor le respondió estas palabras que resumen toda la vida, cristiana: "Yo soy el camino, la verdad y la vida, y ninguno va al Padre sino por mí." Pero Santo Tomás es sobre todo famoso por su incredulidad después de la muerte del Señor. Jesús se apareció a los discípulos el día de la resurrección para convencerlos de que había resucitado realmente. Tomás, que estaba ausente, se negó a creer en la resurrección de Jesús: "Si no veo en sus manos la huella de los clavos y pongo el dedo en los agujeros de los clavos y si no meto la mano en su costado, no creeré." Ocho días más tarde, hallándose los discípulos juntos y a puerta cerrada, Cristo apareció súbitamente en medio de ellos y los saludó: "La paz sea con vosotros." En seguida se volvió a Tomás y le dijo: "Pon aquí tu dedo y mira mis manos: dame tu mano y ponla en mi costado. Y no seas incrédulo sino creyente." Tomás cayó de rodillas y exclamó: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús replicó: "Has creído, Tomás, porque me has visto. Bienaventurados quienes han creído sin haber visto."</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
A esto se reduce todo lo que el Nuevo Testamento dice sobre Tomás. Sin embargo, como sucede en el caso de los demás Apóstoles, existen diversas tradiciones muy poco fidedignas acerca de las actividades apostólicas de Tomás después de la venida del Espíritu Santo. Eusebio afirma que Tomás envió a San Tadeo (Addai, 5 de agosto) a Edesa a bautizar al rey Abgar, y dice que el Apóstol trabajó entre los partos y "los medas, persas, carmanios, hircanios, bactrianos y otros pueblos de esa región." Pero la tradición más persistente es la que afirma que Santo Tomás predicó el Evangelio en la India. Dicha tradición se apoya en fuentes aparentemente independientes. La principal de ellas es un documento titulado "Acta Thomae", que data, según parece, de principios del siglo III. Cuando los Apóstoles se repartieron en Jerusalén el mundo para ir a predicar, la India tocó en suerte a Judas Tomás (como se le llama frecuentemente en las leyendas sirias). Tomás, que no quería ir allá, alegó que su salud no era muy robusta y que un hebreo no podía enseñar a los indios. Ni siquiera una aparición del Señor logró hacer cambiar de parecer a Tomás. Entonces, el Señor se apareció a un mercader llamado Aban, embajador del rey parto Gundafor, quien reinaba en una parte de la India. Cristo vendió a Tomás como esclavo al representante de Gundafor. Cuando Tomás comprendió lo que había sucedido, exclamó: "Hágase, Señor, tu voluntad" y se embarcó con Aban, llevando únicamente consigo las veinte monedas de plata por las que había sido vendido, pues Cristo se las había dado. En el curso del viaje, se detuvieron en un puerto en el que se celebraba el matrimonio de la hija del gobernador local. Oyendo tocar la flauta a una joven hebrea, Tomás se sintió movido a cantar la belleza de la Iglesia, representándola bajo la metáfora de una novia. Pero, como cantaba en su lengua propia, sólo la flautista hebrea le entendió. La joven se enamoró de él; pero Tomás no levantó los ojos del suelo para mirarla. Esa misma noche, Jesucristo, tomando la apariencia de Tomás, se apareció a la pareja que había contraído matrimonio y persuadió a ambos cónyuges de que observasen continencia perfecta. Cuando el gobernador se, enteró de ello, se indignó mucho y mandó llamar al forastero; pero Aban y Tomás habían partido ya, y sólo quedaba la joven flautista, que estaba llorando amargamente porque no la habían llevado consigo. Cuando la flautista supo lo que había sucedido a la pareja que había contraído matrimonio, se enjugó las lágrimas y se puso a su servicio.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Entre tanto, Aban y Tomás proseguían su viaje y llegaron a la corte de Gundafor en la India. Cuando el rey preguntó al Apóstol cuál era su oficio, éste respondió: "Soy carpintero y albañil. Sé hacer yugos y arados y remos y mástiles; sé también trabajar la piedra y construir tumbas y monumentos y palacios para los reyes." Gundafor le encargó que le construyese un palacio. Tomás trazó los planos: "Las puertas daban al oriente para recibir la luz; las ventanas hacia el occidente para recibir el aire; al sur estaba el horno de la panadería, y en la parte norte había caños de agua para el servicio de la casa." Gundafor partió de viaje. Durante su ausencia, Tomás no trabajó en la construcción, y gastó todo el dinero que el rey le había dado en socorrer a los pobres, diciendo: "Lo que es del rey hay que darlo a los reyes." El Apóstol recorrió el reino, predicando y curando y arrojando a los malos espíritus. A su vuelta, el rey le pidió que le mostrase el palacio. Tomás replicó: "No podrás verlo sino hasta que salgas de este mundo." Entonces el rey le encarceló y decidió despellejarle vivo. Pero precisamente entonces, murió un hermano de Gundafor. Los ángeles le mostraron en el cielo el palacio que las buenas obras de Tomás habían construido para Gundafor, y le permitieron volver a la tierra y comprar el palacio a su hermano. Pero Gundafor no quiso vendérselo. En seguida, lleno de admiración, puso en libertad a Tomás, y recibió el bautismo con su hermano y muchos de sus subditos. "Y al amanecer, (Tomás) partió el pan eucarístico y les permitió acercarse a la mesa del Mesías. Ellos se alegraron y regocijaron mucho." Después, Santo Tomás predicó e hizo muchos milagros en la India, hasta que tuvo dificultades con el rey Mazdai por haber con convertido ("embrujado") a su esposa, a su hijo y a otros personajes. Tomás fue conducido a la cumbre de una colina; siguiendo las órdenes del rey, los soldados fueron y le golpearon, y él cayó y murió." Fue sepultado en un sepulcro real; pero más tarde algunos cristianos trasladaron sus reliquias al occidente.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Actualmente, la mayoría de los historiadores afirman que la leyenda que acabamos de resumir carece de fundamento histórico. Sin embargo, está fuera de duda que, hacia el año 46 de nuestra era, había un rey llamado Gondofernes o Gudufar, cuyos dominios incluían el territorio de Peshawar. Y no han faltado quienes hayan tratado de identificar al rey Mazdai (cuyo nombre es de origen indio) con el rey Vasudeva de Matura. Desgraciadamente, las leyendas relacionadas con Santo Tomás no se reducen a esto, ya que en el otro extremo de la India, en el territorio que va de Punjab a lo largo de la costa malabar, particularmente en las regiones de Cochín y Travancore, hay muchos pueblos cristianos que se dan a sí mismos el nombre de "cristianos de Santo Tomás". Su historia es perfectamente conocida desde el siglo XVI; pero, a pesar de que abundan las teorías sobre sus orígenes, no se ha logrado todavía dilucidar el punto. Está fuera de duda que desde muy antiguo hubo cristianos en esa región. Por otra parte, las formas y el idioma de la liturgia, que es el sirio, indican claramente que el cristianismo de la región proviene de Mesopotamia y de Persia. (Además de otros indios cristianos, hay más de un millón y medio de "Cristianos de Santo Tomás", de los cuales más de la mitad son católicos del "rito sirio-malabar". Desde 1930, existe también un reducido grupo del rito sirio-malankar. Los demás son en su gran mayoría jacobitas; pero hay también un grupo considerable de "sirios reformados", quienes se atribuyen particularmente el nombre de cristianos de Santo Tomás, así como algunos protestantes y un pequeño grupo de nestorianos. Tales divisiones datan de 1653.) Los cristianos pretenden, según lo indica el nombre que se dan, que Santo Tomás evangelizó personalmente la región. Una tradición oral muy antigua afirma que el Apóstol desembarcó en Cranganore, en la costa occidental, y que estableció siete iglesias en Malabar. En seguida, se dirigió hacia el este, a la costa de Coromandel, donde murió por la espada. El martirio tuvo lugar en la "Colina Grande", a unos doce kilómetros de Madras. Santo Tomás fue sepultado en Mylapore, que es actualmente un suburbio de la ciudad del mismo nombre. Como quiera que sea, las principales reliquias estaban en Edesa, en el siglo IV. Las Acta Thomae cuentan que fueron trasladadas de la India a Mesopotomia. Más tarde, fueron transladadas de Edesa a la isla de Kíos en el Mar Egeo, y de ahí a Ortona de los Abruzos, donde reposan en la actualidad.</div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El Martirologio Romano, que combina varias leyendas, afirma que Santo Tomás predicó el Evangelio a los partos, medos, persas e hircanios, y que después, pasó a la India y fue martirizado en "Calamina". Este nombre aparece en escritos muy tardíos, y nadie ha logrado identificar el sitio. Naturalmente, los partidarios de la tradición malabar han tratado de relacionarlo con las cercanías de Mylapore. El Martirologio Romano conmemora el 3 de julio la traslación de las reliquias de Santo Tomás a Edesa. En el Malabar y en todas las iglesias sirias dicha fecha es la de la fiesta principal, pues el martirio tuvo lugar el 3 de julio "del año 72".</div>
<div align="justify" class="content Estilo64" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
La edición más accesible de las actas apócrifas de Santo Tomás es la de Max Bonnet (1883). Los historiadores opinan que las actas no se conservan en su forma original, pero creen que el texto griego no difiere sustancialmente del original. La versión siria ha sufrido modificaciones e interpolaciones mucho más importantes. Aunque se ha exagerado el gnosticismo de las actas (cf. Harnack, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Die Chronologie der altchristlichen Litteratur,</em> vol. I, pp. 545-549), no por ello se puede negar que exista realmente. El P. P. Peeters insiste con razón en que todos los maestros ortodoxos de los primeros siglos debieron caer en la cuenta de que las actas eran apócrifas, como lo hacen notar San Epifanio, San Agustín, Santo Toribio de Astorga, San Inocencio I y el Decreto del Pseudo-Gelasio. El autor de las actas, que era probablemente un sirio-griego, pudo fácilmente tomar de los relatos de los viajeros y mercaderes el nombre de Gondofernes y otros datos de color local, de suerte, que no puede considerárselos como una prueba del fundamento histórico de la leyenda. Véase sobre ésto a Peeters, en <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Analecta Bollandiana</em>, vol. XVIII (1899), pp. 275-279. vol. XXV (1906), pp. 196-200; vol. XXXII (1913), pp. 75-77; vol. XLIV (1926), pp. 402-403. Todos estos artículos versan sobre libros que proponen diversas teorías basadas en el texto de las actas. Mencionaremos algunas de esas teorías para dar una idea de la abundantísima literatura sobre el tema. A. von Gutschmid, Kleine Schriften, n, pp. 332- 394, estaba obsesionado por la idea de que las actas constituyen una versión cristiana de las leyendas budistas. Sylvain Lévi, en <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Journal Antigüe</em> (1897), trató de explicar los nombres y los hechos como si las actas fuesen realmente un documento histórico. W. R. Philipps, en <em style="margin: 0px; padding: 0px;">The Indian Antiquary</em> (1903), y J. Fleet, en <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Journal of the Royal Asiatic Society</em> (1905), criticaron el trabajo de Lévi. En cambio Medlycott, en una obra poco crítica titulada <em style="margin: 0px; padding: 0px;">India and the Apostle Thomas</em> (1905), trató de confirmar por las actas la teoría de que el Apóstol murió en Mylapore. El P. J. Dahlmann, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Die Thomas-Legende</em> (cf. Thurston, en <em style="margin: 0px; padding: 0px;">The Month</em>, agosto de 1912, pp. 153-163), atribuyó gran importancia histórica a los datos de las actas, pero no trató de probar la teoría de Mylapore. El P. A. Váth, en una obrita titulada Der hl. Thomas, der Apostel Indiens (1925), sigue discretamente el mismo camino. Por otra parte, los defensores de la tradición del sur de la India han hablado también. Merece especial atención, entre los muchos opúsculos publicados en favor de la tradición de Mylapore, la obra de F. A. D'Cruz,<em style="margin: 0px; padding: 0px;"> St Thomas the Apostle in India</em> (1925). En Mylapore y en Travancore hay una serie de inscripciones pahlavi (es decir, partas), de carácter aparentemente cristiano, grabadas en cruces redondas. Es muy probable que los evangelizadores de la costa malabar hayan sido originarios de Edesa; con el tiempo la tradición, que era muy confusa, relacionó la evangelización con Santo Tomás. El P. Thurston resume el problema en la <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Catholic Encyclopedia</em>, vol. XIV, pp. 658-659. La obra de A. C. Perumalil, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">The Apostles in India</em> (Patna, 1953), constituye un buen resumen de tipo popular.</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-25965344798312537362018-12-20T13:14:00.003-08:002018-12-20T13:14:55.339-08:00<span style="color: red;"><b> <span style="font-size: x-large;"> </span></b></span><span style="color: red; font-size: x-large;"><b>SANTO DOMINGO DE SILOS, ABAD</b></span><span style="background-color: white; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 15.2px;"> </span><br />
<em style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 15.2px; margin: 0px; padding: 0px;"> </em><em style="background-color: white; font-family: arial, helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px;"><b>Vidas de los Santos de A. Butler.</b></em><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwiYCaFm7xOn-1xjxzasLl-2JSlq3BABgh95WynixZFWpuCEAhqLVYQEhcd33cZmkuTlStY2x0GLiKbmV-pDzgNjmbKIpk5KwSDqb1SsPMKuJ5ZRhkVn2Okyrfi0ZYyT71xE9Viop3160/s1600/8902d127-9945-4c5c-b71d-31eabb639f45.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="900" height="353" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwiYCaFm7xOn-1xjxzasLl-2JSlq3BABgh95WynixZFWpuCEAhqLVYQEhcd33cZmkuTlStY2x0GLiKbmV-pDzgNjmbKIpk5KwSDqb1SsPMKuJ5ZRhkVn2Okyrfi0ZYyT71xE9Viop3160/s640/8902d127-9945-4c5c-b71d-31eabb639f45.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>SANTO DOMINGO DE SILOS</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>Abad</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>Santo Domingo de Silos aprendió a servir a Dios cuidando las ovejas de su padre. Para santificarse mejor, tomó el hábito de San Benito en el monasterio de San Millán de la Cogolla. Elegido prior, resistió valientemente a Garcias, rey de Navarra, que quería apoderarse de las posesiones de la Iglesia. Este acto de valor hizo que lo confinasen en Castilla, donde llegó a ser abad de Silos. Reformó este monasterio e hizo de él uno de los más famosos de España. Murió en 1073, y un grupo de niños vio que su alma volaba al cielo.</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>MEDITACIÓN</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>SOBRE LAS TRES PENAS DEL PECADO</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>I. El pecado es castigo del pecador, como la virtud es recompensa del justo. El pecador lleva siempre consigo su verdugo; el remordimiento siempre tortura a su alma y le arrebata el bien supremo del hombre, que es la paz de la conciencia. Sin esta paz no hay placer; con ella, no hay tristeza. Los pecadores no pueden escapar del castigo, aun aquí en la tierra; aunque no haya llegado el día de la justicia, el castigo comienza allí donde comienza el crimen (San Cipriano).</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>II. La segunda pena del pecado es que deshonra al pecador a los ojos de todos los hombres virtuosos; por escapar de la vergüenza y del deshonor, el que obra mal aborrece la luz y busca las tinieblas. El pecador, además, es despreciado, por los malos mismos y por los cómplices de sus crímenes: ¡de tal modo el amor a la virtud y el aborrecimiento al vicio están hondamente enraizados en el corazón humano!</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>III. El tercer castigo del pecador proviene de Dios: Él castiga al pecado en este mundo mediante las enfermedades, la pobreza, la peste, la guerra. Todo lo que sufres es castigo o del primer pecado de Adán o de algún pecado que tú has cometido. Pero, ¡cuánto más espantosos aun son los suplicios de la otra vida! Aquí ni siquiera puedes concebirlo, no sea que tal vez los experimentes algún día. ¡Verás cuán amargo es haber abandonado al Señor tu Dios! (Jeremías).</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>La huida del pecado.</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>Orad por los que están en pecado.</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>ORACIÓN</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>Señor, que la intercesión del bienaventurado Domingo, abad, nos haga agradables a vuestros ojos, a fin de que obtengamos por sus oraciones lo que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S.</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>Tribulación y angustias</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>aguardan a todo hombre que obra mal.</i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"></span></i></b></span><br />
<span style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;"><b><i>(Romanos 2, 9)</i></b></span>Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-52896526198797823132017-12-19T06:22:00.001-08:002017-12-19T06:22:28.353-08:00<span style="color: red; font-size: large;"><b>SAN NEMESIO Y COMPAÑEROS, MARTIRES.</b></span><div>
Vida de los Santos de A. Butler.</div>
<div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b><img alt="SAN NEMESIO Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES - Vidas de los Santos de A. Butler" height="388" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/SAN%20NEMESIO%20Y%20COMPA%C3%91EROS,%20M%C3%81RTIRES%20-%20Vidas%20de%20los%20Santos%20de%20A.%20Butler" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-19nemesio.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="497" /></b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(250 p.c.) Nemesio, egipcio de nacimiento, fue arrestado en Alejandría durante la persecución de Decio, pues se le acusaba de haber cometido un robo. Una vez que hubo probado su inocencia, se le acusó de ser cristiano. Inmediatamente, fue enviado ante el prefecto de Egipto. Como confesase la fe, el prefecto mandó que le azotasen dos veces más que a los ladrones. Después le condenó a ser quemado junto con los bandoleros y otros malhechores. El Martirologio Romano comenta que Nemesio tuvo así el honor de imitar más de cerca a nuestro divino Redentor.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En la misma persecución, fueron arrestados en Alejandría, Herón, Isidoro y Dióscoro. Este último tenía apenas quince años. El juez empezó por interrogar a Dióscoro, a quien trató de ganarse con halagos; después pasó a los tormentos; pero ninguno de los dos métodos consiguió vencer la constancia del joven. Los otros mártires fueron primero torturados y después quemados vivos. El juez compadecido de la juventud de Dióscoro, le puso en libertad "para consuelo de los fieles", diciéndole que le daba tiempo para reflexionar. El Martirologio Romano conmemora a San Nemesio el 19 de diciembre y a los otros mártires el 14 del mismo mes. El 8 de diciembre conmemora el descubrimiento de las reliquias de otro San Nemesio y algunos mártires más, en Roma. Aunque de la existencia de esos mártires sólo consta por la "pasión" espuria de San Esteban, Papa, el Martirologio Romano conmemora la traslación de sus reliquias el 31 de octubre y su martirio el 25 de agosto.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Alban Butler menciona con estos mártires a las Santas Meuris y Tea, originarias de Gaza de Palestina. En los peores momentos de la persecución continuada por los sucesores de Diocleciano, Meuris y Tea soportaron valientemente la crueldad de los hombres y la maldad del demonio, y triunfaron de ambas. Meuris murió a, manos de los perseguidores; en cambio, Tea sobrevivió algún tiempo a los atroces tormentos que había soportado, según sabemos por la vida de San Porfirio de Gaza.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Lo único que sabemos sobre Nemesio procede de unas cuantas frases de San Dionisio de Alejandría, citadas por Eusebio, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Historia Eccl.</em>, lib. VI, c. 41. De Meuris y Tea sólo se habla en la biografía de Porfirio, escrita por Marcos el Diácono.</b></div>
</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-79036666547385456802017-12-18T07:56:00.001-08:002017-12-18T07:56:58.655-08:00<span style="color: red; font-size: large;"><b>VIRGEN DE LA ESPERANZA LA GRAN PROTECTORA CONTRA LOS MUSULMANES</b></span><br />
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b><img alt="LOGROÑO, ESPAÑA: VIRGEN DE LA ESPERANZA LA GRAN PROTECTORA CONTRA LOS MUSULMANES (18 de diciembre)" height="570" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/LOGRO%C3%91O,%20ESPA%C3%91A:%20VIRGEN%20DE%20LA%20ESPERANZA%20LA%20GRAN%20PROTECTORA%20CONTRA%20LOS%20MUSULMANES%20(18%20de%20diciembre)" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-18esperanza-logronio.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="428" /></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Su devoción se debe a las rogativas de la población que se puso bajo la protección de La Virgen de la Esperanza ante los combates con los moros, que culmina con el triunfo cristiano en la batalla de Clavijo. Mas tarde, sucede lo mismo ante la invasión francesa de las tropas de Asparrot…</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Logroño es una Ciudad española, capital de la comunidad autónoma de La Rioja.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La Virgen de la Esperanza es la patrona de Logroño y su fiesta se celebra el 18 de diciembre. Está entronizada en el templo de Santiago el Real, considerado el más antiguo de Logroño. La imagen de Nuestra Señora de la Esperanza es una talla sedente del siglo XIV.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Los cristianos dan a la Virgen el título de la Esperanza por dos razones:</strong></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span style="margin: 0px; padding: 0px;">a) Por la expectación del parto,</span> ‘Virgen de la Esperanza’, virgen que espera el nacimiento del hijo y de la maternidad y que se la representa con el vientre abultado cual mujer parturienta. Es la festividad que la Iglesia celebra el día 18 de diciembre.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span style="margin: 0px; padding: 0px;">b) ‘Virgen de la Esperanza’ que se reza en la bella oración LA SALVE</span>: “Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura, ESPERANZA nuestra…”</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Si nos fijamos en la imagen de la Virgen de la Esperanza de la Iglesia de Santiago el Real de la ciudad de Logroño veremos que <span style="margin: 0px; padding: 0px;">es una talla que lleva al Niño Jesús sobre sus rodillas. No está pues en ‘expectación de parto’, no es la Virgen que espera el nacimiento del hijo.</span></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Entonces, el motivo por el que se llamó a la imagen de Santiago El Real ‘Virgen de la Esperanza’ es la Virgen ESPERANZA NUESTRA.</strong></div>
<div align="justify" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>LA DEVOCIÓN</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Atendiendo a su antigüedad, la tradición nos dirá que los antepasados logroñeses comenzaron a profesar gran devoción a una talla de la Virgen bajo la advocación de la Esperanza a partir de un suceso ocurrido en la legendaria batalla de Clavijo.</strong></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Se cree que, ante la angustiosa situación surgida para las tropas cristianas tras la derrota en la Batalla de Albelda, el rey Ramiro junto con los monjes del monasterio de San Prudencio se pusieron bajo la protección de la Virgen, elevando sus fervientes súplicas ante una imagen de Santa María que se encontraba en la iglesia de dicho monasterio y en la cual depositaron su esperanza en la noche del 22-23 de mayo del año 884.</strong></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La Esperanza que no fue defraudada ya que el mismo día 23 de mayo, el rey Ramiro I con <span style="margin: 0px; padding: 0px;">su ejército derrotaba a los moros en la batalla conocida con el nombre de BATALLA DE CLAVIJO con la especialisima ayuda del apóstol Santiago.</span></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>A partir de ahí se hizo costumbre que todos los años, el día 23 de mayo, los logroñeses peregrinaran a Clavijo (pueblo de La Rioja a 17 Km de Logroño) para dar gracias al apóstol Santiago y a la Virgen por ese acontecimiento, así como el del ‘cese del tributo a los moros de las cien doncellas’, y se dirigían al Monasterio de San Prudencio donde había una imagen de la Virgen a la que se llamaba ‘La Virgen de la Esperanza’.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span style="margin: 0px; padding: 0px;">Ya en el Siglo XII se registra un voto de la ciudad de Logroño por el que se obligaba, subir anualmente al monasterio de San Prudencio</span>; este voto se cumplió con más o menos incidecencias, hasta que en 1837 desapareció el monasterio como consecuencia de la ley de supresión de órdenes. Con la extinción del monasterio, la talla original pasó a la iglesia parroquial de Clavijo , donde se conserva en la actualidad bajo la advocación tradicional de la Esperanza, al igual que en la Iglesia de Santiago el Real.</b></div>
<div align="justify" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">LA IMAGEN</strong></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b><img alt="LOGROÑO, ESPAÑA: VIRGEN DE LA ESPERANZA LA GRAN PROTECTORA CONTRA LOS MUSULMANES (18 de diciembre)" height="347" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/LOGRO%C3%91O,%20ESPA%C3%91A:%20VIRGEN%20DE%20LA%20ESPERANZA%20LA%20GRAN%20PROTECTORA%20CONTRA%20LOS%20MUSULMANES%20(18%20de%20diciembre)" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-18esperanza-logrono.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="500" /></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span style="margin: 0px; padding: 0px;">La imagen de Nuestra Señora la Virgen de la Esperanza es una bellísima talla de comienzos del siglo XIV, profundamente rehecha con posterioridad.</span> La Virgen no se presenta con el vientre henchido, encinta, expectante para dar a luz al Hijo de Dios hecho carne en sus purísimas entrañas, sino, por el contrario, se nos presenta regia, sentada en su trono, mostrándonos al niño Dios en su regazo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Antiguamente sostenía la Virgen en su mano derecha un ramillete de tres azucenas, que según parece, eran más bien tres flores de lis, en recuerdo de la gesta de 1521.</strong></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Tanto la Virgen como el Niño presentan una irresistible atracción. Quien se detenga a contemplar las imágenes quedará, de seguro, prendido de su rara belleza, cautivado por el encanto del risueño semblante de ambos, Madre e Hijo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Esa imagen de la Virgen, contemporánea de la batalla de Clavijo, con el tiempo llegó a desaparecer y en el siglo XIII fue sustituida por otra a la que también se le denominó NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA, imagen que actualmente se conserva en la parroquia del pueblo de Clavijo, a la que fue traslada al marchar los monjes del monasterio de San Prudencio en tiempos del rey Carlos III.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Esta última imagen, con el tiempo, estaba olvidada de propios y extraños hasta que hacia el año de 1950, gracias a los inventarios de la Parroquia, se supo que la reseñaban con estas palabras rituales “Es una imagen muy antigua, traída a la Parroqula al extinguirse el monasterio de San Prudencio y se denomina LA VIRGEN DE LA ESPERANZA.”</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>A esta imagen es a la que invocaban los logroñeses en su peregrinación. Y a tal grado llegaría la devoción a esa imagen que el pueblo logroñés hizo una imagen similar o igual (finales del siglo XIII o principios del XIV) y es la que actualmente está en la iglesia de Santiago El Real (Logroño) y a la que también denominaron LA VIRGEN DE LA ESPERANZA, imagen gótica de semblante maternal, sonriente y benevolente.</b></div>
<div align="justify" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">ANTES LA TOLEDANA</strong></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">A esta imagen parece ser – se desconocen las razones – también se le llamó LA TOLEDANA. Acaso ese título se deba a que la festividad de la Anunciación (con la Anunciación empieza la expectación del parto de la Virgen) se trasladó del 25 de marzo al 18 de diciembre en el X Concilio de Toledo (año 656) por propuesta de San Ildefonso a quien Maria, en premio por haber escrito un libro sobre su virginidad, le regaló una casulla toda de una pieza.</strong></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Por otro lado, la Liturgia en España por aquellos tiempos era la hispánica, también conocida como visigótica o mozárabe, y estuvo vigente hasta la implantación del rito romano: Alfonso VI a instancias del enérgico pontífice Gregorio VII y de la reina Inés de Aquitania, decidió implantar en la liturgia el rito romano en sustitución del mozárabe; un concilio celebrado en Burgos en 1080 ponía fin a la tradición visigoda. En 1081 la liturgia romana imperaba ya en España. Lo de LA TOLEDANA puede, pues, ser debido a los orígenes mozárabes o hispánicos de esta liturgia.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<span class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px;">PATRONA Y ALCALDESA </strong></span><strong style="margin: 0px; padding: 0px;"> </strong></div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><img alt="LOGROÑO, ESPAÑA: VIRGEN DE LA ESPERANZA LA GRAN PROTECTORA CONTRA LOS MUSULMANES (18 de diciembre)" height="333" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/LOGRO%C3%91O,%20ESPA%C3%91A:%20VIRGEN%20DE%20LA%20ESPERANZA%20LA%20GRAN%20PROTECTORA%20CONTRA%20LOS%20MUSULMANES%20(18%20de%20diciembre)" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-18procesion-virgen-de-la-esperanza-de-logrono.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="500" /> </strong></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span style="margin: 0px; padding: 0px;">La Virgen de la Esperanza, a petición del clero, las autoridades y pueblo logroñés, es declarada y confirmada por Su Santidad Pío XII ‘CELESTIAL PATRONA ANTE DIOS DE LA CIUDAD DE LOGROÑO’</span> con todos los derechos y privilegios litúrgicos correspondientes, sin que nada obste en contrario, el día 14 de mayo de 1948. La proclamación fue leída el dio 11 de junio de dicho año por el entonces obispo de Orense, nacido en Logroño, D. Francisco Blanco Nájera en la iglesia de Santa María de la Redonda.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El día 18 de diciembre de 1976, según decisión adoptada por la Corporación Municipal, la Patrona de Logroño recibió el título de ALCALDESA MAYOR DE LA MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE LOGROÑO.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al año siguiente le fue entregado el BASTÓN DE MANDO para poder ostentar su poder de ALCALDESA MAYOR.</b></div>
<div align="justify" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">IGLESIA DE SANTIAGO EL REAL</strong></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b><img alt="Iglesia de Santiago el Real" height="375" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/Iglesia%20de%20Santiago%20el%20Real" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-18iglesia-de-santiago-la-real.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="500" /></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span style="margin: 0px; padding: 0px;">La primitiva iglesia dedicada al Apóstol parece remontarse a las primeras centurias cristianas.</span> Junto con la iglesia de San Blas, derruída en 1837, puede ser el templo más antiguo de Logroño. Fiel testimonio de su antiquísima cuna es la conservación en el templo de una cripta-capilla bajo el ábside, nota característica en la reconstrucción de iglesias antiguas que conservaron sus primitivas cámaras o criptas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span style="margin: 0px; padding: 0px;">La “Batalla de Clavíjo” marcó pauta para la construcción</span>, en el mismo lugar, de un segundo templo o ampliación del anterior, de estilo románico, que desapareció por causa de un incendio.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Hacia comienzos del siglo XVI se alzó la iglesia testigo de nuestro tiempo de estilo Reyes Católicos que notablemente fue ampliada en la segunda mitad del XVII. El templo, cuya construcción se atribuye a Juan de Corella, consta de una sola nave de cuatro tramos cubiertos con bóvedas de crucería estrellada, con capillas laterales entre los contrafuertes y ventanales apuntados.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La grandiosidad de esta nave, que mide 42,10 metros de longitud desde el paramento interior al ábside hasta el marco de entrada al coro; 15,40 metros de anchura entre arcos divisores de los tramos y 24,30 metros de altura desde las claves más altas de las bóvedas, se complementa con la belleza artística de su único retablo, construido a mediados del siglo XVII y que se caracteriza por su profusión en esculturas, relieves de escenas jacobeas y Ornamentación.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La torre mide 40 metros y fue construida por Martín de Landerrain en la segunda mitad del XVI. Esta torre se caracterizaba por ostentar en su parte superior un extraordinario “chapitel” de forma octogonal, que medía casi veinte metros de altura.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>A comienzos del siglo XX, por su estado de ruina, fue preciso desmantelarlo y, así, el día 3 de septiembre de 1902 se procedió a desmontar la ingente obra de 300 toneladas de peso. Al abrir la bola de la veleta de la torre se encontró dentro de ella una caja de plomo y en su exterior la siguiente inscripción (en lengua latina): “En el año del Señor de 1778, siendo Papa Pío VI; rey de España, Carlos III, y obispo de la diócesis de Calahorra y La Calzada, don Juan Luelmo, por disposición del cabildo de esta iglesia de Santiago el Real, deteriorado con el curso del tiempo el antiguo chapitel de madera, se construyó esta obra de ladrillo hecha con los fondos del mismo cabildo y con los escasos de la fábrica, colocando en esta caja de plomo las reliquias de los Santos que se extrajeron de la antigua bola. Fueron comisionados al efecto don Nicolás de la Mata y don Bernabé de Espinosa y arquitectos, Juan Antonio de Oteiza y Santos Balmaseda”.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">La reforma realizada en el templo en los años 1966-1967 situó en el retablo la imagen de la “Virgen de la Esperanza” sedente, gótica del XIV, pero sumamente restaurada, y que es la misma imagen a la que imploraban los logroñeses cuando se produjo el asedio de la ciudad, en 1521, por el ejército francés.</strong></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-61711007199811255932017-12-17T15:03:00.001-08:002017-12-17T15:03:08.446-08:00<span style="color: red; font-size: large;"><b>SAN LAZARO</b></span><br />
Vida de los Santos de A. Butler<br />
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b><img alt="17 de diciembre: SAN LÁZARO - Vidas de los Santos de A. Butler " height="550" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/17%20de%20diciembre:%20SAN%20L%C3%81ZARO%20-%20Vidas%20de%20los%20Santos%20de%20A.%20Butler" src="https://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-17lazaro.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="400" /></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(Siglo I) - En el capítulo undécimo del Evangelio de San Juan hay un relato muy detallado de la resurrección de Lázaro de Betania, hermano de Marta y María y amigo muy querido del Señor. Pero la Biblia no habla de la vida posterior del resucitado. En las Pseudo-clementinas se cuenta que Lázaro acompañó a San Pedro a Siria. La tradición más común en el oriente afirma que los judíos embarcaron a Lázaro en Jaffa en una nave que hacía agua, junto con sus dos hermanas y otros cristianos, y la nave llegó milagrosamente a la isla de Chipre. Lázaro fue elegido obispo de Kition (Larnaka), y murió apaciblemente treinta años más tarde. El año 890, el emperador León VI construyó una iglesia y un monasterio en su honor en Constantinopla y trasladó allá una parte de las pretendidas reliquias, que se hallaban en Chipre.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En el siglo XI, empezó a hablarse de que Lázaro había estado en Europa occidental, a propósito de la leyenda provenzal de Santa María Magdalena. En una carta que escribió Benedicto IX con ocasión de la consagración de la iglesia abacial de San Víctor de Marsella, hace alusión a las reliquias de Lázaro que estaban ahí; pero no dice que haya sido obispo de Provenza, ni que haya predicado en esa región, como lo afirma la leyenda. Según dicha leyenda, Lázaro fue obligado a embarcarse en un navio sin remos ni timón (con María Magdalena, Marta, Maximino, etc.), y llegó a las playas del sureste de la Galia. En Marsella convirtió a muchas personas, fue elegido obispo, y murió por la fe durante la persecución de Domiciano, en el sitio que ocupa la prisión de San Lázaro. Fue sepultado en una cueva, sobre la que se erigió más tarde la abadía de San Víctor. Sus reliquias fueron trasladadas a Autun, según se dice; pero lo único cierto es que, en 1146, se trasladaron a la catedral de esa ciudad unos restos humanos. Un hecho que puede arrojar luz sobre el origen de la leyenda es que hay en la cripta de San Víctor de Marsella un epitafio de un obispo de Aix (siglo V), quien renunció al gobierno de su sede, hizo un viaje a Palestina, volvió a morir en su patria y fue sepultado ahí. La leyenda está tal vez relacionada también con la traslación de las reliquias de San Nazario, de Milán a Autun, el año 542.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Existen muchas pruebas de que, desde los primeros tiempos del cristianismo, se veneraba a Lázaro, tanto en Jerusalén como en la Iglesia entera. La peregrina Eteria (c 390) describe la procesión que se hacía el sábado anterior al Domingo de Ramos al "Lazarium", es decir, el sitio en el que Lázaro había sido resucitado. Eteria quedó muy impresionada al ver la gran cantidad de gente que asistía a esa procesión. En la Iglesia de occidente se hacían procesiones semejantes, casi siempre durante la cuaresma. En Milán el Domingo de Pasión se llamaba "Dominica de Lázaro". San Agustín cuenta que el pasaje evangélico de la resurrección de Lázaro se leía en África en el oficio de la Aurora del Domingo de Ramos.</b></div>
<div align="justify" class="Estilo50" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Véase DAC, vol. vin, ce. 2009-2086, y nuestra bibliografía sobre Santa María Magdalena (22 de julio). Mencionemos también el artículo "Lazaras" de L. Clugnet, en Catholic Encyclopedia (vol. ix, p. 98), y el artículo del P. Thurston en la revista irlandesa Studies, vol. xxin (1934), pp. 110-123. No merece ningún crédito la leyenda que afirma que las reliquias de San Lázaro están en Autun; mucho mayor peso tiene la tradición oriental que se refiere a Kition de Chipre. Véase Lexikon f. Theologie und Kirche, vol. VI, c. 432. Acerca de las celebraciones litúrgicas, cí. Cabrol, en DAC, vol. VIII, ce. 2086-2088. A mediados de la Edad Media, se inventó la leyenda de que Lázaro había relatado por escrito lo que había visto en el otro mundo; véase Max Voigt, Beitrage zur Geschichte der Visionenliter</b><span style="font-size: x-small;">atur im M.A., vol. n (1924). La orden militar de los caballeros hospitalarios de San Lázaro de Jerusalén (que existe todavía en dos formas distintas en Francia y en Italia) deriva su nombre del Lázaro de la parábola del rico Epulón, no del resucitado.</span></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-82311540958145617712017-12-17T14:31:00.000-08:002017-12-17T14:31:58.790-08:00<span style="color: red; font-size: large;"><b>TERCER DOMINGO DE ADVIENTO.</b></span><br />
<em style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 27.2px; margin: 0px; padding: 0px;">Año Litúrgico - Dom Prospero Gueranger</em><br />
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b><img alt="TERCER DOMINGO DE ADVIENTO - Año Litúrgico - Dom Prospero Gueranger" height="323" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/tiempo-de-adviento/TERCER%20DOMINGO%20DE%20ADVIENTO%20-%20A%C3%B1o%20Lit%C3%BArgico%20-%20Dom%20Prospero%20Gueranger" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/tiempo-de-adviento/imagenes/03adviento.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="520" /></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En este domingo se aumenta todavía la alegría de la Iglesia. Continuamente suspira ella por el Señor; pero ahora siente que se aproxima y cree poder mitigar un poco la austeridad de este tiempo de penitencia, con la inocente alegría de las pompas litúrgicas. En primer lugar, este Domingo ha recibido el nombre de <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Gavdete</em> por la primera palabra de su Introito; pero, además en él se observan también las prácticas características del cuarto Domingo de Cuaresma llamado<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Laetare</em>. Se toca el Organo en la Misa; los ornamentos son de color rosa;- el Diácono vuelve a tomar la dalmática, y el Subdiácono la túnica; en las Catedrales asiste el Obispo con la mitra preciosa. ¡Admirable condescendencia de la Iglesia que tan armónicamente sabe unir la seriedad de su doctrina con la graciosa poesía de las formas litúrgicas! Entremos en su espíritu y regocijémonos hoy a causa de la proximidad del Señor. Mañana, nuestros gemidos tomarán otra vez su vuelo; porque aunque no ha de tardar, no ha llegado todavía.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La Estación se celebra en San Pedro del Vaticano. Este sagrado templo que contiene el sepulcro del Príncipe de los Apóstoles, es el asilo universal del pueblo cristiano; es natural que sea testigo de las tristezas y de las alegrías de la Iglesia.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El Oficio nocturno comienza por un nuevo Invitatorio: el grito de la Iglesia es un grito de alegría; todos los días, hasta la Vigilia de Navidad, comienza sus Maitines por estas magníficas palabras:</b></div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<em style="margin: 0px; padding: 0px;"><b>El Señor está ya próximo: venid, adorémosle.</b></em></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Tomemos ahora el libro del Profeta y leamos con la Santa Iglesia;</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Del Profeta Isaías.</b></div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<em style="margin: 0px; padding: 0px;"><b>Confianza en Dios: El humilla a los soberbios</b></em></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En aquel día, se cantará este cántico en la tierra de Judá:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Tenemos una ciudad fuerte, nos dará el Señor su ayuda por muralla y fortaleza. Abrid las puertas para que entre un pueblo justo que guarde fidelidad. Esperanza inquebrantable, tú nos conservarás la paz, porque en ti reina la confianza. Tened siempre confianza en el Señor; porque el Señor es un refugio eterno. El ha destruido a los moradores de las alturas, ha echado por tierra la ciudad soberbia; la humilló hasta el suelo, la arrojó en el polvo, y fué pisoteada por los pies del pobre y del mendigo.</b></div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<em style="margin: 0px; padding: 0px;"><b>El justo espera el reinado de la justicia y permanece fiel a Dios</b></em></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El sendero del justo está en línea recta; no se desvía de ella la senda que Tu abres al justo. En efecto, en la senda de tus juicios, hemos puesto, oh Señor, nuestra confianza; tu nombre y tu recuerdo son el deseo del alma.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Mi alma te deseó en la noche y te buscarán mis más íntimos suspiros. (ls„ XXVI, 1-9.)</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>¡Oh santa Iglesia Romana, nuestra ciudad fuerte!, hénos aquí reunidos en tus muros, alrededor del sepulcro de este pescador cuyas cenizas te amparan en la tierra, mientras que, con su doctrina inconmovible, te ilustra desde el cielo. Mas, si eres fuerte, lo eres por el Salvador que va a llegar. El es tu muralla; porque El es quien rodea a todos tus hijos con su misericordia; El es la fortaleza invencible; gracias a El, jamás los poderes infernales prevalecerán contra ti. Ensancha tus puertas, para que puedas acoger dentro de ti a todos los pueblos; pues eres maestra de la santidad y guardiana de la verdad. ¡Termine cuanto antes el antiguo error que se opone a la fe y difúndase la paz sobre todo tu rebaño! ¡Oh Santa Iglesia Romana! Tú has puesto para siempre la esperanza en el Señor; y El a su vez, fiel a su promesa, ha humillado delante de ti a las alturas de la soberbia y a las ciudades del orgullo. ¿Dónde están los Césares que creyeron haberte ahogado en tu propia sangre? ¿dónde los Emperadores que quisieron violentar la inviolable virginidad de tu fe? ¿dónde los sectarios que en cada siglo, por decirlo así, combatieron sucesivamente todos los artículos de tu doctrina? ¿dónde aquellos desagradecidos príncipes que se empeñaron en avasallarte, cuando fuiste tú quien los ensalzó? ¿dónde está el Imperio de la Media Luna que tantas veces se enfureció contra ti, y cuyas orgullosas conquistas, tú desarmada, rechazaste tan lejos? ¿dónde están los Reformadores que trataron de fundar un Cristianismo sin ti? ¿dónde estos modernos sofistas, a cuyos ojos no eras tú más que un impotente y apolillado fantasma? ¿dónde estarán, dentro de un siglo, esos reyes perseguidores de la Iglesia,. esos pueblos que buscan la libertad fuera de la Iglesia? Habrán pasado, como un torrente, en su fracaso; y tú, tú estarás siempre tranquila, siempre joven, siempre sin arrugas, ¡oh Santa Iglesia Romana! sentada sobre la roca inconmovible. Tu camino a través de los siglos habrá sido recto como el del justo; y siempre te volverás a hallar semejante a ti misma, como lo has sido durante diecinueve siglos, bajo el sol que, fuera de ti, sólo ilumina las vicisitudes humanas. ¿De dónde a ti esa solidez sino de Aquel que es la misma Verdad y la justicia? ¡Gloria sea a El en ti! Todos los años te hace su visita; todos los años te renueva sus dones, para ayudarte a terminar tu peregrinación; hasta el fln de los siglos vendrá igualmente a visitarte, a renovarte, no sólo por la virtud de aquella mirada con la que renovó a Pedro, sino llenándote de sí mismo, como llenó a la Virgen gloriosa, objeto de tus más dulces amores después del de tu Esposo. Contigo suplicamos, oh Madre nuestra, diciendo: ¡Ven, Señor Jesús! "Tu nombre y tu recuerdo son el ansia de nuestras almas; en la noche te desean ellas y te buscan nuestros más íntimos suspiros."</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>M I S A</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Mientras todo el pueblo está atento, la voz de los cantores entona la melodía gregoriana, y se oye el eco de estas consoladoras palabras del Apóstol:</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>INTROITO</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Alegraos siempre en el Señor. Otra vez os lo digo: alegraos. Que vuestra dicha sea conocida de todos los hombres; porque el Señor está cerca. No os preocupéis por nada. Al contrario, en todas vuestras oraciones presentad a Dios vuestras peticiones. <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Salmo</em>. Bendijiste, Señor, tu tierra; destruíste el cautiverio de Jacob. — V. Gloria al Padre.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La Iglesia pide, en la Colecta, la gracia de la visita que trae consigo la luz y disipa las tinieblas. Las tinieblas hacen temblar al alma; por el. contrario, la luz asegura y regocija al corazón.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>ORACION</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Oremos. Dígnate, Señor, escuchar nuestras súplicas, y disipa las tinieblas de nuestro espíritu con la gracia de tu visita. Tú, que Vives y reinas.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>EPISTOLA</b></div>
<div align="justify" class="Estilo75" style="background-color: white; color: red; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: italic; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Lección de la Epístola del Ap. S. Pablo a los Filipenses. (IV, 4-7.)</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Hermanos: Alegraos siempre en el Señor. Otra vez os lo digo: alegraos. Que vuestra dicha sea conocida de todos los hombres: el Señor está cerca. no os preocupéis por nada. Al contrario, en todas vuestras oraciones y ruegos, presentad a Dios vuestras peticiones, acompañadas de hacimiento de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo sentido, custodie vuestros corazones y vuestras inteligencias en Nuestro Señor Jesucristo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En efecto, debemos alegrarnos en el Señor; el Profeta y el Apóstol están de acuerdo en avivar nuestras ansias del Salvador: uno y otro nos anuncian la paz. Estemos, pues, tranquilos: El Señor está cerca; está cerca de su Iglesia; está cerca de cada una de nuestras almas. ¿Será posible que estemos junto a un fuego tan ardiente y permanezcamos helados? ¿Es que no sentimos ya su venida, a través de todos los obstáculos que le oponían su excelsa dignidad, nuestra profunda miseria y nuestros numerosos pecados?</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Mas El todo lo arrolla. Unos pasos más y estará entre nosotros. Salgárnosle al encuentro, por medio de estas oraciones, súplicas y acción de gracias de que nos habla el Apóstol. Dupliquemos nuestro fervor y celo, para unirnos a la Santa Iglesia, cuyos deseos van a dirigirse cada día más encendidos hacia Aquel que es su luz y su amor. Repitamos ahora con ella:</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>GRADUAL</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Señor, tú, que te sientas sobre los querubines, excita tu potencia y ven. — V. Tú, que riges a Israel, atiende: tú, que conduces a José como una oveja.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Aleluya, aleluya. — V. Señor, excita tu potencia y ven, para hacernos salvos. Aleluya.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>EVANGELIO</b></div>
<div align="justify" class="Estilo75" style="background-color: white; color: red; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: italic; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Continuación del santo Evangelio según San Juan, (I, 19-28.)</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En aquel tiempo los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, para que le preguntasen: Tú, ¿quien eres? Y confesó y no negó, antes declaró: Yo no soy el Cristo. Y le preguntaron: ¿Qué, pues? ¿Eres Elias? y dijo: No soy. ¿Eres el Profeta? Y respondió: No. Dijéronle: ¿Quién eres, pues? Para que demos respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor como dijo el Profeta Isaías. Y los que habían sido enviados eran de los Fariseos. Y preguntáronle y dijéronle: ¿Por qué. bautizas, pues, si no eres el Cristo, ni Elias, ni el Profeta? Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; pero en medio de vosotros está el que vosotros no conocéis. Este es el que vendrá detrás de mí, el que ha existido antes que yo y del cual no soy digno de desatar la correa del zapato.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Estas cosas acontecieron en Betania, al otro lado del Jordán, donde bautizaba Juan.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En medio de vosotros está el que vosotros no conocéis, dice San Juan Bautista a los enviados de los Judíos. Puede, por consiguiente, estar el Señor cerca; puede incluso haber venido, y no obstante eso, permanecer desconocido para muchos. Este Cordero divino es el consuelo del santo Precursor, quien considera un gran honor ser simplemente la Voz que invita a los hombres a preparar los caminos del Redentor. En esto es San Juan el símbolo de la Iglesia y de todas las almas que buscan a Jesucristo. Su gozo por la llegada del Esposo es completo; pero a su alrededor existen hombres para quienes este divino Salvador no significa nada. Pues bien, estamos ya en la tercera semana de este santo tiempo de Adviento; ¿están todos los corazones conmovidos por la gran noticia de la llegada del Mesías? Los que no quieren amarle como a Salvador, ¿le temen al menos como a Juez? ¿Han sido enderezados los caminos tortuosos? ¿piensan humillarse las colinas? ¿han sido atacadas seriamente la sensualidad y la concupiscencia en el corazón de los cristianos? El tiempo apremia: ¡El Señor está cerca! Si estas líneas cayeran bajo los ojos de quienes duermen, en vez de vigilar esperando al divino Infante, les conjurariamos para que abriesen los ojos y no retardasen por más tiempo el hacerse dignos de una visita, que será para ellos un gran consuelo en el tiempo, y un refugio seguro contra los terrores del último día. ¡Oh Jesús! envíales tu gracia con mayor abundancia todavía; oblígales a entrar, para que no se diga del pueblo cristiano, lo que San Juan decía de la Sinagoga: En medio de vosotros está el que vosotros no conocéis.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Durante el ofertorio, podemos unirnos al deseo de la Iglesia, pidiendo con ella al fln de la cautividad en la que nos retienen nuestros pecados, y la llegada del Salvador.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>OFERTORIO</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Bendijiste, Señor, tu tierra, destruíste el cautiverio de Jacob, perdonaste la iniquidad de tu pueblo.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>SECRETA</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Haz, Señor, que te inmolemos siempre el sacrificio de nuestra devoción, el cual realice el fln sagrado para que fué instituido y obre a la vez maravillosamente en nosotros tu salud. Por Nuestro Señor.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Las palabras que canta la Iglesia durante la comunión están tomadas del Profeta Isaías; tratan de infundir confianza en el corazón del hombre débil y pecador. No temáis, pues ¡oh cristianos! es Dios quien viene; pero viene a salvar, a darse a su criatura.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>COMUNION</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Decid: Pusilánimes, confortaos y no temáis; he aquí que vuestro Dios vendrá y nos salvará. En la Oración siguiente, la santa Iglesia pide que la visita privada que le acaba de hacer su Esposo, la prepare para la otra más solemne que ha de realizarse en la fiesta de Navidad.</b></div>
<div align="center" class="Estilo64" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>POSCOMUNION</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Imploramos, Señor, tu clemencia, para que estos divinos alimentos, nos purguen de los vicios y nos preparen para las futuras fiestas. Por Nuestro Señor.</b></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-80580700244756914502017-12-16T15:27:00.001-08:002017-12-16T15:28:16.344-08:00<span style="color: red; font-size: large;"><b>SAN EUSEBIO, OBISPO DE VERCELLI</b></span>.<br />
<div>
Vida de los Santos de A. Butler.</div>
<div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlZSkI6a0AsEdtDLCwxaNKHLq5XOSDsWPTtL31rza6B_g3em5opyUnXuobSaVabwRS858AM6CT8vOwUZOvaG8Qcs5VR67iGe9Yaf45Wu1SkP72jWe816NilMT2n4klqywNCB8VKbMyYJc/s1600/12-16eusebio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="393" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlZSkI6a0AsEdtDLCwxaNKHLq5XOSDsWPTtL31rza6B_g3em5opyUnXuobSaVabwRS858AM6CT8vOwUZOvaG8Qcs5VR67iGe9Yaf45Wu1SkP72jWe816NilMT2n4klqywNCB8VKbMyYJc/s640/12-16eusebio.jpg" width="456" /></a></div>
<b><br /></b></div>
<div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(371 p.c.) San Eusebio, nació en Cerdeña. Según se dice, su padre estuvo ahí prisionero por la fe. Cuando su madre quedó viuda, se trasladó a Roma con Eusebio y su hermana. Eusebio se educó ahí y recibió la orden del lectorado. Más tarde, fue enviado a Vercelli del Piamonte, donde se distinguió tanto en el servicio de la Iglesia, que el clero y el pueblo le eligieron para gobernar la sede. San Eusebio es el primer obispo de Vercelli de cuyo nombre queda memoria. San Ambrosio cuenta que fue el primer personaje de occidente que unió la disciplina monástica con la clerical, ya que vivía en comunidad con una parte de su clero. Por ello, los canónigos regulares veneran especialmente a San Eusebio. El santo comprendió que el primero y mejor de los medios para trabajar eficazmente por la santificación de su grey consistía en formar personalmente a su clero en la virtud, piedad y celo de las almas. En esa empresa tuvo tanto éxito, que sus discípulos fueron elegidos obispos de otras diócesis, y muchos de ellos brillaron como faros en la Iglesia de Dios. San Eusebio se ocupaba también de la instrucción del pueblo con gran diligencia, y muchos pecadores cambiaron de vida, gracias a la virtud de la verdad que predicaba el santo y a su ejemplo de bondad y caridad.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El año 354, fue convocado al servicio de la Iglesia universal y, durante los diez años siguientes, se distinguió como confesor de la fe y sufrió por ella. En efecto, el año 354 el Papa Liberio designó a San Eusebio y a Lucifer de Cagliari para que fuesen a pedir al emperador Constancio que reuniese un concilio y tratase de poner fin a la contienda entre los católicos y los arríanos. Constancio accedió, y el concilio se reunió en Milán, el año 355. Eusebio, viendo que los arríanos, aunque eran menos numerosos que los católicos, se iban a imponer por la fuerza, se negó a asistir al concilio hasta que Constancio le obligó. Cuando los obispos recibieron la orden de firmar un documento que condenaba a San Atanasio, Eusebio se rehusó a hacerlo y, poniendo sobre la mesa el Credo de Nicea, exigió que todos lo suscribiesen antes de discutir el caso de San Atanasio. Ello produjo un verdadero tumulto. Finalmente, el emperador mandó llamar a San Eusebio, San Dionisio de Milán y Lucifer de Cagliari, y les exigió que condenasen a Atanasio. Ellos insistieron en que era inocente y que no había derecho a condenarle sin oírle, y reclamaron contra la intervención del brazo secular en las decisiones eclesiásticas. El emperador se enfureció y los amenazó de muerte; pero se contentó con desterrarlos. San Eusebio fue desterrado por primera vez a Escitópolis de Palestina, donde estuvo bajo la vigilancia de Pátrofilo, el obispo arriano.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al principio, se alojó en casa de San José de Palestina, cuya familia era la única ortodoxa de la población. San Epifanio y otros distinguidos personajes le consolaron visitándole, y unos mensajeros fueron desde Vercelli a llevarle una ayuda pecuniaria. Pero la paciencia del santo se vio sometida a duras pruebas. Después de la muerte del conde José, los arríanos insultaron a San Eusebio, le arrastraron medio desnudo por las calles y durante cuatro días, le tuvieron encerrado en una reducida habitación y le molestaron continuamente para que aceptase los principios arrianos. Como ni sus diáconos, ni los otros cristianos podían ir a visitarle, el santo escribió a Patrófilo una carta encabezada de la siguiente manera: "Eusebio, siervo de Dios, y los otros siervos de Dios que sufren con él por la fe, al perseguidor Patrófilo y sus secuaces." Después de describir lo que había sufrido, pedía que se diese a sus diáconos el permiso de visitarle. San Eusebio hizo una especie de "huelga de hambre". Cuando llevaba cuatro días sin probar alimento, los arrianos le enviaron de nuevo a su casa. Pero tres semanas más tarde, irrumpieron nuevamente en la casa y le sacaron a rastras, después de robar sus bienes, desparramar sus provisiones y echar fuera a su séquito. San Eusebio se las arregló para escribir a su grey una carta en la que contaba lo sucedido. .Más tarde, fue trasladado de Escitópolis a Capadocia, y luego a la Tebaida superior. Se conserva una carta que escribió desde Egipto a Gregorio, obispo de Elvira, en la que le alaba por la constancia con que había resistido a los enemigos de la fe de la Iglesia, y expresaba su deseo de morir sufriendo por el Reino de Dios.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Constantino murió hacia el año 361. Julián permitió que los obispos desterrados retornasen a sus respectivas sedes. San Eusebio fue entonces a Alejandría a hablar con San Atanasio sobre los remedios que había que aplicar a los males de la Iglesia. Ahí tomó parte en un concilio y, después, se trasladó a Antioquía, como legado conciliar, para hacer que se reconociese como obispo a San Melecio y para tratar de poner fin al cisma eustaciano. Desgraciadamente, Lucifer de Cagliari acababa de echar leña al fuego, nombrando a Paulino obispo de los eustacianos. Eusebio le reprendió por la ligereza con que había procedido. El fogoso Lucifer se vengó rompiendo la comunión con él y con todos aquéllos que, obedeciendo los decretos del concilio de Alejandría, aceptaban a los obispos convertidos del arrianismo. Tal fue el origen del cisma de Lucifer, a quien su orgullo hizo perder el fruto del celo que había mostrado hasta entonces y de lo que había sufrido por la fe.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>No pudiendo hacer nada en Antioquía, San Eusebio recorrió el oriente hasta la Iliria, confirmando en la fe a los que vacilaban en ella y reconciliando a muchos que se habían alejado de la Iglesia. En Italia encontró a San Hilario de Poitiers y, juntos, combatieron a Auxencio de Milán, quien quería imponer el arrianismo. San Jerónimo dice que la ciudad de Vercelli "se quitó los vestidos de luto" cuando volvió su obispo después de tan larga ausencia. No sabemos nada sobre los últimos años de San Eusebio. Murió el 1° de agosto, día en que le conmemora el Martirologio Romano, que le califica de mártir; pero el Breviario hace notar que fue mártir por sus sufrimientos y no por su muerte. En la catedral de Vercelli hay un manuscrito de los Evangelios, escrito, según se dice, de la propia mano del santo. El rey Berengario lo mandó cubrir con láminas de plata hace casi mil años, porque estaba ya muy gastado. Dicho manuscrito es el "codex" más antiguo que se conserva de la versión latina. San Eusebio es uno de los varios personajes a los que se ha atribuido el Credo Atanasiano.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Los Padres de la Iglesia, que con su celo y saber mantuvieron intacta la verdad de la fe, hicieron de la humildad el fundamento de su actividad. Sabiendo que estaban sujetos a error, repetían con San Agustín: "Puedo errar, pero nunca seré hereje." La prudencia y la humildad no son menos necesarias en los estudios profanos que en los religiosos. Algunos pierden el contacto con la realidad en sus elucubraciones y desperdician su talento dedicándose a estudios que están por encima de sus fuerzas. Cicerón tiene razón cuando dice que no hay doctrina, por absurda que sea, que no haya sido defendida por algún filósofo. Por ello, el Apóstol afirma que "la ciencia hincha", no porque sea mala en sí misma, sino porque el corazón humano es muy propenso al orgullo. Generalmente los más ignorantes son los que caen más fácilmente en el defecto de exagerar sus conocimientos y cualidades.</b></div>
<div align="justify" class="content Estilo64" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Dado que no existe ninguna biografía propiamente dicha de San Eusebio (pues la que publicó Ughelli es muy posterior y de poco valor histórico), las principales fuentes son las cartas del santo, un artículo de los Viri {Ilustres de San Jerónimo, y la literatura polémica de la época. Los principales acontecimientos de la vida de San Eusebio están relacionados con la historia general de la Iglesia. Véase, por ejemplo, Hefele-Leclercq, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Histoire des Conciles</em>, vol. I, pp. 872 ss. y 961 y ss.; Duchesne, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Hist. ancienne de l'Eglise</em>, vol. II, pp. 341-350; Bardenhewer, Geschichte der altkirchlichen Literatur, vol. III, pp. 486-487; y sobre todo Savio, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Gli antichi vescovi d'Italia</em>, vol. I, pp. 412-420 y 514-544.</b></div>
</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-6897446406663827492017-12-16T15:23:00.001-08:002017-12-16T15:23:55.155-08:00<i><span style="font-size: x-small;">Viernes, 15 de Diciembre. 2017</span></i><br />
<b><span style="color: red; font-size: large;">SANTA MARÍA DE ROSA, VIRGEN, FUNDADORA DE LAS DONCELLAS.DE LA CARIDAD DE BRESCIA.</span></b><br />
Vida de los Santos de A. Butler.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8vD0tRCSk_go-i8nynjOS4JeNKuM8EkehIOe8s1YMDr3kNdd5dkV6UCedFvAQH4inuRxYhINNHgnHDDhm_2Owp_QJBjho1OBQiFTHUDpSizGB5Urysnq8qwux_2hQhwDoH8bJ8tWhiTo/s1600/12-15maria-de-rosa.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="389" data-original-width="314" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8vD0tRCSk_go-i8nynjOS4JeNKuM8EkehIOe8s1YMDr3kNdd5dkV6UCedFvAQH4inuRxYhINNHgnHDDhm_2Owp_QJBjho1OBQiFTHUDpSizGB5Urysnq8qwux_2hQhwDoH8bJ8tWhiTo/s640/12-15maria-de-rosa.JPG" width="516" /></a></div>
<br />
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(1855 p.c.) Más de tres siglos después de que Savonarola predijo la ruina de Brescia (profecía que se cumplió en 1512, cuando los franceses se apoderaron de la ciudad y la saquearon), nació una de las tres personas que, con su santidad, dieron gloria a Brescia en el siglo XIX; las otras dos fueron el Beato Luis Pavoni y la Beata Teresa Verzeri. María (a quien en su casa llamaban Paula o Paulina) nació en 1813. Era la sexta de los nueve hijos de Clemente de Rosa y de la condesa Camila Albani. Su infancia no tuvo nada de extraordinario. A los once años, María tuvo la pena de perder a su queridísima madre. A los diecisiete años, la joven abandonó la escuela para ocuparse de su padre y éste empezó a buscarle marido. Cuando le presentó al pretendiente, María se sobresaltó. En seguida, acudió a consultar al arcipreste de la catedral, Mons. Faustino Pinzoni, sacerdote muy sagaz, que había dado ya muestras de gran prudencia en su dirección. Mons. Pinzoni fue a ver personalmente a Clemente de Rosa y le explicó que su hija había determinado no contraer matrimonio. En aquella época, sobre todo en las clases superiores, los padres no solían preocuparse mucho de las inclinaciones de sus hijos, particularmente en cuestiones de matrimonio. Ello hace tanto más encomiable la actitud del padre de María, quien se plegó casi inmediatamente a la decisión de su hija y la apoyó más tarde en la realización de sus planes, por más que debían parecerle extravagantes.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>María siguió viviendo en su casa diez años. Cada día, se consagraba más a las obras de beneficencia, en lo cual su padre la precedía con el ejemplo. Entre las propiedades de Clemente se contaban unos telares en Acquafredda, en los que trabajaban algunas jóvenes. Una de las primeras empresas de Paula consistió en ocuparse de ellas. Su solicitud se extendió pronto a las jóvenes de Capriano, donde su familia tenía una casa de campo. Con la ayuda del párroco, María estableció ahí una cofradía de mujeres y organizó para ellas retiros y misiones especiales. Los resultados fueron tan extraordinarios, que el párroco apenas reconocía a sus feligreses. En nuestros artículos sobre los Beatos Luis Pavoni y Teresa Verzeri, hablamos de la epidemia de cólera que hizo estragos en Italia en aquella época. Cuando la epidemia se declaró en Brescia, en 1836, María pidió a su padre permiso para asistir a los enfermos en los hospitales. Clemente aceptó no sin vacilar y temblar por la salud de su hija. Los servicios de María fueron bien acogidos en el hospital. La joven acudió con una viuda llamada Gabriela Echenos-Bornati, la cual tenía ya cierta experiencia en el cuidado de los enfermos. Ambas dieron tal ejemplo de olvido de sí mismas, laboriosidad y caridad, que toda la ciudad quedó profundamente impresionada. (Manzoni describe en "Los Novios" el hospital de infecciosos de Milán. Ello dará una idea de las condiciones del de Brescia.)</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>A raíz de eso, se pidió a María que se encargase de dirigir una especie de taller para jóvenes pobres y abandonadas. Se trataba de un puesto difícil para una joven que tenía apenas veinticuatro años. María lo desempeñó con gran éxilo durante dos años, al cabo de los cuales, renunció a causa de ciertas diferencias con los protectores de la obra, quienes no querían que las jóvenes pasasen la noche en la casa que ocupaba el taller. María fundó entonces un dormitorio para doce jóvenes. Al mismo tiempo, empezó a ocuparse de una obra emprendida por su hermano Felipe y Mons. Pinzoni: se trataba de una escuela para niñas sordomudas, del tipo de las que Luis Pavoni estaba fundando entonces para niños. La escuela estaba aún en sus comienzos cuando Paula la cedió a las hermanas canosianas, quienes deseaban desarrollar la obra en gran escala en Brescia.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La historia de aquellos diez años de la vida de María es verdaderamente extraordinaria, sobre todo si se tiene en cuenta que aún no cumplía los treinta años y era de salud delicada. Pero había en ella algo de viril, y su energía física y su valor eran poco comunes; por ejemplo, en cierta ocasión, salvó la vida de una persona que iba en un carruaje cuyo caballo se desbocó, en circunstancias extremadamente peligrosas. Su inteligencia, rápida, aguda y tenaz, hacía juego con su carácter, de suerte que no se contentaba con practicar la virtud en grado heroico y dejar que su evolución intelectual en materia de religión se estancase a la altura del catecismo de niños. La santa llegó a poseer serios conocimientos teológicos, y en la selección de sus lecturas supo emplear la agudeza e intuición que la guiaban en los asuntos de la vida práctica. Su inteligencia se reveló particularmente cuando tuvo que resolver los complejos problemas que acompañan siempre a la fundación de una congregación religiosa. Por otra parte, María tenía una memoria muy tenaz para retener los recuerdos de personas y acontecimientos, tanto grandes como pequeños, cosa que le sirvió no poco.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La congregación empezó a tomar forma en 1840. Al principio, fue una especie de asociación piadosa, de la que María fue nombrada superiora por Mons. Pinzoni. La Sra. Cornati fue prácticamente cofundadora de dicha asociación, que tenía por finalidad atender a los enfermos en los hospitales; las socias no actuaban únicamente como enfermeras, sino que consagraban a los enfermos todo su tiempo y sus fuerzas. Las cuatro primeras socias, que tomaron el nombre de Doncellas de la Caridad, se establecieron en una casa ruinosa e incómoda, en las cercanías del hospital. Pronto fueron a unírseles quince jóvenes tirolesas, quienes habían oído a un misionero hablar de la asociación. Al poco tiempo, la comunidad constaba ya de treinta y dos personas. La forma en que trabajaban, despertó la admiración de la ciudad, de la que se hizo eco un médico que escribió un artículo sobre las obras de misericordia, espirituales y corporales, que llevaban a cabo. Pero no faltaban quienes criticasen seriamente la obra. Algunas personas consideraban a las Doncellas de la Caridad como instrusas y querían echarlas fuera. Sin embargo, a los tres meses de la fundación de la asociación, las autoridades de Cremona invitaron a las jóvenes a emprender una obra parecida en dicha ciudad, y éstas aceptaron. Escribiendo a la casa de Cremona, decía Paula, a propósito de las dificultades de Brescia: "Espero que no sea ésta nuestra última cruz. Francamente, me habría dado pena que no fuésemos perseguidas."</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Clemente de Rosa cedió poco después una casa mejor a la comunidad de Brescia. El obispo de la ciudad aprobó en 1843 la regla provisional. Gabriela Bornati murió pocos meses después, y esa pena vino a ensombrecer un tanto el gozo anterior. Aunque privada de su principal colaboradora, Paula podía aún guiarse por los consejos de Mons. Pinzoni. La congregación siguió creciendo y los hospitales fueron aumentando en número. En el verano de 1848, murió el arcipreste, precisamente en una época en que las convulsiones políticas sacudían a Europa y la guerra hacía estragos en el norte de Italia. Paula aprovechó la oportunidad para enviar a sus religiosas a encargarse del hospital militar de San Lucas. Ahí tuvieron también que enfrentarse con la oposición de los médicos, que preferían a las enfermeras seglares y a los ordenanzas militares. Las religiosas atendieron a las víctimas civiles y a los prisioneros. Además, anticipándose a Florencia Nightingale, ejercieron las obras de misericordia espirituales y corporales en pleno frente de batalla. Al año siguiente, tuvieron lugar los trágicos "Diez Días de Brescia". Paula y sus religiosas atendieron a todos los heridos sin distinción. Un destacamento indisciplinado hizo irrupción en el hospital. Paula, acompañada de media docena de religiosas que llevaban un crucifijo y dos cirios, cerró el paso a los soldados, los cuales vacilaron un momento, se detuvieron y se escurrieron fuera. El crucifijo, que todavía se conserva en Brescia, pasó de mano en mano entre los enfermos para que lo besaran.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Paula quería que sus religiosas uniesen la vida activa a la contemplativa. Pero no quería religiosas "activistas", de ésas que, según la expresión de Santa Luisa de Marillac, "corren por las calles con tazones de sopa". En aquella época, Italia era un campo ideal para fundaciones como la de Paula. Así pues, la santa partió a Roma en el verano de 1850. El 24 de octubre, Pío IX le concedió audiencia. Dos meses después, la congregación fue aprobada con una rapidez notable, según iban las cosas en Roma. La aprobación de las autoridades civiles fue menos rápida; por ello, las primeras veinticinco religiosas no pudieron hacer la profesión sino hasta el verano de 1852. Paula tomó el nombre de María del Crucificado. La erección canónica de la congregación abrió un período de rápido desarrollo. Pero la obra personal de la madre María en este mundo estaba próxima a su fin. Aunque apenas tenía cuarenta y dos años, sus fuerzas estaban totalmente agotadas, de suerte que se consideró como un milagro que recobrase la salud el Viernes Santo de 1855. El trabajo abundaba: el cólera amenazaba a Brescia, y había que abrir un convento en Espalato de Dalmacia y otro cerca de Verona. La santa sufrió un ataque en Mantua. Cuando llegó a Brescia, exclamó: "¡Bendito sea Dios, que me trae a morir en Brescia!" Dios la llamó a Sí tres semanas más tarde, el 15 de diciembre de 1855.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Mons. Pinzoni, quien la había conocido tan a fondo, dijo en cierta ocasión: "Su vida es un milagro que asombra a cuantos lo ven." Santa María resumió perfectamente el espíritu que la animaba, al decir a sus religiosas: "No puedo ir a acostarme con la conciencia tranquila los días en que he perdido la oportunidad, por pequeña que ésta sea, de impedir algún mal o de hacer el bien." Día y noche, estaba pronta a acudir en auxilio de los enfermos, a asistir a algún pecador moribundo, a poner fin a una reyerta, a consolar una pena. Así lo reconoció el pueblo de Brescia, que acudió en masa a los funerales. La canonización de Santa María tuvo lugar en 1954.</b></div>
<div align="justify" class="content Estilo64" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>B. Bartoccetti escribió una biografía muy completa, titulada <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Beata María Crocifissa di Rosa</em> (1940). Existe un buen resumen de dicha obra, en noventa páginas, hecho por una religiosa de la congregación. Citemos también la biografía del Dr. L. Fossati. Según parece, sólo se ha escrito sobre la santa en italiano.</b></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-85721743037845129402017-12-16T15:19:00.000-08:002017-12-16T15:19:07.085-08:00<span style="font-size: x-small;"><i>Jueves, 14 de Diciembre. 2017</i></span><br />
<b><span style="color: red; font-size: large;">SAN ESPIRIDION, OBISPO DE TKEMITUS</span></b><br />
Vida de los Santos de A. Butler.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy_0ACXMMPjrTSAT8gTcaF0QWqG79m9hHlwokpWibKFZAKiySWnYhDfIunH7JvRDcTn5ldIhdYJTXGUWYomusmlVplFJmerhzkkCeNIdhX4xK_e5SS3URWEtCsxlRmHy0p_rwa_5dnTc8/s1600/12-14espiridion.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="580" data-original-width="489" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy_0ACXMMPjrTSAT8gTcaF0QWqG79m9hHlwokpWibKFZAKiySWnYhDfIunH7JvRDcTn5ldIhdYJTXGUWYomusmlVplFJmerhzkkCeNIdhX4xK_e5SS3URWEtCsxlRmHy0p_rwa_5dnTc8/s640/12-14espiridion.JPG" width="538" /></a></div>
<b><br /></b>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(Siglo IV) Se cuentan muchas anécdotas de este santo chipriota, que fue pastor, padre de familia y obispo. Sozomeno, que escribió a mediados del siglo V, cuenta que unos bandoleros que intentaron robar una noche el ganado del santo, fueron detenidos por una mano invisible, de suerte que no pudieron ni robar el ganado, ni huir. Espiridión los encontró paralizados a la mañana siguiente, oró por ellos para que recobrasen el movimiento y les regaló un carnero para que no se fuesen con las manos vacías. Sozomeno relata también que el santo y toda su familia se abstenían de todo alimento varios días durante la cuaresma. En una de esas ocasiones, un forastero se detuvo en casa de Espiridión para descansar un poco. Este vio que el forastero estaba muy fatigado y, como no tenía pan que ofrecerle, mandó cocer un poco de carne de puerco ,salada y le invitó a comer. El forastero se excusó, diciendo que era cristiano. Entonces el santo empezó a comer para incitar al extranjero a hacer otro tanto y le hizo notar que los preceptos eclesiásticos sólo obligan dentro de lo razonable y que no hay ningún alimento que esté vedado para el cristiano.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>San Espiridión fue elegido obispo de Tremitus, en la costa de Salamis y, desde entonces, aparte de su oficio de pastor se dedicó a la cura de almas. La diócesis era muy pequeña y los habitantes pobres; los cristianos eran muy observantes, pero quedaban aún algunos paganos. Durante la persecución de Galerio, el santo hizo una gloriosa confesión de la fe. El Martirologio Romano dice que Espiridión fue uno de los que quedaron marcados como esclavos con la pérdida del ojo izquierdo y la aplicación de un hierro candente en la pierna izquierda, para enviarlo a trabajar en las minas. El Martirologio Romano añade, erróneamente, que San Espiridión asistió al Concilio de Nicea en el año 325. En el oriente hay una leyenda donde se cuenta que, cuando Espiridión se dirigía al Concilio, encontró a un grupo de obispos, los cuales se alarmaron mucho pensando que la simplicidad del santo constituía un peligro para la ortodoxia. Así pues, ordenaron a sus criados que degollasen las muías de Espiridión y de su diácono. Aquella noche, al encontrar a las bestias degolladas, Espiridión no se inmutó, simplemente dijo a su diácono que volviese a pegar las cabezas a los cuerpos, y las bestias resucitaron. Cuando salió el sol, el diácono se dio cuenta de que había pegado la cabeza de su muía, que era baya, al cuerpo de la muía del santo, que era alazana. En el Concilio, un filósofo pagano, llamado Eulogio, atacó al cristianismo. Un anciano obispo, tuerto y de modales groseros, se levantó a responder a aquel sofista rebuscado. Dejándose de rodeos, el obispo afirmó que Dios era omnipotente y que el Verbo se había hecho hombre para redimir al genero humano, y añadió que eso era cuestión de fe y que no se podía probar. En seguida, preguntó a Eulogio si creía en eso o no. El filósofo reflexionó un instante y tuvo que confesar que sí creía. Entonces el obispo le dijo: "Pues ven conmigo a la iglesia para que te confiera yo la señal de la fe." Así lo hizo Eulogio, quien comentó que la virtud es más fuerte que las palabras y las razones, lo cual equivalía a decir que el Espíritu Santo se había manifestado a través de aquel obispo inculto. Algunos historiadores posteriores identificaron a este obispo con San Espiridión, pero sin razón suficiente.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Cierta persona había confiado al cuidado de Irene, hija de Espiridión, un objeto de gran valor. Como Irene muriese, esa persona reclamó el objeto al santo, pero éste no consiguió encontrarlo. Entonces, según cuenta la leyenda, Espiridión se dirigió a la tumba de su hija y le preguntó dónde estaba el objeto perdido. La muerta le indicó en dónde hallarlo y el santo pudo devolverlo al dueño. Aunque San Espiridión era muy inculto, leía diariamente la Sagrada Escritura y sabía el respeto que se debe a la palabra de Dios. En cierta reunión de los obispos de Chipre, San Trifilio, obispo de Ledra (a quien San Jerónimo llama el hombre más elocuente de su tiempo), predicó un sermón. Refiriéndose al pasaje "Toma tu camilla y anda", Trifilio dijo "Toma tu lecho y anda", pues le pareció que esa traducción era más elegante. San Espiridión le reconvino por tratar de hacer elegante un relato cuyo valor consistía precisamente en su sencillez, y preguntó al predicador si creía que el Señor no había empleado la palabra propia. Las reliquias de San Espiridión fueron trasladadas de Chipre a Constantinopla y más tarde a Corfú, donde se las venera todavía. El santo es el principal patrono de los católicos de Corfú, Zakintos y Cefalonin.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Además de las alusiones relativamente tempranas que se encuentran en las obras de Sócrates y de Sozomeno, parece que Leoncio de Neápolis escribió una biografía de San Espiridión a principios del siglo VII; pero sólo se conserva la adaptución que hizo posteriormente Metafrasto (Migne, PG., vol. CXVI, pp. 417-468). Existe también un sermón de Teodoro de Pafos sobre el santo; Usener publicó algunos párrafos en <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Beitrage zui Geschichte der Legendenliteratur</em>, pp. 222-232, y S. Papageorgios hizo una edición completa en 1901. Pero en gran parte se trata de un texto plagiado de la biografía anónima de los obispos Metrófanes y Alejandro de Constantinopla (cf. Heseler, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Hagiographica</em>, (1934). Se dice también que Trifilio de Ledra, discípulo de San Espiridión, escribió otra biografía en versos elegiacos; pero la obra no se conserva. En el arte bizantino San Espiridión aparece con una gorra de pastor; véase, por ejemplo, G. de Jerphanion, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Les églises rupestres de Cappadoce</em> (1932); y <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Byzantinische Zeitschrift</em> (1900), pp. 29 y 107. Véase también P. Van den Ven, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">La légende de S. Spyridion</em> (1953), que el P. F. Halkin califica de "beau travail d'édition et de critique".</b></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-77883026724480106752017-12-16T15:14:00.001-08:002017-12-16T15:14:22.456-08:00<i><span style="font-size: x-small;">Miercoles, 13 de Diciembre. 2017</span></i><br />
<b><span style="color: red; font-size: large;">SANTA LUCIA, VIRGEN Y MARTIR.</span></b><br />
Vida de los Santos de A. Butler.<br />
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><b><img alt="Quirizio de Murano,S. Lucía e historia de su vida Pinacoteca de la Academia Concordi, Rovigo " height="464" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/Quirizio%20de%20Murano,S.%20Luc%C3%ADa%20e%20historia%20de%20su%20vida%20Pinacoteca%20de%20la%20Academia%20Concordi,%20Rovigo" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-13lucia.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="580" /><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /><span class="Estilo64" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">Quirizio de Murano,S. Lucía e historia de su<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />vida, Pinacoteca de la Academia Concordi, Rovigo</span></b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(304 p.c.) De acuerdo con las "actas" de Santa Lucía, que no son fidedignas, Lucía, cuyos padres eran nobles y ricos, había nacido en Siracusa de Sicilia. La niña fue educada en la fe cristiana. Perdió a su padre durante la infancia y se consagró a Dios siendo muy joven. Sin embargo, mantuvo en secreto su voto de virginidad, de suerte que su madre, que se llamaba Eutiquia, la exhortó a contraer matrimonio con un joven pagano. Lucía persuadió a su madre de que fuese a Catania a orar ante la tumba de Santa Ágata para obtener la curación de unas hemorragias. Ella misma acompañó a su madre, y Dios escuchó sus oraciones. Entonces, la santa dijo a su madre que deseaba consagrarse a Dios y repartir su fortuna entre los pobres. Llena de gratitud por el favor del cielo, Eutiquia le dio permiso de hacer lo que quisiese. El pretendiente de Lucía se indignó profundamente y delató a la joven como cristiana ante el gobernador. La persecución de Diocleciano estaba entonces en todo su furor. Como Lucía no cediese, el gobernador la condenó a perder la virginidad en una casa de prostitución; pero Dios impidió que los guardias pudiesen mover a la joven del sitio en que se hallaba. Entonces, los guardias trataron de quemarla en la hoguera, pero también fracasaron. Finalmente, la decapitaron.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Aunque lus diversas versiones griegas y latinas de las actas de Santa Lucía carecen de valor histórico, está fuera de duda que, desde antiguo, se tributaba culto a la santa en Siracusa. En el siglo VI, se le veneraba ya también en Roma entre las vírgenes y mártires más ilustres. El nombre de Santa Lucía figura en el canon de la misa romana y en la de Milán. En la Edad Media se invocaba a la santa contra las enfermedades de los ojos, probablemente porque su nombre está relacionado con la luz. Ello dio origen a varias leyendas, como la de que el tirano mandó a los guardias que le sacaran los ojos y la de que ella misma se los arrancó para entregarlos a un pretendiente importuno que estaba prendado de su belleza. En ambos casos, cuenta la leyenda que Lucía recobró la vista y que sus ojos eran más hermosos que antes.</b></div>
<div align="justify" class="content Estilo65" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En el cementerio de San Juan de Siracusa se descubrió una inscripción sobre Santa Lucía, que data del siglo IV o de principios del V; véase sobre esto P. Orsi, en<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Rómische Quartalschrift</em>, vol. IX (1895), pp. 299-308. Por una carta de San Gregorio Magno, sabemos que en su época se dedicaron a Santa Lucía varias iglesias en Roma. Véase también CMH., p. 647; DAC, vol. IX, cc. 2616-2618; y G. Goyau, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Sainte Lucie</em> (1921). Hay muchas costumbres folklóricas relacionadas con la fiesta de la santa; véase Bachtold-Staubli, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Handwórterbuch des deutschen Aberglaubens</em>, vol. V, cc. 1442-1446. Suele representarse a la santa llevando sus ojos en una bandeja. Véase Künstle, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Ikonographie</em>, vol. II, y Drake, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Saints and their Emblems</em>; Dunbar, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">A Dictionary of Saintly Wornen</em>, vol. I, pp. 469-470. Un testimonio curioso sobre la popularidad de Santa Lucía es el del poema latino de Sigeberto de Gembloux (1400); dicho poema fue publicado por E. Dümmler en 1893. La obra de San Aldelmo se titula<em style="margin: 0px; padding: 0px;">De laudibus virginitatis</em>; véase <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Aldhelmi Opera</em>, ed. R. Ehwald, en MGH., <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Auct. antiquiss.</em>, vol. XV (1919), pp. 293-294 (en prosa), y líneas 1779-1841 (en verso).</b></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-52228978242009251912017-12-16T15:07:00.002-08:002017-12-16T15:07:37.287-08:00<span style="font-size: x-small;"><i>Martes, 12 de Diciembre. 2017</i></span><br />
<span style="color: red; font-family: Merriweather; font-size: large;"><b>NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE</b></span><br />
<span style="font-family: Merriweather;">Jose Luis De Urrutia, S.J.</span><br />
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-12guadalupe.jpg" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;" target="_blank"><b><img alt="NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE - Patrona de Iberoamérica (12 de diciembre)" border="0" height="517" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/NUESTRA%20SE%C3%91ORA%20DE%20GUADALUPE%20-%20Patrona%20de%20Iberoam%C3%A9rica%20(12%20de%20diciembre)" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-12guadalupe.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="406" /></b></a></div>
<h3 align="justify" class="Estilo39" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; font-style: italic; line-height: 1.7em; margin: 0px 50px; padding: 0px;">
<span style="font-size: small;">Proclamada Patrona de México por el Papa Benedicto XIV en 1754, recibe la coronación pontificia en 1895, y el 12 de octubre de 1945 el Papa Pío XII la proclama Patrona Méjico y de toda Iberoamérica.</span></h3>
<b><br style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;" /><span class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">I. LA VIRGEN DE GUADALUPE<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />EN MEXICO </span><br style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;" /></b><br />
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Las intervenciones de Nuestra Señora en la historia, siempre son deliciosas. Muchas veces con curaciones prodigiosas, entre las que sobresale el milagro de Calanda de la Virgen del Pilar. Otras veces con mensajes para nuestra salvación, como el importantísimo de Fátima. En México las apariciones de Sta. María a fin de convertir los indígenas al catolicismo, tienen un sello especial, su mismo retrato, y ver su imagen bastará para llevarnos a Jesús; ¡tanto puede la Madre de Dios con sola su figura!</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Vamos a conocer la historia, empezando por los antecedentes que la enmarcan.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Un Viernes Santo, 22 de abril de 1519, 26 años después que Colón descubriese América, otro gran conquistador, el extremeño Hernán Cortés, desembarcaba en México, en Veracruz. Con pocos hombres, mucha audacia y genio militar, entraba en la ciudad de México el 13 de agosto de 1521, conquistando territorios mayores que España rápidamente, con las vicisitudes conocidas de su «noche triste», el quemar las naves, etc.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Sobre la cultura, organización política y religión de los diversos pueblos que habitaban aquellas tierras,<span style="margin: 0px; padding: 0px;"><a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/12-12guadalupe.html#1" id="UNO" name="UNO" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;" title="title"><span style="margin: 0px; padding: 0px;"><span lang="ES-TRAD" style="margin: 0px; padding: 0px;" xml:lang="ES-TRAD">[1]</span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="margin: 0px; padding: 0px;" xml:lang="ES-TRAD"> </span></span>tomamos de uno de sus descendientes, el profesor Ceferino Salmerón:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>México, estrictamente hablando, no era más que una ciudad de Tenochtitlán, patria de los aztecas; al occidente el reino de Tacuba y el tarasco, al oriente el de Texcoco; los mayas, que no formaban reino, al suroeste, en la península de Yucatán; en el sur los reinos mixteco y zapoteco; todos independientes de los aztecas: «Tribus y pueblos semicivilizados, vivían en forma por demás miserable y rudimentaria. Su escasa y pobre alimentación básia Constaba de tortas de maíz, frijol, hierbas silvestres, raíces de plantas y variedad de sabandijas. Desconocían elpan de trigo, la variedad de carnes de animales, domesticados cuadrúpedos, el vino de uva, las grasas y el aceite de oliva, la leche de vaca o de cabra, porque los ganados vacuno y cabrino aquí no existían.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>España, a su hija Nueva España, la pobló de toda clase de plantas y árboles frutales, tales como los cítricos, la manzana, la pera, el plátano y la vid, el cocotero y la caña de azúcar. Introdujo los cereales, desconocidos entre los indígenas, tales como el trigo y la cebada, el centeno y el arroz. Y en cuanto a los ganados, introdujo en abundancia, en México, el porcino, el cabrío, el lanar, el vacuno y el caballar, el mular y el asnal, que aquí no había ni uno solo de esos animales tan útiles a los hombres en todos los órdenes de la vida.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>España enseñó al indígena el uso de la rueda, que jamás había puesto en práctica, y cuyo desconocimiento lo mantuvo estancado en un irreparable retraso; pero además enseñó a los pueblos indígenas conquistados el aprendizaje de las artesanías y de las industrias europeas, que tanto bien les hizo. Por último, España enseñó a los pueblos indígenas a mejorar su alimentación, sus habitaciones y su manera de vestir, utilizando telas y paños y trajes que antes de la conquista no conocían, y por cuyo motivo andaban desnudos o semidesnudos. Algunos de ellos, con su escritura jeroglífica, habían pasado del período prehistórico al protohistórico.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La gran cultura indigenista, especialmente la azteca, de que tanto hablan escritores norteamericanos, ingleses y franceses, no pasa de ser un gran mito, y un mito con todas las señales y pelajes de anticatolicismo y del antihispanismo. Porque para hablar de tal cultura habría que preguntar: ¿Dónde está su alfabeto? ¿Dónde sus obras de literatura, de filosofía, de historia, de matemáticas, de elocuencia y de geometría? ¿Dónde sus obras maestras de arquitectura, de escultura y de pintura que rivalizaran con las europeas de los siglos XV y XVI? Los indígenas estaban sumergidos en el más denso y degradante paganismo. Los sacrificios humanos, el canibalismo, la desenfrenada embriaguez, las sodomías y las hechicerías, eran las pasiones dominantes de las almas y de los cuerpos de los habitantes en esta enorme región del Nuevo Mundo. El pueblo azteca era el primero en tales degradantes prácticas. En vísperas del descubrimiento del Nuevo Mundo, en 1487. Ahuítzotl, octavo rey azteca, había sacrificado a Huitzilopochtli, dios de la guerra, por lo menos veinte mil víctimas humanas en cuatro días consecutivos». Hasta aquí el profesor mexicano.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Esta era la Realidad Histórica que es importante conocer. Tres siglos más tarde, cuando en 1821 México rompe su unidad política con la Corona de España, tenía cuatro millones y medio de kms cuadrados,de cuya civilización son testimonios perennes su lengua, su literatura, sus grandiosos templos llenos de objetos artísticos... (En 1848, separado México de España, le arrebató Estados Unidos cerca de dos millones y medio de kms.2: Texas, Nuevo México, California...)</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La evangelización de los indios comenzó ya Fray Bartolomé de Olmedo, mercedario, capellán del ejército español. En 1524 llegaban los franciscanos, y después seguirían otras órdenes y sacerdotes. Pero diez años más tarde, en 1531, aun las conversiones eran escasas, cuando una prodigiosa intervención de la Reina del Cielo iba a cambiar radicalmente la situación religiosa.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La relación más antigua que tenemos del hecho prodigioso, fue escrita por un indio, D. Antonio Valeriano, natural de Atzacpotzalco, pariente del emperador Moctezuma. De los diez a los doce años recibió de los misioneros franciscanos la instrucción primaria en una casa junto al convento de S. Francisco, y al fundarse en 1535 el Colegio de Sta. Cruz de Tlatelolco, fue uno de los primeros colegiales. Tanto aventajó en el estudio de las lenguas mexicana, latina y castellana, en retórica, filosofía y en historia, que mereció suceder a sus mismos maestros en enseñar a los colegiales; pues el «Códice de Santiago», en enero de 1552, menciona a Valeriano con el título de lector. También le tomó como colaborador para su magna obra Historia General de las cosas de la Nueva España, el célebre franciscano Fray Bernardino de Sahagún. Por su prudencia, recto juicio y conocimiento de las cosas, fue Gobernador de Indios por 32 años desde enero de 1573 hasta agosto de 1605 en que murió. Gobernó con gran aceptación y edificación de todos, por lo que el mismo Felipe II le escribió una carta muy favorable, haciéndole en ella muchas mercedes.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Este indio, culto gracias a los conquistadores, escribió su relación entre 1545 y 1550, en náhuatl, la lengua de los indios mexicas o mexicanos. Esta relación pasó a manos de D. Fernando de Alba Ixtlixóchitl (1568-1648), nieto, por parte de padre, de los reyes de Texcoco, la historia de cuyo reino escribió, y, por parte de madre (la citada princesa Papantzin) de Cui- tláhuac, penúltimo emperador de México. D. Fernando añadió al manuscrito algunos milagros, y al morir lo legó, con todos sus papeles, al P. Carlos Sigüenza y Góngora, exjesuita que luego murió en la Compañía de Jesús, y entonces pasó a la biblioteca del Colegio de los jesuitas de México. Al ser expulsados éstos de México por Carlos III en 1767, fueron a parar a la Universidad de México, de donde se los llevó el general Scott en 1847 a Washington. Allí el original se ha perdido, pero fue publicado en 1649 por el bachiller Luis Lasso de la Vega, cura de Guadalupe de 1647 a 1657. Su censor eclesiástico, el P. Baltasar Gon¬zález, S.J., rector del Colegio de indios y notable mexicanista, decía de él: «Hallo esta relación ajustada a lo que por tradición y anales se sabe del hecho». La primera traducción apareció ya en 1648, por obra del P. Miguel Sánchez, oratoriano, enmarañada, con muchos añadidos eruditos; en 1675 hizo otra, literal sólo en parte, el licenciado Luis Becerra Tanco, sacerdote filipense, catedrático de lengua azteca en la universidad de México, muy bien escrita (cfr. en la Historia del Culto de María en Iberoamérica, Rubén Vargas Ugarte, S.J., 3a ed. tomo 1, Lima-Madrid 1956). Pero la traducción que mejor conserva el estilo indio (con su delicadeza y sus diminutivos, que han influido tanto en el español de México), y actualmente la ordinaria, es la del licenciado Primo Feliciano Velázquez (México 1926); sin embargo, extrañamente su castellano es arcaico, por lo cual la retocamos teniendo delante además la versión de Becerra, las eruditas notas lingüísticas del mismo Velázquez (La aparición de Sta. María de Guadalupe, México 1931), y la nueva traducción, más literal, del Rev. Mario Rojas. La relación del indio Valeriano se conoce con el nombre de sus dos primeras palabras: NICAN MOPOHUA que significan: «Aquí se refiere».</b></div>
<div align="justify" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Versión del NICAN MOPOHUA</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Aquí se refiere ordenadamente de qué manera maravillosa apareció hace poco en el Tepeyac la siempre Virgen Sta. María, Madre de Dios, nuestra Reina, que se nombra Guadalupe</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Primero se dejó ver de un pobre indio llamado Juan Diego, y después se apareció su preciosa imagen delante del nuevo obispo don fray Juan de Zumárraga.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Diez años después de tomada la ciudad de México, se suspendió la guerra y hubo paz en los pueblos; así empezó a brotar la fe, el conocimiento del verdadero Dios, por quien se vive.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Entonces, en el año de 1531, a principios del mes de diciembre [el 9] sucedió que había un pobre indio, de nombre Juan Diego, según se dice natural de Cuautitlán. Tocante a las cosas espirituales, aún todo pertenecía a Tlatilolco. [Doctrina de los Franciscanos],</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Era sábado, muy de madrugada, y venía a oír Misa y a otras cosas. Al llegar junto al cerrillo llamado Tepeyac<span style="margin: 0px; padding: 0px;"><a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/12-12guadalupe.html#2" id="DOS" name="DOS" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Times New Roman'; margin: 0px; padding: 0px;" xml:lang="ES-TRAD"><span style="margin: 0px; padding: 0px;">[2</span></span></a></span> amanecía; y oyó cantar arriba del cerrillo: semejaba canto de varios pájaros preciosos; callaban a ratos las voces de los cantores; y parecía que el monte les respondía. Su canto, muy suave, y delicioso, sobrepujaba al del coyoltototl, y del tzinizcan y de otros pájaros lindos que cantan.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Se paró Juan Diego a ver y dijo para sí: «¿Qué será esto que oigo?, ¿quizás sueño?, ¿me levanto de dormir?, ¿dónde estoy?, ¿acaso allá, donde dejaron dicho nuestros antepasados, nuestros abuelos, en la tierra de las flores, en la tierra del maiz?, ¿acaso ya en la tierra celestial?» Estaba viendo hacia el lado donde sale el sol, arriba del cerrillo, de donde procedía el precioso canto celestial y, así que cesó repentinamente y se hizo el silencio, oyó que le llamaban de arriba del cerrillo y le decían:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">-Juanito, Juan Dieguito</em>.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Luego se atrevió a ir a donde le llamaban; no se sobresaltó un punto; al contrario, muy contento, fue subiendo el cerrillo, a ver dónde le llamaban.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Cuando llegó a la cumbre, vio una señora, que estaba allí de pie y le dijo que se acercara.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Llegado frente a Ella se maravilló mucho de su perfecta grandeza sobre toda ponderación: su vestido era radiante como el sol; el risco en que estaba de pie, despedía rayos de luz, el resplandor de Ella parecía de piedras preciosas, y la tierra relumbraba como el arco iris. Los mezquites, nopales y otras diferentes hierbecillas que allí se suelen dar, parecían esmeraldas; su follaje, finas turquesas; y sus ramas y espinas brillaban como el oro.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Se inclinó delante de Ella y oyó su palabra, muy suave y cortés, como de quien atrae y estima mucho. Le dijo:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde vas?</em></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El respondió:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Señora y Niña mía, tengo que llegar a tu casita de México Tlatilolco, a oír Misa, como nos enseñan nuestros sacerdotes, delegados de Nuestro Señor.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Entonces Ella le habló:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Sabe y ten entendido, tú el más pequeño de mis hijos, que Yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive, el Creador de las personas, el Dueño de lo que está cerca, el Dueño del cielo y el Dueño de la tierra. Mucho quiero, mucho deseo, que aquí me levanten mi casita sagrada, para en ella mostrar y dar todo mi amor, misericordia, auxilio y defensa, —pues Yo soy vuestra cariñosa Madre—, a ti, a todos vosotros los moradores de esta tierra y a los demás que me amen, me invoquen y en mí confíen; aquí oiré sus lamentos y aliviaré todas sus misericordias, penas y dolores.</em></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<em style="margin: 0px; padding: 0px;"><b>Para realizar lo que mi clemencia pretende vete a México, al palacio del obispo, y le dirás que Yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo: Que aquí en el llano me edifique un templo; le contarás detalladamente cuanto has visto y admirado y cuanto has oído. Ten por seguro que te lo agradeceré bien y te lo pagaré, porque te haré feliz y recompensaré el trabajo y empeño con que vas a procurar lo que te encomiendo. Mira que ya has oído mi mandato, hijo mío el más pequeño; anda y pon todo tu esfuerzo.</b></em></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al punto se inclinó delante de Ella y le dijo:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Señora mía, ya voy a cumplir tu mandato, como humilde siervo tuyo; ahora me despido de ti.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Luego bajó para ir a hacer su encargo, y salió a la calzada que viene en línea recta a México.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Entrando en la ciudad, sin dilación se fue derecho al palacio del obispo, el que muy poco antes había venido y se llamaba don fray Juan de Zumárraga, religioso de San Francisco.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Apenas llegó, trató de verle; rogó a sus criados que fueran a anunciarle; y pasado un buen rato, vinieron a llamarle, que había mandado el obispo que entrara.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Cuando entró, se inclinó y arrodilló delante de él; en seguida le dio el recado de la Señora del Cielo; y también le dijo cuanto vio y oyó.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Después de escuchar toda su plática y su recado, pareció no darle crédito; y le respondió:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Vuelve otra vez, hijo mío, y te oiré más despacio; examinaré tu asunto desde el principio y veré con qué intención has venido.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El salió y se fue triste, porque no había conseguido nada con su mensaje.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En el mismo día se volvió, yendo derecho a la cumbre del cerrillo y se encontró con la Señora del Cielo, que le estaba esperando, allí mismo donde la vio la vez primera.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al verla, se postró delante de Ella y le dijo:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Señora, la más pequeña de mis hijas, Niña mía, fui a donde me enviaste a cumplir tu mandato; aunque con dificultad entré donde está sentado el obispo; le vi y expuse tu mensaje, así como me advertiste; me recibió benignamente y me oyó con atención; pero por lo que contestó me pareció que no me ha creído, porque me dijo: «Vuelve otra vez y te oiré más despacio, examinaré tu asunto desde el principio y veré con qué intención has venido». Comprendí muy bien que piensa es invención mía que Tú quieres que aquí te hagan un templo y que no es orden tuya; por lo cual te ruego encarecidamente, Señora y Niña mía, que a alguno de los principales, conocido, respetado y estimado, le encargues que lleve tu amable aliento, tu amable palabra, para que le crean; porque yo soy un hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda, y Tú, Niña mía, la más pequeña de mis hijas, Señora, me envías a un lugar por donde no ando y donde no paro. Perdóname que te cause tanta tristeza y caiga en tu enojo, Señora y Dueña mía.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Le respondió la Santísima Virgen:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Oye, hijo mío; el más pequeño, ten entendido que son muchos mis servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi aliento, mi palabra, y hagan mi voluntad; pero es de todo punto preciso que tú mismo vayas, ruegues, y que por tu mediación se cumpla mi voluntad. Mucho te ruego, hijo mío el más pequeño, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al obispo. Habíale en mi nombre y hazle saber por entero mi voluntad: que tiene que construir el templo que le pido. Y otra vez dile que Yo en persona, la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, te envía</em>.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Respondió Juan Diego:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Señora mía, Reina, Niña mía, yo no quiero disgustarte; de muy buena gana iré a cumplir tu aliento, tu palabra; de ninguna manera dejaré de hacerlo ni tengo por penoso el camino. Iré a hacer tu voluntad; pero quizás no seré escuchado con agrado; o si me escucha no me creerá. Mañana por la tarde, cuando se ponga el sol, vendré a traerte la respuesta que me dé el obispo a tu mensaje. Ya me despido de ti, hija mía, la más pequeña, mi Niña y Señora. Descansa entre tanto.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Luego se fue él a descansar a su casa.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al día siguiente, domingo, muy de madrugada, salió de su casa y se vino derecho a Tlatilolco, a oír Misa y asistir a la doctrina. Después, casi a las diez, cuando se acabó de pasar lista, y se dispersó la gente, en seguida se fue Juan Diego al palacio del obispo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Apenas, llegó, insistió en verle; y aunque tuvo que esperar mucho, otra vez le vio; se arrodilló a sus pies; se entristeció y lloró al exponerle el mandato de la Señora del Cielo; que ojalá que creyera su mensaje, y el deseo de la Inmaculada, de erigirle su templo donde manifestó que lo quería.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El obispo, para cerciorarse le preguntó muchas cosas, dónde la vio y cómo era; y él refirió todo perfectamente al obispo. Sin embargo, aunque explicó con precisión la figura de Ella y cuanto había visto y admirado, que en todo se descubría ser Ella la siempre Virgen Santísima Madre del Salvador Nuestro Señor Jesucristo; sin embargo, no le dio crédito y dijo que no solamente por su palabra y ruego se había de hacer lo que pedía; que además era muy necesaria alguna señal para que se le pudiera creer que le enviaba la misma Señora del Cielo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Así que le oyó, dijo Juan Diego al obispo:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Señor, dime cual ha de ser la señal que pides; que iré en seguida a pedírsela a la Señora del Cielo que me envió acá. Viendo el obispo que ratificaba todo sin dudar, ni retractar nada, le despidió. Mandó inmediatamente a dos personas de su casa, en quienes podía confiar, que le fueran siguiendo y vigilando mucho a dónde iba y a quién veía y hablaba. Así se hizo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Juan Diego se fue derecho y caminó por la calzada; los que venían tras él, donde pasa la barranca, cerca del puente del Tepeyac, le perdieron; y aunque le buscaron por todas partes, en ninguna le vieron. Así es que regresaron, no solo cansados, sino también despechados porque no habían conseguido su intento.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Eso fueron a informar al obispo, inclinándole a que no le creyera: le dijeron que le engañaba; que inventaba lo que venía a decir, o que decía y pedía lo que únicamente había soñado; en resumen, que si otra vez volvía, le cogiese y castigase con dureza, para que nunca más mintiera y engañara.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Entre tanto, Juan Diego estaba con la Santísima Virgen, diciéndole la respuesta que traía del obispo; la que oída por la Señora, le dijo:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Bien está, hijo mío, volverás aquí mañana para que lleves al obispo la señal que te ha pedido; con eso te creerá y ya no dudará ni sospechará de ti; y sábete, hijito mío, que Yo te pagaré tu interés y el trabajo y cansancio que por Mí has tenido; ea, ahora vete; que mañana te espero aquí.</em></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al día siguiente, lunes, cuando debía llevar Juan Diego alguna señal para ser creído, ya no volvió. Porque cuando llegó a su casa, un tío suyo, llamado Juan Bernardino, se había puesto enfermo y estaba grave. Lo primero fue a llamar a un médico, quien le auxilió; pero ya era tarde, ya estaba muy grave. Por la noche, le rogó su tío que de madrugada saliera y viniera a Tlatilolco a llamar a un sacerdote, que fuera a confesarle, y disponerle, porque estaba seguro que iba a morir, y que ya no se levantaría ni sanaría.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El martes, muy de madrugada, fue Juan Diego al convento de Tlatilolco a llamar al sacerdote; y cuando iba llegando al camino que sube de la ladera al cerrillo del Tepeyac, hacia poniente, por donde tenía costumbre de pasar, dijo: «Si voy derecho, no sea que me vaya a ver la Señora y me detenga para que lleve la señal al obispo, según me anunció. Antes, que se acabe este problema, y llame yo de prisa al padre; mi pobre tío lo está esperando».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Dió vuelta al cerro y pasó al otro lado, hacia oriente, para llegar pronto a México y que no le detuviera la Señora del Cielo. Pensó que por donde dio la vuelta, no podía verle la que está mirando a todas partes.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La vio bajar de la cumbre del cerrillo y que estaba mirando hacia donde él la veía. Salió a su encuentro a un lado del cerro y le dijo:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">¿Qué hay, hijo mío, el más pequeño?, ¿a dónde vas?</em></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Se quedó él confuso, avergonzado y asustado, e inclinándose delante de Ella la saludó diciéndole:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Niña mía, la más pequeña de mis hijas, Señora, ojalá estés contenta. ¿Cómo has amanecido?, ¿sientes bien tu amado cuerpecito, Señora mía, Niña mía? Voy a darte un disgusto: sabe, Niña mía, que está muy malo un pobre siervo tuyo, mi tío; le ha dado la peste, y está para morir. Ahora voy corriendo a tu casita de México a llamar a uno de los amados de Nuestro Señor, nuestros sacerdotes, que vaya a confesarle y disponerle; porque desde que nacimos, venimos a aguardar el trabajo de nuestra muerte. Pero después que vaya, volveré otra vez aquí, para ir a llevar tu mensaje, Señora y Niña mía, perdóname; ten ahora paciencia; no te engaño, hija mía, la más pequeña; mañana vendré á toda prisa.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La piadosísima Virgen oyó sonriente a Juan Diego, y le respondió:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Oye y ten entendido, hijo mío, el más pequeño, que no es nada lo que te asusta y entristece; no se turbe tu corazón; no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad o angustia. ¿No estoy Yo aquí que soy tu Madre?, ¿no estás bajo mi sombra?, ¿no soy Yo tu salud?, ¿no estás en mi regazo? ¿Qué más necesitas? No te apene ni te inquiete nada; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: puedes estar seguro de que ya sanó</em>.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y entonces sanó su tío, según después se supo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Cuando Juan Diego oyó estas palabras de la Señora del Cielo, se consoló mucho y quedó contento. Le rogó que cuanto antes le enviara a ver al obispo, a llevarle alguna señal y prueba, para que le creyera.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La Señora del Cielo entonces le dijo:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Sube, hijo mío, el más pequeño, a la cumbre del cerrillo; allí donde me viste y te hablé. Hallarás que hay diferentes flores; córtalas, júntalas, recógelas; en seguida baja y tráelas a mi presencia</em>.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al punto subió Juan Diego al cerrillo: y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tantas variadas y exquisitas rosas de Castilla, antes del tiempo en que se dan, porque era época de heladas. Estaban muy fragantes y llenas del rocío de la noche, que semejaba perlas preciosas. En seguida empezó a cortarlas; las juntó todas y las echó en su regazo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La cumbre del cerrillo no era lugar en que se dieran ningunas flores, porque tenía muchos riscos, abrojos, espinas, nopales y mezquites; y si se solían dar hierbecillas, entonces era el mes de diciembre, en que todo lo queman y echan a perder las heladas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Bajó inmediatamente y trajo a la Señora del Cielo las diferentes rosas que cortó. La cual así como las vio, las cogió con su mano y otra vez se la echó en el regazo, diciéndole:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Hijo mío, el más pequeño, esta diversidad de rosas es la prueba y señal que llevarás al obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador, muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del obispo despliegues tu manta y descubras lo que llevas. Contarás bien todo: dirás que te mandé subir a la cumbre del cerrillo para cortar flores; y todo lo que viste y admiraste, para que puedas convencer al obispo que dé su ayuda, a fin que se construya el templo que he pedido.</em></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Después que la Señora del Cielo le dio su encargo se puso en camino por la calzada que viene derecha a México, ya contento y seguro de salir bien, trayendo con mucho cuidado lo que portaba en su regazo, no fuera que algo se le soltara de las manos, y gozándose en la fragancia de las variadas y hermosas flores.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al llegar al palacio del obispo, salieron a su encuentro el mayordomo y otros criados del prelado. Les rogó que le dijeran que deseaba verle; pero ninguno de ellos quiso, haciendo como que no le oían, sea porque era muy temprano, sea porque ya le conocían y los molestaba, pues era importuno; y, además, ya les habían informado sus compañeros que le perdieron de vista cuando habían ido siguiéndole. Largo rato estuvo esperando.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Cuando vieron que hacía mucho que estaba allí, de pie, cabizbajo, sin hacer nada, por si acaso era llamado; y que al parecer traía algo que llevaba en su regazo, se acercaron a él, para ver lo que traía.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Viendo Juan Diego que no les podía ocultar lo que traía, y que por eso le habían de molestar, empujar o aporrear, descubrió un poquito que eran flores; y al ver que todas eran diferentes rosas de Castilla, y que no era entonces el tiempo en que se dan, se asombraron muchísimo de ello, lo mismo de que estuvieran muy frescas, tan abiertas, tan fragantes y tan preciosas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>coger y sacarle algunas; pero no tuvieron suerte las tres veces que se atrevieron a tomarlas; no tuvieron suerte, porque cuando iban a cogerlas, ya no veían verdaderas flores, sino que les parecían pintadas o. tejidas o cosidas en la manta.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Fueron luego a decir al obispo lo que habían visto y que pretendía verle el indito que tantas veces había venido; el cual hacía mucho que por eso aguardaba, queriendo verle.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al oírlo, el obispo cayó en la cuenta de que aquello era la prueba, para que se convenciera y cumpliera lo que solicitaba el indito. En seguida mandó que entrara a verle. Cuando entró, se arrodilló delante de él, como las otras veces, y contó de nuevo todo lo que había visto y admirado, y también su mensaje. Dijo: —Señor, hice lo que me ordenaste, que fuera a decir a mi Ama, la Señora del Cielo, Santa María, preciosa Madre de Dios, que pedías una señal para poder creerme que le has de hacer el templo donde Ella te pide que lo construyas; y además le dije que yo te había dado mi pa¬abra de traerte alguna señal y prueba, que me encargaste, de su voluntad. Accedió a tu recado y acogió benignamente lo que pides; alguna señal y prueba para que se cumpla su voluntad. Hoy muy temprano me mandó que otra vez viniera a verte; le pedía la señal para que me creyeras, según me había dicho que me la daría; y al punto lo cumplió: me mandó a la cumbre del cerrillo, donde antes la había visto, a que fuese a cortar varias rosas de Castilla. Después que fui a cortarlas, las traje abajo; las cogió con su mano y de nuevo las echó en mi regazo, para que te las trajera y a ti en persona te las diera. Aunque yo sabía bien que la cumbre del cerrillo no es lugar en que se den flores, porque sólo hay muchos riscos, abrojos, espinas, nopales y mezquites, no por eso dudé. Cuando iba llegando a la cumbre del cerrillo, vi que estaba en el paraíso, donde había juntas todas las varias y exquisitas rosas de Castilla, brillantes de rocío, que en seguida fui a cortar. Ella me dijo por qué te las había de entregar; y así lo hago, para que en ellas veas la señal que pides y cumplas su voluntad; y también para que aparezca la verdad de mi palabra y de mi mensaje. Aquí están: recíbelas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Desplegó entonces su blanca manta, pues tenía en su regazo las flores; y cuando se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla, se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, de la manera que está y se guarda hoy en su templo del Tepeyac, que se nombra Guadalupe.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Luego que la vio el obispo, él y todos los que allí estaban se arrodillaron: la admiraron mucho; se levantaron: se entristecieron y acongojaron mostrando que la contemplaban con el corazón y el pensamiento.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El obispo con lágrimas de tristeza oró y le pidió perdón de no haber puesto en obra su voluntad y mandato. Cuando se puso en pie, desató de detrás del cuello de Juan Diego el nudo de la manta en la que se dibujó y apareció la Señora del Cielo. Luego la llevó y fue a ponerla en su oratorio.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Aquel día el obispo detuvo a Juan Diego en su palacio. Al día siguiente le dijo: «¡Ea!, a mostrar dónde es la voluntad de la Señora del Cielo que le erijan su templo». Inmediatamente se invitó a todos para hacerlo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>No bien Juan Diego señaló dónde había mandado la Señora del Cielo que se levantara su templo, pidió permiso para irse. Quería ahora ir a su casa a ver a su tío Juan Bernardino; el cual estaba muy grave cuando le dejó y vino a Tlatilolco a llamar a un padre, que fuera a confesar y disponerle, y le dijo la Señora del Cielo que ya había sanado. Pero no lo dejaron ir solo, sino que le acompañaron a su casa.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al llegar, vieron a su tío que estaba muy contento y que nada le dolía. Se asombró mucho de que su sobrino llegara acompañado y tratado con tanto respeto. Le preguntó la causa de que así lo hicieran. Le respondió su sobrino que, cuando partió a llamar al padre que le confesara y dispusiera, se le apareció en el Tepeyac la Señora del Cielo, la cual diciéndole que no se afligiera, que ya su tío estaba bueno, con lo cual se alegró mucho, le envió a México, a ver al obispo para que le edificara una casa en el Tepeyac.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Manifestó su tío ser cierto que entonces le curó y que él también la vio del mismo modo en que se apareció a su sobrino; sabiendo por Ella que le había enviado a México a ver al obispo. También entonces le dijo la Señora que, cuando él fuera a ver al obispo, le revelara lo que vio y de qué manera milagrosa le había Ella sanado; y que su bendita imagen, se había de llamar la siempre Virgen Santa María de Guadalupe.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Trajeron luego a Juan Bernardino a presencia del obispo para que le informase y atestiguase delante de él. A ambos, a él y a su sobrino, los hospedó el obispo en su palacio algunos días, hasta que se erigió el templo de la Reina en el Tepeyac, donde la vio Juan Diego.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El obispo trasladó a la iglesia mayor la santa imagen de la amada Señora del Cielo: la sacó del oratorio de su palacio, donde estaba, para que toda la gente viera y admirara su bendita imagen. La ciudad entera se conmovió: venía a ver su bendita imagen, y a hacerle oración. Mucho le maravillaba que se hubiese aparecido por milagro divino; porque ninguna persona de este mundo pintó su preciosa imagen.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La manta en que milagrosamente se apareció la imagen de la Señora del Cielo, era el abrigo de Juan Diego: ayate un poco tieso y bien tejido. Porque en aquel tiempo era de ayate la ropa y abrigo de todos los pobres indios; sólo los nobles, los principales y los valientes guerreros, se vestían y ataviaban con manta blanca de algodón.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El ayate ya se sabe, se hace de ichtli, que sale del maguey. Este precioso ayate en que se apareció la siempre Virgen nuestra Reina es de dos piezas, pegadas y cosidas con hilo blando. Es tan alta la bendita imagen, que empezando en la planta del pie, hasta llegar a la coronilla, tiene seis jemes y uno de mujer.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Su hermoso rostro es muy grave y noble, un poco moreno. Su precioso busto aparece humilde; están sus manos juntas sobre el pecho, hacia donde empieza la cintura. Es morado su cinto. Solamente su pie derecho descubre un poco la punta de su calzado color ceniza. Su ropaje, en cuanto se ve por fuera, es de color rosado, que en las sombras parece bermejo; y está bordado con diferentes flores, todas en botón y bor¬des dorados. Prendido en su cuello está un anillo dorado, con rayas negras al derredor de las orillas, y en medio una cruz. Además de adentro asoma otro vestido blando y suave, que ajusta bien en las muñecas y tiene deshilado el extremo. Su velo, por fuera, es azul celeste; sienta bien en su cabeza; no cubre nada de su rostro; y cae hasta sus pies, ciñéndose un poco por el medio; tiene toda la franja dorada, que es algo ancha, y estrellas de oro por todo él, las cuales son cuarenta y seis. Su cabeza se inclina hacia la derecha; y encima, sobre su velo, está una corona de oro de figuras estrechas hacia arriba y an¬chas abajo. A sus pies está la luna, cuyos cuernos miran hacia arriba. Se yergue exactamente en medio de ellos y de igual manera aparece en medio del sol, cuyos rayos la siguen y rodean por todas partes. Son cien los resplandores de oro, unos muy largos, otros pequeñitos y con figuras de llamas: doce circundan su rostro y cabeza; y son por todos cincuenta los que salen de cada lado. Junto a ellos, al final, una nube blanca rodea los bordes de su vestidura.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Esta preciosa imagen, con todo lo demás, está sobre un ángel, del cual se ve sólo medio cuerpo, hasta la cintura; hacia abajo está como metido en la nube. Los extremos del vestido y del velo de la Señora del Cielo, que caen muy bien en sus pies, por ambos lados los coge con sus manos el ángel, cuya ropa es de color bermejo, con un cuello dorado, y cuyas alas desplegadas son de ricas plumas, largas y verdes, y de otras diferentes. La van llevando las manos del ángel, que, al parecer, está muy contento de conducir así a la Reina del Cielo. (Hasta aquí el Nican Mopohua).</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Los personajes</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Hacia 1474 nacía en Cuautitlán (al norte de la ciudad de México), un indio macehualli, es decir, del pueblo, que no era ni noble, ni sacerdote, ni guerrero, ni funcio¬ario, ni comerciante, ni artesano; su nombre fue Cuauhtltóhuar (que habla como un águila), hasta que en el 1525 tomó el nombre de Juan Diego, al bautizarse en unión de su mujer y de un tío, desde entonces María Lucía y Juan Bernardino. Según el historiador Alva, escuchando a los franciscanos el valor de la castidad, desde entonces vivieron castamente (no se sabe que antes tuvieran hijos). María Lucía murió en 1529. Juan Diego vivía con su tío Juan Bernardino. Después de las apariciones, cuando tenía 57 años, fue a la nueva ermita, de la cuidó hasta su muerte en 1548, a los 74 años. Repetidas veces se ha tratado de su beatificación, buena prueba de la vida religiosa que llevó, y fue una de las primeras familias convertidas. El mismo año 1548 murió, a los 80 años de edad, fray Juan de Zumárraga, franciscano, natural de Durango (Vizcaya),' varón austero y piadoso, nombrado primer obispo de México en 1527. Antes que ellos, pero con 84 años, moría el 15 de mayo de 1544 Juan Bernardino, que cuando se le apareció la Virgen tenía 72.</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>La imagen</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El vestido de los indios macehualli, que iban descalzos, era simplemente un taparrabos (una especie de banda o faja que se metía entre las piernas y ceñía la cintura, cayendo un extremo por delante y otro por detrás), aunque muy pronto aceptaron los calzones españoles, y es muy probable que siendo ya seis años cristiano, Juan Diego los usase. Usaban además la tilma (en náhuatl «tilmatl» = capa) o manta; la suya medía, y mide, exactamente 1,66 metros por 1,05. Se la anudaban al cuello, probablemente por la parte más ancha cuando se envolvían en ella contra el frío y les llegaba a la rodilla, o por la parte más estrecha para que les cayera por la espalda hasta los pies. Así la debía llevar Juan Die¬go, anudada al cuello, pero por detrás, para que cayese por delante y envolver en ella las rosas milagrosas, y caída por delante sirvió de placa fotográfica, —en el instante de caerse las flores al ser extendida —para la fotografía más prodigiosa de la historia (algo parecido ocurrió en la Sábana de Turín, pero ésta es sólo un negativo en blanco y negro, aunque de valor superior a todos los positivos juntos).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La fotografía, más que pintura, de la Virgen, sin duda la hizo un ángel, sin necesidad de máquina ni pinceles. Por ellos, «poderosos ejecutores de las órdenes divinas» (Sal 102), obra Dios, como aparece en numerosos ejemplos bíblicos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La tilma era de «ayatl» o ayate, tejido hecho de «ichtli» o fibra de maguey, planta de pencas verdes carnosas, con espinas a los lados y en la punta, muy corriente en España, donde se la llama pita, es una especie de cactus, se emplea también en los jardines; hay diversas variedades; la de la tilma que referimos es exactamente: Agave popotule Zace. El ayate es un tejido burdo, de color crudo natural, ningún pintor lo hubiera elegido como lienzo; además su duración es muy limitada, no más de veinte años.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La altura de la imagen de la Virgen, de la cabeza a los pies, es de 1,43 metros, «6 jemes y 1 de mujer», según dice Nican mopohua (como una cuarta es la distancia entre los extremos del dedo pulgar y meñique estando la mano abierta, un jeme es la distancia entre los extremos del dedo pulgar e índice, unos 20 cms.; el jeme de mujer es un poco más pequeño que el del hombre).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La imagen de la Virgen está vista en espejo, pues por el estudio de los pliegues éstos están aplastados, como respondiendo a una técnica de estampación o contacto, con una presión muy suave. (Cfr. Descubrimiento de un busto humano en los ojos de la Virgen de Guadalupe, Carlos Salinas, 2.a ed. México 1980, pg. 79 s.).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><em style="margin: 0px; padding: 0px;">La imagen ha sido retocada en varias ocasiones</em>. Basta comparar fotografías de gran calidad que se le hicieron en 1923, con otras encargadas por la autoridad eclesiástica en 1930: ha sido modificado el rostro, el de 1923 era más claro; lo han afeado añadiéndole una papada, sombreando los ojos, que así parecen desorbitados; alargando la nariz, pintando de rojo los labios, ahora grande y desproporcionados, oscureciendo el cabello, y dejándole como tieso, alisando el perfil del rostro, que ha perdido su exquisito contorno.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En 1926, a causa de la terrible persecución religiosa, los obispos decidieron cerrar todos los templos el 1 de agosto, excepto el de Guadalupe, pero la imagen auténtica el 31 de julio fue sustituida en secreto por una copia hasta junio de 1929- La familia Murguía la guardó. ¿Quién, cuándo y por qué la retocó?</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Ya había sido también retocada otras veces. Según descripciones anteriores a 1838, y en la copia que ese año sacó el pintor J. Corral para el ayuntamiento de S. Luis de Potosí, cubría la cabeza de la Virgen una corona de diez rayos o puntas de oro, la cual en 1883, cuando el P. Gonzalo Carrasco, S.J., hizo una nueva copia, había desaparecido por completo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Otro jesuíta, el P. Francisco de Florencia, en un libro La estrella del Norte de México (1668), dice: «Pareció a los que cuidaban de su culto, que sería bien adornarla de querubines, alrededor de los rayos de sol... Así se ejecutó, pero en breve tiempo se desfiguró todo lo sobrepuesto..., de suerte que se vieron obligados a borrarlo..., por esto parece que de algunas partes alrededor de la imagen, están saltados los colores». El P. Vargas (o.c.) decía asimismo, que también las estrellas doradas del manto parecían añadidas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El P. Miguel Sánchez en su libro Imagen de la Virgen de Guadalupe (1648) habla también, y defiende, los añadidos hechos para cubrir los deterioros en la parte de la tilma no recubierta por la imagen original (razón no válida, porque la tilma no se deteriora, como veremos).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Es extraño y curioso ese afán de mejorar la imagen de la Virgen enmendando la plana al pintor sobrenatural, teniendo además en cuenta que el color original se conservaba perfectamente. Tal vez se pretendió cubrir la suciedad lateral dejada por miles de manos que la tocaron.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La mayor sorpresa y hallazgo de retoques fueron debidos a los científicos norteamericanos y miembros del equipo de la NASA, Jody Brant Smith y Philip Serna Callagan. Gracias a la avanzada tecnología (película infrarroja y filtros en los focos de luz) y a los rayos infrarrojos que atraviesan y distinguen pigmentos opacos e iguales a la luz natural, descubrieron, según su informe de 1981, que a la imagen original fueron añadidos posteriormente: el lazo del oculto ceñidor, el broche del cuello con la cruz negra, la luna (negra, que se ha ido volviendo grisácea, como el lazo) símbolo de la Inmaculada, el ángel, el pliegue horizontal de la parte inferior de la túnica (al estilo azteca), las nubes blancas, los dorados: rayos solares que rodean a la imagen, 46 estrellas en el manto, azul, fimbria u orla del man¬to, y arabescos de la túnica rosa. (Habría que revisar lo de las estrellas y orla de oro, pues además de ser lo característico de esta imagen, en algún caso privado no hecho público, se ha aparecido con ellas, aunque sin los otros añadidos; y cambiados los lados, es decir, confirmando que la figura en la tilma está en espejo). Estos dorados son típicos del gótico español del siglo XVI, y debieron, ser hechos muy pronto, antes del Nican mopohua, pues éste ya los describe. Y el 8 de septiembre de 1556, fray Francisco de Bustamante, famoso predicador y provincial de los franciscanos, habló desde el púlpito ardientemente contra la imagen de la Virgen de Guadalupe, atribuyéndola a Marcos, conocido pintor indio de entonces, muy alabado por el historiador Bernal Díaz del Castillo. Tal vez lo que había de verdad era que éste la retocó. Smith y Callagan dicen benévolamente de los retoques: «Añaden un elemento humano que es a la vez encantador y edificante. En conjunto su efecto es fascinante: como por arte de magia, las decoraciones acentúan la belleza de la original y elegantemente retratada Virgen María; es como si Dios y el hombre hubieran trabajado juntos para crear una obra maestra». Sin embargo los añadidos se van deteriorando con el tiempo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Otros, respecto a ellos opinan todo lo contrario, que sería preferible hacer una restauración a fondo, limpiando a la imagen de todo lo superpuesto. Al menos la cara y las manos sí parece agradarían más tal y como las dejó su autor sobrenatural.</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Fenómenos inexplicables</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Además del hecho histórico ya narrado de la aparición repentina de la prodigiosa imagen, hay una serie de fenómenos inexplicables:</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span class="Estilo42" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">DURACION DE LA TILMA: </span>El ayate, tejido de fibra de maguey, tiene una duración de unos veinte años; pero en el caso de la tilma guadalupana no sólo perdura por más de 450 años, sino que está extraordinariamente suave, hasta el punto que durante muchos años los expertos pensaban que era una palma silvestre que da un tejido más suave.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Más aún: en 1791, limpiando el marco con agua fuerte, ésta cayó en la parte superior de la tilma, a la derecha del observador. El tejido debía haberse destruido, sin embargo sólo quedó una mancha amarillenta, ¡que con el tiempo va desapareciendo, como si la tilma ella sola se fuese regenerando, al igual que los seres vivos!</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span class="Estilo42" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">LA PINTURA:</span> Según los análisis de las fibras, hechos en 1936 por el doctor alemán Ricardo Kuhn, premio Nobel de química en 1938, en dichas fibras, una roja y otra amarilla, no existen colorantes vegetales, ni animales, ni minerales. Esto lo ha confirmado el estudio Smith-Callagan, respecto de la imagen original, a diferencia de los añadidos. Además no se dio a la tela preparación o aparejo alguno, según se acostumbra y es necesario para que agarre bien la pintura.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Ya en 1775, el Dr. José Ignacio Bartolache y Díaz de Posada (fundador de «El Mercurio Volante», primera revista médica editada en América) publicó en «La Ga¬ceta de México» su propósito de investigar la inexplicable lozanía de la imagen. Para ello hizo tejer por indios cuatro ayates, dos de maguey y dos de palma silvestre. No consiguió igualaran a la tilma, pero escogiendo el mejor, y los mejores pintores, mandó hiciesen dos copias lo más exactas posibles de la Virgen de Guadalupe. Tampoco fueron las copias perfectas, aunque sí muy bellas. Una regaló a las religiosas de la Enseñanza, y no se sabe más de ella. Otra se colocó protegida por dos cristales en 1789 en la capilla del Pocito, en la falda del cerro del Tepeyac. Ya en 1796 hubo que retirarla del altar, totalmente descolorida y saltada la pintura, después desapareció.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y sin embargo el original se sigue conservando como recién pintado (pintado o lo que sea), a pesar de haber estado expuesto, incluso sin cristal, 116 años a toda la hu-medad y salitre de aquella región de lagos, a todo el humo de las velas, al polvo, a innumerables insectos, al fervor de los fieles que lo besaban y tocaban con multitud de objetos piadosos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Incólume al tiempo y a tantos elementos destructores, también lo fue a la explosión de una bomba en 1921. El 14 de noviem¬bre, un obrero, Luciano Térez, a las diez y media de la mañana dejó en el altar mayor un ramo de flores: dentro escondía una carga de dinamita que estalló minutos después. Los destrozos fueron tremendos en el altar, y hasta se rompieron los cristales de las casas fuera de la basílica. En cambio al cuadro de la Virgen no le pasó nada, incluso el cristal que debió quedar pulverizado, permaneció intacto.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span class="Estilo42" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">LA TECNICA:</span> Ningún pintor hubiera escogido para pintar un cuadro semejante tejido, más parecido a tela de saco que a un lienzo. Además la tilma estaba hecha de dos pedazos, con costura en el medio (que no afecta al rostro de la Virgen por estar inclinado hacia su derecha). Pero lo notable, otro de los fenómenos inexplicables, es que el artífice ha sido capaz de aprovechar todas las imperfeciones del tejido como elemento pictórico.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El Dr. Rodrigo Franyutti, uno de los investigadores de la imagen de Guadalupe, dice en su estudio <em style="margin: 0px; padding: 0px;">El verdadero y extraordinario rostro de la Virgen de Guadalupe</em>: Para dar luminosidad y volumen a un rostro por lo menos hay que utilizar dos colores, uno claro y otro oscuro para las sombras. Pero en el rostro de la Virgen no hay una sola sombra pintada. Las cejas, el borde de la na¬riz, la boca y los ojos no son otra cosa que la misma tela, carentes de todo color superpuesto con todas sus manchas e irregularidades, pero utilizadas con tal maestría que parecen perfiles extremadamente bien dibujados; todos los rasgos no son más que aberturas de la tela, manchas e hilos gruesos. Por ejemplo, el perfil que forma la nariz no es sino la misma tela que termina en un hilo grueso en lo que es la punta de la nariz. Esos rasgos denotan una técnica superior a la humana, ya que la forma con que han sido utilizadas las imperfecciones de la tela no tiene explicación lógica: de lo burdo se obtuvo efectos delicados y de las manchas, hoyos e hilos gruesos del ayate, unos rasgos finísimos, sin haber puesto un gramo de pintura sobre ellos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>A su vez, el informe Smith-Callagan afirma: «Una de las maravillosas e inexplicables técnicas empleadas para dar realismo a la pintura, radica en la forma como se aprovecha la tilma, no preparada (con ausencia de plaste o empaste), para dar al rostro una profundidad y apariencia de vida. Esto es evidente, sobre todo en la boca, donde un fallo de un hilo del ayate sobresale del plano de éste y sigue a la perfección el borde superior del labio. Otras burdas imperfecciones del mismo tipo se manifiestan bajo el área clara de la mejilla izquierda y de la derecha y debajo del ojo derecho. Considero imposible que cualquier pintor hu¬mano hubiera escogido una tilma con fallos en su tejido y situados de tal forma que acentuaran las luces y las sombras para dar un realismo semejante. ¡La posibilidad de una coincidencia [tan múltiple} es mucho más que inconcebible!</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Lo verdaderamente extraordinario del rostro y de las manos es su calidad de tono, que es un efecto físico de la luz reflejada, tanto por la tosca tilma como por la pintura misma. Es un hecho indiscutible que si la imagen se mira de cerca queda uno decepcionado por lo que al relieve y al colorido del rostro se refiere. (En las fotografías tomadas de cerca, el rostro aparece desprovisto de perspectiva, plano y tosco en su ejecución). Pero contemplándolo desde unos dos metros parece como si el gris y el aparentemente aglutinado pigmento blanco del rostro y manos, se combinasen con la superficie para «recoger» la luz y refractar hacia lo lejos el tono oliva del cutis. Técnica semejante parece ser un logro imposible para las manos humanas, aunque la naturaleza nos la ofrece con frecuencia en la colocación de las plumas de las aves, en las escamas de las mariposas..., [es decir, según explican, no reflejan la luz los diversos pigmentos, sino que la descomponen].</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al alejarse brota como por encanto la abrumadora belleza de la Señora. Es la cara de tal belleza y de ejecución tan singular, que resulta inexplicable para el estado actual de la ciencia». Sobre esta belleza de la Virgen, que tanto impresiona a los científicos Smith y Callagan, el Dr. Amado Jorge Kuri, eminente cirujano y especialista en medicina interna, quien también ha estudiado de cerca la imagen, dice: «En mi larga vida como profesional he tenido oportunidad de ver a miles de seres humanos, de todas clases y condiciones, pero jamás tropecé con uno tan delicado y sugerente». Que esta especial belleza, atestiguada por muchos, no aparezcan en las reproducciones se explica en parte por los citados retoques, y por su especial técnica analizada de descomposición de la luz, que difícilmente puede captar la fotografía. Quizás algún día se pueda obtener una fotografía perfecta del original sin retoques. Aunque éstos han podido confundir incluso a Smith y Callagan, pero lo más exacto parece ser que los rasgos de la imagen no representan una joven india, sino judía; incluso la vestimenta lo es.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Para decirlo todo indicaremos también que varios médicos han apuntado la idea que la Stma. Virgen aparenta como estar embarazada de unos tres meses (sería en la época del nacimiento de S. Juan Bautista); con el Niño Jesús no en sus brazos sino en su seno. Curiosamente ya el maestro Alfonso Junco decía: «Quiso visitarnos, como hubiera visitado a su prima Sta. Isabel en su gravidez, cuando estas tierras estaban grávidas de Cristo, y aceleró el nacimiento de El».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span class="Estilo42" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">LOS OJOS:</span> El último de los prodigiosos fenómenos descubiertos, es el contenido de los ojos, filigrana técnica del genial artífice, que no solamente no la pintaron manos humanas, sino que les hubiera sido absolutamente imposible hacerlo a los hombres del siglo XVI, con los conocimientos de la época.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En 1929 el fotógrafo oficial de la basílica, Alfonso Marcué González, descubrió que los ojos de la Virgen reflejaban el busto de un hombre con barba, pero el abad de la basílica no quiso que se dijese nada, quizás por la persecución religiosa de entonces. En 1951 José Carlos Salinas Chávez, dibujante, noticioso del fenómeno, lo examinó de nuevo, insistió con el citado abad y con el arzobispo, se hizo público el hallazgo y comenzó el análisis científico por los oculistas de mayor prestigio con lupas y oftalmoscopios de gran potencia. No se puede dudar, como descubrió en 1956 el Dr. Rafael Torija Lavoignet: reflejan una imagen según la ley óptica Purkinje-Samsom. Esta dice que un objeto colocado 35 ó 40 cms., enfrente del ojo, produce en él tres imágenes: una en la cara exterior de la córnea (delante del iris), otra más pequeña en la cara exterior del cristalino (lente que está detrás de la pupila o abertura del iris) y la tercera, aún mejor e invertida, en la cara interior del cristalino.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Esas tres imágenes de un busto de hombre con barba se pueden apreciar en el ojo derecho de la imagen; en el ojo izquierdo aparece sola la primera imagen, más externa en la córnea, debido a que el objeto está menos de frente al ojo, y por ello no produce las otras dos imágenes. Desde el punto de vista óptico la diversidad, colocación, curvatura y enfoque de las imágenes en ambos ojos es perfecta: la del ojo izquierdo algo desenfocada, por estar más lejos del hombre con barba. ¡Ya esta perfección anatómica supera toda técnica humana!</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Además, según testimonio unánime de los oftalmólogos, al iluminar el ojo el iris se hace brillante, dando la impresión de ser un ojo vivo, y la pupila de ser algo hueco. Este efecto de vida, y tridimensional en la mancha negra de la pupila, por supuesto no se encuentra en ningún otro cuadro del mundo, ni es posible conseguirlo con ninguna pintura.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Los ojos están ligeramente inclinados hacia la derecha y hacia abajo. Es tal su realismo, que el Dr. Enrique Graue, absorto en su observación, olvidó que estaba ante un cuadro y le dijo, como a uno de sus pacientes: «Por favor, mire un poco para arriba». Su color es verde tirando a marrón, como verde amarillento.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b><span class="Estilo42" style="color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px;">MAS FIGURAS:</span> El profesor José Aste Tonsmann, peruano, es especialista en procesos de digitalización de imágenes en el Centro Científico de IBM de México. Mediante complicados aparatos y computadoras la luz que refleja una fotografía es convertida en impulsos eléctricos y éstos reducidos a números (dándole el número que le corresponde, según sus características, a cada cuadradito o dígito en que se divida la imagen, y llegan a ser 28.000 por cada,milímetro cuadrado) y luego al reconstruirla puede ser ampliada hasta 2.500 veces su tamaño (una foto carnet cuadrada, que tenga 5 ctms., de lado, puede convertirse en un cuadro de 2 metros y medio de lado); además la computadora puede distinguir más de 250 tonos grises, mientras el ojo humano no más de 40. Esta técnica se emplea sobre todo para la retrasmisión y aná¬lisis de fotografías hechas por los satélites artificiales: es posible también arreglar la foto si está desenfocada, aplicarle filtros, quitarle manchas...</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Pues bien, el Dr. Tonsmann, buen católico, interesado por la Virgen de Guadalu¬pe aplicó a sus ojos, en 1979, este procesamiento de imágenes. En el centro de las pupilas de ambos ojos —y algo diferentes en cada uno, como ocurre en la realidad—, se han detectado: una figura de rasgos indios sin barba, con un sombrero en forma de cucurucho el cual extiende por delante una manta (sin duda Juan Diego), a su derecha un rostro de hombre joven (se ha supuesto ser el traductor, por estar entre el indio y el obispo; lo fue Juan González Sánchez, de veintitantos años, extremeño llegado hacía tres años, que se ordenó de sacerdote en 1534), una cabeza de anciano (del obispo Zumárraga por su edad, cráneo y nariz vasca, calvo con .cerquillo al estilo franciscano...), y a su derecha otro indio casi desnudo, sentado a la usanza azteca; detrás de Juan Diego una cara de mujer, de rasgos negros, que mira el prodigio (se confirmó después que el obispo tenía una esclava negra, a quien en su testamento concedió la libertad). Naturalmente las computadoras también analizaron al «hombre con barba», la cual acaricia con su mano derecha (no tiene características indias, sería un español, quizás D. Sebastián Ramírez de Fuenteleal, obispo de Sto. Domingo, que llegó a México en octubre de 1531 como Presidente de la Audiencia de la Nueva España, —órgano de gobierno y judicial compuesto entonces de cinco oidores de gran prestigio e integridad—; y muy posiblemente se hospedase en la residencia del obispo Zumárraga). Debajo de las cabezas de Zumárraga y del posible traductor, está un grupo familiar indígena: una joven de perfil, parece que con un bebé a la espalda, a la derecha, frente a ella, un hombre con sombrero, y entre ambos otro niño. El tamaño de estas imágenes es más pequeño, por tanto debían estar más lejos, detrás de Zumárraga y el traductor..., y tapados por los cuerpos de éstos, pero inexplicablemente, en vez de verse los cuerpos de éstos, se ven los que estarían detrás.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En la tilma extendida por Juan Diego no aparecen rosas ni imagen de la Virgen. Es decir: la tilma retrató a la Virgen que estaba delante, y en cuyos ojos, antes de ser retratada no podía reflejarse su retrato. Este tuvo que realizarse en una fracción de segundo después que cayeron las rosas de la tilma.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Para acabar este capítulo del contenido prodigioso de los ojos, baste decir que el tamaño de todo el iris en la tilma ¡no pasa de ocho milímetros! Sin embargo, aún se espera, con ayuda de las computadoras, reconstruir toda la escena en sus tres dimensiones, con las medidas y distancia reales de los personales.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(Todos los detalles de la imagen los trata profusamente, al modo periodístico puramente informativo, «al margen de todo sentimiento religioso», J. J. Benítez en su libro <em style="margin: 0px; padding: 0px;">El misterio de Guadalupe</em>, Ed. Planeta, 1982).</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>¿La Virgen se nombró Guadalupe?</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El virrey, D. Martín Enríquez de Almanza escribía ya en 1575 a Felipe II: «Pusieron nombre a la imagen: Ntra. Sra. de Guadalupe, por decir que se parecía a la de Guadalupe de España». (Archivo General de Indias, 2-2-55-17). Afirmación in¬sostenible, en primer lugar porque no se parece en nada a la extremeña, la cual tiene al Niño en el brazo izquierdo y un cetro en la mano derecha. Se ha buscado identificarla con otra, de talla, que allí hay en el coro; pero también esta imagen tiene al Niño en su brazo izquierdo, y los rayos de sol que la circundan, como la luna a sus pies sostenida por un ángel, son precisamente los añadidos a, la imagen mexicana, los cuales sí se pudieron inspirar en la talla del coro de Guadalupe, también con corona, en aquella igualmente añadida y luego borrada.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El nombre de Guadalupe fue pronto impugnado: por los jerónimos, por los que se sentían mexicanos, por los eruditos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Los Jerónimos recibían muchas limosnas y legados desde América para su monasterio extremeño de Guadalupe. Cuando se enteraron que había otra Virgen en México con el mismo nombre, enviaron allá en 1574 un representante, fray Diego de Santa María, el cual defendiendo a su monasterio afirma que la Virgen mexicana de Guadalupe sólo se llamaba así desde hacía doce años (= 1562. También el virrey, interviniendo en defensa de las limosnas que recibía el templo de México, decía en su citada carta al rey, que el año 55 ó 56 había allí una ermitilla, donde un ganadero recobró milagrosamente la salud, y por eso comenzó a crecer la devoción y la pusieron el nombre de Guadalupe. Bien se ve la deficiente información del virrey, parece increíble que no conociera el origen verdadero de «la ermitilla». Valdrá su testimonio de que veinte años antes hubo un sonado milagro, pero lo del cambio de nombre no tiene fundamento. Años antes aparece ya «Guadalupe» en el Nican mopohua.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>España envió muchos hombres eminentes y santos al Nuevo Mundo, y procuró por sus leyes y gobernantes establecer la justicia, pero, como no podía ser menos, también fueron otros con miras más bajas, al menos de volver ricos a su país. Esto inevitablemente originó cierto antagonismo, también respecto a la Virgen del Tepeyac. Los que se sentían mexicanos la consideraban, con razón, como algo propio no importado, y decían (<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Informaciones de 1666</em>) que no se debía nombrar de Guadalupe, porque si en España tenía ese nombre era por haberse aparecido en el lugar llamado Guadalupe, por consiguiente se le debía dar el nombre de Tepeaquilla (así llamaban los españoles al cerro Tepeyac).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En esta línea, los eruditos avanzaron más, proponiendo una divertida hipótesis. El antes citado Becerra Tanco (1675) empezó a especular que dada la dificultad de los indios en pronunciar Guadalupe (aun hoy día pronuncian Cuatalupe, pues no tienen en su lengua los sonidos g ni d) y la facilidad de los españoles para corromper los enrevesados vocablos indios (de Quauhnráhuac: Cuernavaca, etc.), el nombre que dio Juan Bernardino lo asimilaron los españoles a Guadalupe. ¡Qué mejor sugerencia para la imaginación fecunda de los eruditos! Hay opiniones para todos los gustos: la Virgen dijo: Coatlallope, que pudiera ser: la que aplasta a la serpiente (smbolizada para los indios en la media luna pisada..., ¡que es un añadido!); según Becerra: Tequantlanopeuh = la que tuvo origen en la cumbre de las peñas; o Tequantlaxopeuh = la que ahuyentó a los que nos comían (fieras); otros propuesta Quauhtlalapan = tierra de árboles (pero aquel paraje no lo era); Tlecuauhtlac peuh = la que viene volando de la luz como águila de fuego; Coatlaloclapia = la que cuida a la serpiente diosa del agua. Basta ver el significado, carente de sentido, de varias hipótesis para descartarlas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Alguno, con mentalidad moderna descolonizadora, refuerza esta especulación: erudita del trastrueque fonético: ¡hubira sido cruel que en el colmo del partidismo la Virgen tomase un nombre de los conquistadores! <span style="margin: 0px; padding: 0px;"><a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/12-12guadalupe.html#3" id="TRES" name="TRES" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;" title="title"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Times New Roman'; margin: 0px; padding: 0px;" xml:lang="ES-TRAD"><span style="margin: 0px; padding: 0px;">[3]</span></span></a></span></b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Bien, todo eso precioso, y digno de un aplauso a los prestidigitadores. E bene trovato, sólo que..., non e vero. En historia hay que buscar la veracidad de los hechos con los argumentos positivos que encontremos, contra ellos nada valen las hipótesis: Hipótesis por hipótesis, ¿por qué no valdrán las contrarias?; sería sólo cuestión de gustos Por ejemplo: si la Virgen hubiese pronunciando un nombre, y no supiéramos cual, no faltaría quien, llevado de su gusto, argumentase: habrá dicho Guadalupe, por un sin número de razones; a) como agradecimiento a la devoción que se tenía a esta advocación; b) como obsequio a quienes tomaban tanto empeño en extender su culto en América; c) como santo y seña de la unificación de dos mundos en una sola lengua y bajo la misma Madre; etc. También aquí los eruditos podrían apuntar más y más congruencias..., que serían las verdaderas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Volvamos ya a pisar en la tierra. Los datos históricos son: 1) Que en el relato más completo, el Nican mopohua, compuesto sólo unos 15 años después de los hechos, viviendo los protagonistas, y escrito no en castellano, se nombra repetidamente: la Virgen de GUADALUPE. 2) Los cantos indios anteriores a 1548 (porque este año fray Juan de Zumárraga fue nombrado arzobispo, y en ellos se le llama obispo) y recogidos por escrito en el mismo siglo XVI, dicen GUADALUPE. 3) Igualmente en varios Anales mexicanos, especie de efemérides contemporáneas redactadas por indios, se dice: cuando se apareció la nuestra muy amada Madre de GUADALUPE. 4) Se conserva el testamento de la india Juana Martín, en lengua azteca, de 1553, en el cual habla de la aparición de Ntra. Sra. de GUADALUPE, a la que deja sus bienes. 5) En las Informaciones de 1666, proceso jurídico abierto para obtener de la Sagrada Congregación de Ritos el oficio y misa de la Virgen de Guadalupe que se había pedido en 1663, depusieron numerosos testigos, dignos de crédito, entre ellos ocho indios dos de más de 100 años, y otros dos dicen pasaban de los 125; todos contestes en afirmar el prodigio, y a ninguno se le ocurrió decir que el nombre de GUADALUPE no fuese el primitivo. Todavía podemos analizar más los hechos. Si el indio Juan Bernardino hubiera dicho, por ejemplo, Tequantlnopeuh, el traductor, que estaba traduciendo al obispo palabra por palabra, evidentemente hubiera traducido la que salió en la cumbre peñascosa, o algo por el estilo, pero no Guadalupe. Porque para los mismos españoles resultaba extraño que la Virgen se autodenominase con el nombre de otra advocación, hecho insólito, difícil que se les hubiera ocurrido a ellos, siendo, además, totalmente distinta su imagen (argumento que incluso manejaron los impugnadores de la aparición).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Suponiendo, a pesar de todo, que los epañoles trabucasen el nombre, los indios, verdaderos protagonistas principales, hubieran seguido llamándola con su nombre original. Pero, como hemos visto, todos los relatos aztecas la llaman desde el principio GUADALUPE; palabra con más garantía de ser auténtica cuanto más difícil de pronunciar resultaba para ellos. En fin, puestos todos a equivocarse de buena fe, resulta duro lo hubiese permitido la Stma. Virgen. ¿No hubiera procurado, sin necesidad de más milagros, que sus devotos hijos no se equivocaran tanto como para cambiar el nombre que Ella escogió? Por lo menos mi concepto de la Providencia ordinaria llega a eso y mucho más; aunque ahora, desgraciadamente, muchos reduzcan su intervención a nada, cayendo en un neodeísmo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y si Sta. María Madre de Dios, se llamó Guadalupe como lo defiende también entre otros el P. Enrique Amezcua, fundador de los Operarios del Reino de Cristo, con muchos escritores mexicanos, —pues no tendría lugar aquí un patrioterismo de aquende o allende el océano—, por algo será, meditémoslo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El caso es que junto a la Virgen de Guadalupe Isabel la Católica firmó la partida de las carabelas de Colón. Allí donde, se¬gún Cervantes en su obra postuma Los trabajos de Persiles y Segismunda «se descifran las grandezas de España» (él también entregó allí como exvoto los grillos de su cautiverio). Pío XI, en la coronación de la Virgen de Extremadura, descifraba esas grandezas proclamándola Regina Hispania- rum, Reina de las Españas o de la Hispanidad. Se comprende que, recalcando su realeza maternal, bajo esa advocación la Madre de Dios tomase posesión de sus nuevos reinos, para «con sola su figura vestidos dejarlos de su hermosura».</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Impugnadores de las apariciones de Guadalupe</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Diríamos que las pruebas históricas excluyen toda duda, sin embargo también hubo detractores hipercriticos, que nunca faltan. Hoy, después de los aplastantes análisis químicos y electrónicos, de científicos y computadoras, no queda ya ninguna explicación posible natural; aun así no todos los aceptarán, porque si los protestantes o los incrédulos creyesen en lo sobrenatural del hecho se verían obligados a revisar sus creencias.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Muchos doctos se declararon desde el principio, contrarios a las apariciones. Hecho frecuente, que muestra no ser la credulidad defecto común de teólogos e historiadores, sino todo lo contrario. Las razones aducidas eran la falta de documentos y el silencio del mismo fray Juan de Zumárraga. A lo que se ha respondido que muchos de los papeles del archivo arzobispal fueron robados y vendidos en tenduchos, pero según testimonio del P. Miguel Sánchez en 1666, el deán D. Alonso Muñoz de la Torre le dijo que el arzobispo fray García de Mendoza había tenido y leído los autos de la aparición, luego extraviados. (¿Extrañará que de otros hechos de hace veinte siglos, como el Pilar y Santiago, no se encuentren actas?).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Otras causas de la oposición a las apariciones eran más afectivas: la prevención de muchos españoles hacia las devociones indígenas, que temían fueran heterodoxas; las controversias de los religiosos con los arzobispos (por cuestiones de competencias) y de los franciscanos con los dominicos. Por ser dominico fray Alonso de Montúfar, sucesor del obispo Zumárraga y ferviente devoto de las nuevas apariciones (que amplió la ermita y la convirtió en viceparroquia en 1555, señalando 150 pesos de renta para el capellán) fue por lo que fray Francisco de Bustamante, provincial de los franciscanos, la gran orden misionera, predicó contra las apariciones y el arzobispo, lo que le costó ser sacado de la ciudad y que Felipe II no le propusiese para obispo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Finalmente la Providencia de Dios ha querido en nuestros días acabar con todos los malos entendidos históricos, al proveer que la ciencia moderna dijese la última palabra definitiva descubriendo la sobrenaturalidad de las apariciones del Tepeyac.</b></div>
<b><span class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">Milagros y devoción de la Virgen<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />de Guadalupe mexicana</span><br style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;" /></b><br />
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Es verdad que los milagros son muchas veces respuesta a nuestra fe. Pero esas grandes devociones a una imagen o aparición de la Virgen, a un santo, se deben siempre a los milagros obtenidos por su intercesión. Cronológicamente no es primero lugar de numerosas peregrinaciones un santuario, por ejemplo, y por eso en él se reciben gracias prodigiosas, sino al revés, porque allí se han recibido gracias especiales, acuden las multitudes. El que empieza siempre es Dios: «El nos ama el primero».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y si Dios comienza a santificar con tales gracias un lugar, ello ordinariamente será prueba de la autenticidad de la aparición que se venere, como los milagros obtenidos por la intercesión de una persona muerta en olor de santidad, son argumentos para su beatificación.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Parece poco acorde con un concepto profundo de la Providencia paternal y sapiente de Dios: que eligiese un lugar históricamente apócrifo (Tepeyac, el Pilar, Santiago de Compostela...) para convertirlo en centro de peregrinaciones; lo cual al menos originaría en muchos el error de creer su origen auténtico. (Como decimos: Si Cristo no hubiera querido conferir el primado a Pedro, no hubiera empleado tales palabras.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>«Apacienta mis ovejas», etc., sabiendo que de hecho muchos de buena fe las iban a interpretar en ese sentido).</b></div>
<div align="center" class="Estilo40" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>*</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El milagro físico más extraordinario de la Virgen de Guadalupe es la prodigiosa estampación y conservación de su imagen en una tilma india. Pero no menos extraordinario y, en su orden, superior, fue el milagro moral de la conversión de los pueblos mexicanos: el mayor éxito misional de la historia: en siete años se hicieron cristianos cinco millones de indios (otros dicen ocho millones, pero parece no era tanta la población) dejando la poligamia, sus ídolos y prácticas paganas, para abrazar libremente la religión de sus conquistadores. Cuentan los historiadores que hubo día que se convirtieron 15.000. Y diez millones al año es hoy el número de peregrinos que van a venerarla, siendo el segundo lugar religioso más visitado, después de Roma, sobrepasando a Fátima y a Lourdes.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Esta inundación de gracias fue posible por la acertada reacción de la Jerarquía. Fray Juan de Zumárraga, una vez convencido de la aparición de la Virgen (no la creyó sin más, pero tampoco se negó a indagar y a escuchar al indio, que le decían era un embaucador), la llevó inmediatamente a su oratorio privado. En dos semanas se construyó una ermita provisional, de paja y adobe, en el lugar que pidió la Stma. Virgen: junto al lado de Texcoco (ahora desecado) al pie del Tepeyac, donde se había aparecido la última vez a Juan Diego. Y el mismo diciembre, día 26, una solemne procesión, con el obispo y todas las autoridades, trasladaba la sagrada imagen a su nuevo santuario.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En 1532 el obispo de Zumárraga tuvo que viajar a España. Mientras, la imagen estuvo expuesta sobre la puerta mayor de la catedral. Cuando volvió en 1534, salió con Hernán Cortés a pedir limosna para construir el primer templo de Guadalupe, junto al cual estuvo la habitación donde fue a vivir Juan Diego, y lo recuerda hoy una inscripción del siglo XVII.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El sucesor de Zumárraga amplió la ermita en 1555. En 1609 se puso la primera piedra de un nuevo templo terminado en 1622; de bastante capacidad, con dos torres. En 1666 se construyó la capilla llamada de Cerrito, en el alto donde se apareció la Virgen al principio. Todavía les pareció poco y en 1694 se trasladó la imagen a la primera ermita llamada de los indios, para derribar el templo y hacer otro mejor, acabado en 1709, y que con sucesivas ampliaciones todavía subsiste, pero la imagen <a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/revista-roma/45guadalupe-12-oct.html" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;">fue trasladada el 12 de octubre de 1976 a la nueva basílica construida en la misma plaza con una capacidad para 10.000 personas</a>.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Los Sumos Pontífices le han ido concediendo una serie de privilegios, como los de la Santa Casa de Loreto. La imagen fue coronada canónicamente con toda solemnidad el 12 de octubre de 1895. Pío X el 24 de agosto de 1910 la declaró Patrona de toda América Latina; y Pío XII el 12 de octubre de 1945 Patrona de toda América. En 1752 comisionaron al P. Juan Francisco López, S.J., quien como procu¬rador de la provincia jesuítica debía ir a Roma, para que obtuviese de la S. Congregación de Ritos lo que desde 1663 deseaban todos: oficio y misa propios; lo cual consiguió dicho padre en 1754, fijándose el 12 de diciembre como fiesta de Ntra. Sra. de Guadalupe. Años más tarde Benedicto XIV, a petición de Fernando VI, extendió la concesión anterior a todos los reinos y dominios de España.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Está la imagen dentro de tres marcos, el primero de oro de 13 cms., de ancho, el segundo del mismo ancho, de plata, y el más exterior de bronce de 35 cms. Sobre el marco de oro hay una copia de la corona de oro, sostenida por ángeles; la original, con que se coronó, está llena de piedras preciosas, fue labrada en París y es una de las joyas más valiosas del mundo. Por los testimonios que nos quedan, desde el principio fue enorme, y siempre creciente, la devoción a Ntra. Sra. de Guadalupe en México. Los mismo virreyes an¬tes de tomar posesión solían pernoctar allí. El P. Florencia, S.J., escribía en 1686 lo que ha seguido ocurriendo desde entonces: «No hay casa en México que no tenga con especial adorno una imagen de Guadalupe; no se encontrará un templo, con tantos como hay, en que no haya imagen o altar dedicado a esta Señora». En el siglo XVIII la aceptaron como Patrona todas las ciuda¬des del virreinato de Nueva España, con aprobación de Benedicto XIV el 25/V/1754.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La devoción a la Virgen de Guadalupe mexicana se ha extendido por todo el mundo. Ya en Lepanto (7/X./15 71) Andrea Doria llevaba una copia de su imagen; ante ella S. Pío V, antes de la batalla, añadió al Avemaria: «ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén». Cirilo IX, Patriarca de Antioquía consagró a la Virgen de Guadalupe el Oriente Cristiano.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Esta devoción, nacida de la aparición de la Virgen y de la conversión del pueblo indio, fue avivada, según los cronistas, por los numerosos milagros realizados a lo lago de su historia. Expusimos el milagro de la conservación de la imagen, aun contra las bombas, y del contenido de sus ojos. Narraremos otros, para alabanza de su maernal solicitud y nuestra mayor confianza en Ella. (Ya decimos al final de EL ESCA-PULARIO DEL CARMEN, y en otras apariciones de esta colección, que, según la Sagrada Escritura y la tradición, deben ser narrados a gloria de Dios sus milagros, quien sin duda hace muchos más de los que se publican, a veces con exámenes tan rigurosos como los de Lourdes o los admitidos para las beatificaciones y canonizaciones).</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Imágenes milagrosas en Italia</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En Roma hay varias capillas públicas dedicadas a la Virgen de México, y una de sus imágenes ha sido coronada canónicamente. Llevada por los jesuítas desterrados, estuvo en Santa María in Vincis, de donde pasó a la parroquia, S. Nicolás in carcere Tulliano. El 15 de julio de 1796 abrió milagrosamente los ojos, prodigio que atrajo muchos fieles, lo que impidió cerrar la iglesia en toda la noche. Incoado un proceso canónico en el que depusieron numerosos testigos de vista, se certificó la verdad del prodigio. Esto hizo aumentar la devoción, y finalmente, por decreto de Pío XI, el 25 de enero de 1925 fue solemnemente coronada y sacada en procesión.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Mons. Federico Bambarelli, yendo de México a Roma en 1890 estuvo a punto de naufragar y atribuyó su salvación a un cuadro de la Virgen de Guadalupe que llevaba. Lo colocó en una capilla y fueron tantas las gracias concedidas, que se trasformó en santuario, y la imagen fue coronada el 3 de octubre de 1915, siendo agregado el santuario a la Basílica Vaticana, con todas las gracias y privilegios de que ésta goza.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La ciudad Arsoli (Tívoli) agradecida a los favores recibidos, la juró como Patrona en 1790, y el 31 de agosto de 1890 consiguieron también de León XIII su coronación canónica (hasta 1975 las coronaciones de imágenes de la Virgen en todo el mundo eran 169; sólo 19 pontificias, 5 de la Vigen de Guadalupe).</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Numerosos milagros en México</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>D. Fernando de Alva añadió al Nican mopohua, también en lengua náhuatl, 15 relatos de milagros de su época, que entonces debían ser bien conocidos por los contemporáneos. Trascribimos de la traducción de P. F. Velázquez:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• CUANDO POR primera vez la llevaron al Tepeyácac, luego que se concluyó su templo aconteció el primero de todos los milagros que ha hecho. Hubo entonces una gran procesión, en que la llevaron absolutamente todos los eclesiásticos que había y varios de los españoles en cuyo poder estaba la ciudad, así como también los señores y no¬bles mexicanos y demás gente de todas partes. Se dispuso y adornó todo muy bien en la calzada que sale de México hasta llegar al Tepeyácac, donde se erigió el templo de la Reina del Cielo. Fueron todos con grandísimo regocijo. La calzada rebosaba de gente; y por la laguna de ambos lados, que todavía era muy honda, iban no pocos naturales en canoas, algunos haciendo escaramuzas. Uno de los flecheros, ataviado a la usanza chichimeca, estiró un poco su arco y, sin advertirlo, se disparó de repente la flecha e hirió a uno de los que andaban escaramuzando, al que le traspasó el pescuezo, y allí cayó. Viéndole ya muerto, le llevaron y tendieron delante de la siempre Virgen nuestra Reina, a quien invocaron los deudos, para que fuera servida de resucitarle. Luego que le sacaron la flecha, no solamente le resucitó, sino que también le sanó del flechazo: no más le quedaron las señales de donde entró y salió la flecha. (De este milagro nos queda un cuadro famoso).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• EN EL AÑO de mil y quinientos y cuarenta y cuatro, que hubo pestilencia, se despobló mucho la gran ciudad. Diariamente sin género de duda pasaban de cien las personas que eran enterradas. Así que viendo los reverendos frailes de nuestro señor San Francisco que no se aplacaba, y que ninguna medicina valía; que se extendía por todas partes, y que Nuestro Señor, por quien se vive, destruía la tierra, proveyeron que se hiciera una procesión y que fueran todos al Tepeyácac. Los reverendos padres congregaron a muchísimos hombres, mujeres y niños que apenas paseaban de seis y siete años; los que se fueron disciplinando durante la procesión, que salió del templo de Tlatelolco; y por todo el camino fueron invocando a Nuestro Señor, para que se doliera de su pueblo, que cesara su enojo y que se apiadara solamente por amor de su preciosa Madre, nuestra purísima Reina, Santa María de Guadalupe del Tepeyácac. Así llegaron al templo, donde los religiosos hicieron muchas oraciones. Y quiso Dios, por quien se vive, que por intercesión y ruegos de su piadosa y bienaventurada Madre, luego se fuese aplacando la enfermedad: al otro día, ya no se sepultó mucha gente; al fin, quizás dos o tres personas, hasta que cesó la epidemia.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• UN NOBLE ESPAÑOL, de esta ciudad de México, llamado D. Antonio Carbajaí, yendo por Tollantzinco, llevó en su compañía a otro joven pariente suyo. Habiendo pasado por el Tepeyácac, entraron un momento al templo de nuestra purísima y preciosa Madre de Guadalupe; y allí de prisa rezaron y saludaron a la Reina del Cielo, para que los socorriera y defendiera, y los hiciera llegar con bien a donde iban. Después que salieron, yendo ya en camino, fueron platicando de la Purísima; de cómo se apareció su preciosa imagen, que fue muy prodigiosamente; y de los diferentes milagros que había hecho, para favorecer a los que la invocaban. Al ir caminando, el caballo en que iba el mancebo, se medio cayó, porque se enojó o porque algo lo asustó; y partió violentamente y corrió por barrancos y peñascos, mientas que él en vano con todas sus fuerzas tiraba del freno, sin poder detenerlo: casi media legua le hizo caminar, en tanto sus compañeros querían inútilmente atajarlo. Ya no hubo manera de que lo lograsen; iba como llevado por el viento. Luego lo perdieron de vista, y pensaron que quizá en alguna parte fue a hacerlo pedazos, porque a donde corrió derecho era muy peligroso lugar, de muchos barrancos y peñascos. Pero quiso Nuestro Señor, y su piadosísima y bienaventurada Madre, salvarle. Cuando acertaron a hallarle, estaba el caballo parado, con la cabeza baja y las manos dobladas: ya no podía moverse. El joven colgaba de un pie, pegado al estribo. Mucho se asombraron al verle, de hallarle vivo; que nada le pasó ni se lastimó en parte alguna. Al punto le tomaron en brazos y le sacaron el pie. Cuando se enderezó, le preguntaron cómo se había librado, pues nada le sucedió; y él les dijo: «Cuando vi que me puse en gran peligro; que de ninguna manera podía librarme; que en todo caso iba a perderme y a morir, y que carecía de todo auxilio, entonces con todo mi corazón invoqué a la Purísima Señora del Cielo, nuestra piadosa Madre de Guadalupe, para que se apiadase de mí y me socorriera; e inmediatamente vi que Ella misma, así como está aparecida en la preciosa imagen de nuestra Reina de Guadalupe, me socorrió y me salvó: cogió del freno al caballo, que luego se paró y la obedeció y se inclinó, al parecer, delante de Ella, doblando las rodillas, así como estaba al tiempo que habéis llegado».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• A POCO QUE se mostró la Señora a Juan Diego y muy prodigiosamente se apareció su preciosa imagen, hizo muchos miagros. Según se dice, también entonces se abrió la fuentecita, que está a espaldas del templo de la Señora del Cielo, hacia el oriente; en el punto donde salió al encuentro de Juan Diego, cuando éste dio vuelta al cerrillo, para que no le viera la Señora del Cielo. El agua que allí mana, aunque se levanta, porque burbujea, no por eso rebosa, y no camina mucho sino muy poquito: es muy limpia y olorosa, pero no agradable; es algo acida y apropiada a todas las enfermedades de quienes la beben de buen grado o con ella se bañan. Por eso son incontables los milagros que con ella ha hecho la Purísima Señora del Cielo nuestra preciosa Madre Santa María de Guadalupe.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• A UN MORADOR de esta ciudad de México, le dolían fuertemente la cabeza y las orejas, que parecían que iban a reventar; nada le hacía bien y ya no podía sufrirlo. Mandó que le llevasen a la bendita casa de la Purísima, nuestra preciosa Madre de Guadalupe. Luego que llegó a su presencia, le rogó con todo el corazón que le favoreciera y le sanara; e hizo voto de que, si le sanaba le haría la ofrenda de una cabeza de plata. Y acababa de llegar cuando sanó. Casi nueve días permaneció en la casa de la Señora del Cielo; y se volvió a la suya contento; ya nada le dolía.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• UNA JOVEN, llamada Catalina, esaba hidrópica. Viendo que nada le hacía bien; que estaba muy grave y que los médicos decían que no se había de levantar, sino que moriría, suplicó que la llevasen al templo de la Señora del Cielo, nuestra preciosa Madre de Guadalupe. Así que la llevaron, le rogó con todo el corazón que le diera la salud; fueron luego a cogerla y la sacaron dos hombres; ella puso todo su empeño en llegar a donde está la fuente; con toda confianza bebió el agua que allí mana, y quedó sana al punto. Parecía que por todas partes le salía el aire, mayormente por la boca, en cuanto bebió el agua. Ya estaba sana, no le dolía nada cuando visitó el templo de la Señora.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• UN FRAILE descalzo de San Francisco, llamado fray Pedro de Valderrama, tenía muy malo el dedo de un pie: nada le podía ya remediar, si no se lo cortaban, porque tenía cáncer pestífero. Apresuradamente le llevaron a la bendita casa de la celestial Señora de Guadalupe; y así que llegó a su presencia, desató el trapo con que estaba envuelto el dedo de su pie, que mostró a la Señora del Cielo, rogándole con todo el corazón que le sanara. Al momento sanó, y a pie se volvió gozoso a Pachuca.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• UN SACRISTAN, llamado Juan Pavón, encargado del templo de la Señora del Cielo, nuestra amada Madre de Guadalupe, tenía un hijo, al que se le hizo una inchazón en el pescuezo y estaba muy malo: ya se quería morir y no podía tomar alimento. Le llevó a presencia de Ella y le untó aceite de la lámpara que estaba ardiendo. Al punto sanó: la Señora del Cielo le hizo el beneficio.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Además de estos antiguos milagros reseñados al final del Nican mopohua, y de otros innumerables, fueron muy conocidos los siguientes:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>• Con motivo de una peste mortífera, en 1737, a fin de obtener su cese, los Cabildos eclesiástico y civil determinaron jurarla como Patrona de la ciudad. Y la misma víspera comenzó a ceder la epidemia. También atribuyeron a la invocación a la Virgen de Guadalupe, que en 1629 y en 1819 se librase la ciuda de ser inundada por las aguas a causa del desbordamiento de las lagunas por extraordinarias lluvias.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Igualmente tenidos como prodigios, fueron la salvación del personal de un tren de mercaderías que en 1895 se precipitó a un lago; la de una mujer a punto de ahogarse en una inundación en 1946, la de un hombre y su hijo que, en 1971, pintaban un tanque de combustible en el aeropuerto cuando aquel explotó, etc.</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>La voz de Miliza Korjus</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Detengámonos algo más en uno de los milagros atribuidos a la Virgen de Guadalupe en México:</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La célebre cantante vienesa <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Miliza_Korjus" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;">Miliza Korjus</a>, en la cumbre de su apogeo iba a peder, según el diagnóstico de los mejores especialistas, la mitad de su vida: su voz. Esa voz que le había dado tantos triunfos, y que ya sólo quedaría en las cintas cinematrográfícas como «El Gran Vals».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La gira iniciada por México en 1946 quedaría interrumpida, así como tantos otros contratos pendientes. ¿Qué hacer en aquellas circunstancias? Humanamente todo estaba perdido.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Entonces fue cuando empezó a cobrar nuevo valor en su mente agitada el recuerdo turístico de los 15.000 peregrinos que pasaban cada día por la Basílica del Tepeyac. Ella misma, protestante, había presenciado en sus visitas aquel espectáculo, pero admirándolo sólo con ojos turísticos, y como motivo típico. Ahora el fervor mariano de aquel abigarrado pueblo la hizo invocar confiadamente a la Virgen de Guadalupe, pidiendo que la curase. Llegó el día fijado para la ineludible operación. Antes de practicarla, los médicos hicieron rutinariamente el examen previo. La admiración se dibujó en sus rostros. Miraron otra vez y confirmaron atónitos que era verdad.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Pero, ¿qué ha hecho usted?</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Tomé las medicinas que me indicaron para prepararme a la operación.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—No, no. ¿Qué ha hecho usted para cu-rarse?</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Le pedí a la Virgen de Guadalupe que me sanara.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—¿Y ha probado ya su voz?</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Ustedes me prohibieron que cantara.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>—Pues vea si puede cantar.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La voz de la artista resonó limpia y armoniosa. La examinaron cuidadosamente y la declararon completamente sana.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al día siguiente una peregrina más se sumaba al río de gente que iba a arrodillarse a los pies de la Virgen de Guadalupe.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Otra placa de mármol blanco aparecía, días después, a la entrada de la sacristía de la Basílica. Decía solamente: «Gracias, Madre mía - Miliza Korjus».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La víspera de su vuelta a Europa declaró a un periodista: «Vine protestante y vuelvo católica, porque todo lo que he pedido a la Virgen de Guadalupe me lo ha concedido».</b></div>
<b><span class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; margin: 0px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">II. LA VIRGEN DE GUADALUPE<br style="margin: 0px; padding: 0px;" />EN EXTREMADURA</span><span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; text-align: -webkit-center;"> </span><br style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; margin: 0px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;" /></b><br />
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Se ha dicho que los españoles debemos a la Virgen del Pilar la fe, a la de Covadonga la patria, a la de Guadalupe el imperio.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Guadalupe, nombre tomado de un río <span style="margin: 0px; padding: 0px;"><a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/12-12guadalupe.html#4" id="CUATRO" name="CUATRO" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;" title="title"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Times New Roman'; margin: 0px; padding: 0px;" xml:lang="ES-TRAD"><span style="margin: 0px; padding: 0px;">[4]</span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="margin: 0px; padding: 0px;" xml:lang="ES-TRAD"></span></span>, está en la provincia de Cáceres, entre Trujillo y Talavera, en la vertiente sur de la sierra de las Villuercas (divisoria de aguas: hacia el sur cuenca del Guadiana, y hacia el norte del Tajo).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El códice más antiguo en que se cuenta la historia, es de principios del siglo XV, pero sin duda copia o se inspira en otros anteriores. (Robado del monasterio por la desamortización de Mendizábal en 1835, hoy se encuentra en el Archivo Histórico Nacional de Madrid).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Según esta narración, «en tiempo del rey D. Alfonso (lo más probable Alfonso X el Sabio, (1252-1284) apareció nuestra Señora, la Virgen María, a un pastor en las montañas de Guadalupe de esta manera: andando unos pastores guardando sus vacas cerca de un lugar que se llama Alía, en una dehesa que se dice hoy día la dehesa de Guadalupe, uno de estos pastores que era natural de Cáceres, donde aún tenía su mujer e hijos, halló menos una vaca de las suyas. El cual se apartó de ahí por espacio de tres días, buscándola. Y no encontrándola, se metió en unas grandes montañas que estaban río arriba, a su búsqueda; y se apartó a unos grandes robledales y vio que estaba allí la vaca, muerta y cerca de una pequeña fuente.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y al ver su vaca muerta, se llegó a ella; y mirándola con diligencia, y no hallándola mordida de lobos ni herida de otra cosa, quedó muy maravillado: y sacó luego su cuchillo de la vaina para desollarla. Y abriéndola por el pecho en forma de cruz, según es costumbre de desollar, luego se levantó la vaca. Y él muy espantado, se apartó del lugar; y la vaca estuvo quieta. Y luego en esa hora, apareció ahí visible nuestra Señora la Virgen María a este dichoso pastor y dijóle así: «No tengas miedo; pues yo soy la Madre de Dios, por la cual el linaje humano alcanzó redención. Toma tu vaca y vete, y ponía con las otras; pues de esta vaca habrás otras muchas, en memoria de esta aparición. Y después que pusieres tu vaca con las otras, irás luego a tu tierra, y dirás a los clérigos y a las otras gentes que vengan aquí, a este lugar donde yo me aparecí a ti: y que caven aquí y hallarán una imagen mía».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y después que la Santísima Virgen le dijo estas cosas desapareció. Y el pastor tomó su vaca, y se fue con ella y la puso con las otras. Y contó a sus compañeros todas las cosas que le habían acaecido. Y como ellos hiciesen burla de él, respondióles y les dijo: «Amigos, no tengáis en poco estas cosas. Y si no queréis creerme, creed aquella señal que la vaca trae en los pechos, a manera de cruz», y luego creyeron.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y el citado pastor, despidiéndose luego de ellos, se fue para su tierra. Y por donde iba contaba a todos cuantos hallaba este milagro que le había ocurrido. Y al llegar a su casa encontró a su mujer llorando, y le dijo: «¿Por qué lloras?» Y ella le respondió diciendo: «Nuestro hijo está muerto».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y díjóle él: «No tengas cuidado ni llores; pues yo le prometo a Santa María de Guadalupe para servidor de su casa, y ella me lo dará vivo y sano».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y luego en esa hora se levantó el mozo vivo y sano, y dijo a su padre: «Señor padre, preparaos y vamos para Santa María de Guadalupe». Por lo cual cuantos allí estaban presentes y vieron el milagro, quedaron muy maravillados, y creyeron después todas las cosas que este pastor decía de la aparición de la Virgen María.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y luego este pastor llegó hasta los clérigos y les dijo así: «Señores, sabed que me apareció nuestra Señora la Virgen María en unas montañas cerca del río de Guadalupe, y me mandó que os dijera que fueseis allí donde me apareció; y que cavaseis en aquel mismo lugar donde Ella me apareció, y encontraríais una imagen suya; y que la sacaseis de allí; y le hicieseis allí una casa. Y me mandó que dijese más: que los que tuviesen a cargo su casa, diesen de comer una vez al día a todos los pobres que a ella viniesen. Y me dijo más: que haría venir a esta su casa muchas gentes de diversas partes, por muchos y grandes milagros que Ella haría por todas partes del mundo, así por mar como por tierra; y me dijo más: que allí, en aquella gran montaña, se haría un gran pueblo».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y después que los clérigos y las otras muchas gentes escucharon estas cosas, pusieron luego en obra lo que les había dicho el pastor: los cuales partiendo de Cáceres anduvieron su camino hasta llegar a aquel lugar, donde la Santa Virgen María apareció al pastor. Y después que llegaron, comenzaron a cavar en aquel mismo lugar donde el citado pastor le mostró, que le Había aparecido nuestra Señora Santa María. Y ellos, cavando allí, hallaron una cueva de manera de sepulcro, dentro de la cual estaba la imagen de Santa María, y una campanilla, y una carta con ella; y sacáronlo todo allí, con una piedra donde la imagen estaba sentada. Y todas las otras piedras que estaban alrededor de la cueva y encima, todas las quebrantaron las gentes que vinieron entonces y se las llevaron por reliquias.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y luego edificaron ahí una casa de piedras secas y de palos verdes, y la cubrieron de corchos; y pusieron en ella la dicha imagen y la carta. Y el sobredicho pastor se quedó como guardador de esta ermita, y como servidores continuos de Santa María y él y su mujer e hijos y todo su linaje. Y sabed que con estas gentes llegaron también muchos enfermos, los cuales, en tocando la dicha imagen de Santa María, luego cobraban salud de todas sus enfermedades y volvían a sus tierras dando gracias al Señor y a la Virgen Santa María por los grandes milagros que había hecho. Y lue¬go que fueron estos milagros publicados por toda España, venían muchas gentes de diversas partes a visitar esta imagen, en reverencia a la Virgen Santa María, por cuyos méritos y ruegos nuestro Señor, Dios, tantos milagros y maravillas hacía a los que con devoción la visitaban».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Esta narración en lo fundamental: hallazgo de la Virgen y numerosos milagros —sean unos u otros— debe ser verdadera, pues alguna explicación ha de tener que se hiciera una ermita en medio de los montes, tan a trasmano, y que acudieran a ella tantos peregrinos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La imagen hallada es una Virgen Negra románica sentada, con el Niño Jesús, de madera de cedro, mide, sin los mantos su¬perpuestos, 64 centímetros; no es anterior al siglo XI, y la carta daría razón de por qué fue enterrada. El códice nos cuenta que fue enterrada en siglo VIII, por unos clérigos que huyeron de los moros hacia las montañas de Castilla la Vieja. Esa fecha no es posible. Tal vez fuese el siglo XI o XII, en época de renovada persecución religiosa.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Por ello tampoco es admisible el resto de la leyenda añadida con que empieza el manuscrito: que la imagen se la había regalado el Papa S. Gregorio Magno a S. Isidoro de Sevilla, y que la dicha imagen habiendo sido sacasa en procesión por Roma, con ocasión de una peste cruel, se vio sobre el castillo (desde entonces llamado de S’An gelo) un ángel envainando una espada ensangrentada, y cesó la peste. Además, cuando la traían a Sevilla, creyeron iban a naufragar por la tempestad que se desencadenó, pero subiéndola a cubierta e invocándola, se calmó el mar.</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Desarrollo de la devoción y del santuario</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Por testamentos de 1327 y 1329 consta que ya existía una iglesia y hospital —éste sería para los peregrinos, lo cual indica que no serían pocos-—. Probablemente el sacerdote que la regentase dependería de cercano curato de Alía, diócesis de Toledo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>D. Pedro Gómez Barroso, elegido obispo de Cartagena en 1326 y más tarde hecho Cardenal, fue antes teniente del santuario, y no dejó este oficio hasta su muerte en 1342, pues aunque no pudo permanecer allí, tuvo un procurador o suplente.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Ya desde principios del siglo XIV el santuario fue adquiriendo y labrando tierras. Alfonso XI lo conocía muy bien desde su juventud: En su libro de montería describe los montes de Trujillo, y de los que Guadalupe dice: «son buenos montes de osos en verano». El rey, junto con su afición a la caza, adquirió gran devoción a la Virgen de Guadalupe, como él mismo lo afirma en cartas posteriores, y mandó en 1330 ampliar la iglesia, ya ruinosa, para que pudieran caber en ella «las gentes que vienen en romería».</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Tuvo lugar entonces la llegada de los marroquíes benimerines, que derrotaron a la escuadra castellana y ocuparon Gibraltar, amenazando invadir los reinos cristianos. Alfonso XI, ayudado por los portugueses, les presentó batalla en el río Salado (provincia de Cádiz). Acongojado, viendo que sólo disponía de 14.000 hombres a caballo con 25.000 peones, y que el enemigo era hasta diez veces superior según algunos historiadores, «pensó ser vencido». Entonces, aunque su vida privada dejaba mucho que desear, se encomendó a la Virgen de Guadalupe, a la cual atribuyó después la gran victoria con enorme botín y mortandad hecha al enemigo, sin apenas bajas propias, el 29 de octubre de 1340.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Cumpliendo su promesa hizo importantes donaciones al santuario y consiguió se constituyese en priorato de patronato real. Fue regido por priores seculares desde 1341 hasta 1389 en que renunciando al patronato real, se convertía la iglesia en monasterio y se apremiaba a la orden de S. Je¬rónimo, para que lo aceptase, a pesar de su resistencia. Estos monjes, fundados poco antes, tenían la casa madre en Lupiana (Guadalajara) y eran muy estimados por su virtud, por ello también Felipe II les encomendó su monasterio del Escorial.</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Devoción universal a la Virgen de Guadalupe</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Especialmente Isabel la Católica, siguiendo la tradición de sus antepasados, gustaba ir a Guadalupe —lo llamaba su paraíso—. A los 13 años fue la primera vez, y no menos de 20 en sus 28 años de Reina.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Los monjes la ayudaron cuantiosamente a la guerra de Granada. En Guadalupe firmaron los Reyes Católicos la sobrecarta definitiva para que se le diesen facilidades a Colón en su proyectado viaje. Allí quiso también D.a Isabel que se guardase su testamento (a pesar de lo cual se llevó y sigue en el Archivo de Simancas).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>A la vuelta del primer viaje, habiendo naufragado la «Santa María», y perdido de vista a la «Pinta», la tercera carabela, la «Niña», estaba a punto de perecer en el océano enfurecido el 14 de febrero de 1493- Cristóbal Colón ofreció a la Virgen de Guadalupe un cirio de cinco libras de cera, que lo llevaría el que le tocase en suerte. Cada uno hizo voto de cumplir la promesa si le tocaba, y le tocó al propio Colón, que fue descalzo y en traje penitente al santuario. En el segundo viaje, a la primera isla grande que encontró la llamó Guadalupe, y hasta hoy su patrona es la Virgen de Guadalupe, aunque en 1635 cayó en poder de Francia (tiene 1.780 kms.2 y unos 300.000 habitantes). Después de este segundo viaje volvió al monasterio de Guadalupe en 1496, y allí se bautizaron dos indios que trajo: son los primeros convertidos que se conocen.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El aparejar las tres primeras carabelas costó 1.140.000 maravedises, que no se obtuvieron vendiendo las joyas de la reina, sino prestados por el valenciano Luis de Santángelo, tesorero de D. Fernando, pero que le fueron pagados el 5 de mayo de 1492 por el obispo de Badajoz. Después, también sería Extremadura la que diese la mayoría de los grandes conquistadores de América y de sus colonos. De los 8 grandes conquistadores, 7 fueron extremeños: Hernán Cortés (Medellín, Badajoz), Francisci Pizarro (Trujillo, Cáceres), Núñez de Balboa (Jerez de los Caballeros, Badajoz). Pedro de Alvarado (Badajoz). Hernando de Soto (Jerez de los Caballeros), Sebastián de Belalcázar (entonces perteneciente a Extremadura, hoy Córdoba). Pedro de Valdivia (Campanario, Badajoz). González de Quesada (Córdoba, único no extremeño). En las figuras de segunda línea, aunque hay y castellanos, vascos, andaluces; son extremeños: Gonzalo y Hernando Pizarro, Francisco Alvarado, Diego García de Paredes,: Francisco de Orellana, Nuflo de Chaves, Nicolás de Ovando, primer colonizador de América, en cuya expedición embarcare ya 1.200 extremeños. Esto puede explicar que la Virgen de Extremadura sea la de América. (Aragoneses apenas fueron a América, no tanto por estarles vedado, cuanto por ser el Mediterráneo la zona de su influencia y expansión). Sobre todo, es que esta advocación extremeña de la Virgen era la más popular en los reinos de Castilla, la nacional, por decirlo así.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Pero el santuario de Guadalupe tuvo además una, hoy desconocida, proyección universal. Se puede decir, sin exageración, que del siglo XIV al XVIII, Guadalupe fue lo que en nuestros días es Lourdes. El mismo Fernando el Católico estuvo más ligado con Guadalupe que con el Pilar. Salía del monasterio en enero de 1470, cuando le alcanzaron los emisarios de Aragón, notificándole que ya era rey por muerte de su padre Juan II. Y al monasterio iba en enero de 1516, cuando le alcanzó la muerte en Madrigalejo (Cáceres), en una casa de los Jerónimos, filial de Guadalupe. (Por aquella época la Virgen más venerada en el reino de Aragón, era Montserrat, que difundieron por sus posesiones, y en Roma aún subsiste como iglesia de los españoles la de Montserrat, que fue templo nacional de Aragón).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Portugal rivalizó con Castilla en la devoción y donaciones a Guadalupe, e imágenes suyas se veneran todavía en Evora, Braga, Vila do Bispo, Samora Correia, y hasta en Goa y Cochín (India).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En otros muchos lugares, hasta en Polonia, se veneran imágenes bajo la advocación de Guadalupe, lo que prueba lo dilatado de su devoción. Y eso que no permitían los monjes copiarla, y se oponían a que se le diese culto fuera de su santuario, para no mermar la devoción a éste, y evitar que aprovechándose del nombre obtuvierran limosnas con perjuicio de las destinadas a sostener el notable culto y beneficencia del monasterio, cuyos «demandadores», personas de reconocida honradez, recorrían España y América recogiendo limosnas.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Estaba además ordenado en Castilla a partir del siglo XV, y del siglo XVI en América, una manda forzosa en todos los testamentos de cierta cuantía, en favor del santuario de Guadalupe, privilegio que compartía con Santiago de Compostela y Roma, y duró hasta el siglo XVIII.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Fue igualmente notable la devoción de los vascos al santuario de Guadalupe, y en sus códices se recogen más de cincuenta milagros y ellos, sólo en el siglo XV. La mayoría hechos a hombres de la mar de Zumaya, Lequeitio, Deva, Bermeo, Fuenterrabía. Oyarzum, Rentería, Orduña... Ya en el siglo XIV un famoso poeta alavés, el canciller Pedro López de Ayala, la invocaba desde su prisión en Portugal: «Señora, por cuanto supe tus acorros [socorros} en ti espero; e a tu casa en Guadalupe prometo de ser romero». Por algo sería que cuando a fines del siglo XV dos chicos pastores del monte Jaizquíbel (Fuenterrabía) encuenyran una imagen de la Virgen más o menos milagrosamente (dice la tradición que la imagen despedía una luz que Ies atrajo), le ponen por nombre Guadalupe. Y fuerte de Guadalupe se llama hoy también el que allí, socavado en la montaña, defiende la frontera y la entrada del puerto.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En Madrid consiguieron los jerónimos de S. Jerónimo el Real, en 1603, después de muchas dificultades, una copia de la imagen de Guadalupe. Ante ella se celebró el comienzo del reinado de todos los reyes desde Felipe III hasta Alfonso XIII. (También allí tuvo lugar la solemnidad religiosa del comienzo del reinado de Juan Carlos I, pero ahora la imagen está en otro altar lateral).</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Algunos testigos excepcionales dan fe de Guadalupe como «el Lourdes medieval». Sharchek, cronista alemán de Bohemia, escribía en 1467: «Es fama que en ningún rincón de la Cristiandad suele haber tan gran concurso de gente por devoción y piedad, como aquí». El embajador italiano Andrés Navagiero en 1526: «Este sitio está cerca de la frontera de Portugal, y vienen de este reino y de toda España gran número de gentes movidas por su devoción a esta Virgen». Pablo III, en un breve de 1535 concediendo un jubileo, afirma: «A Guadalupe acuden grandes concursos de gentes de todas partes del mundo». El historiador fray José de Sigüenza aseguraba en 1600: «Concurren gentes de toda España; de varios pueblos de Portugal y de otros reinos y señoríos más distantes. Es el conjunto de los más numerosos que se juntan en Europa por título de devoción. En los ocho días del octavario concurren en este templo de veinticuatro a veintiséis mil personas».</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Actividades monásticas</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Los monjes desde el siglo XVIII solían ser de 130 a 140, y los habitantes del pueblo de 600 a 1.000 vecinos o familias: nadie podía avecindarse sin permiso del prior, el cual podía además desterrar del pueblo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Lo más visible de sus actividades son las ingentes edificaciones que perduran, antguamente rodeadas de algunos campos de labor, granjas, tierras e importante ganadería. Sin embargo, los terrenos y lo fundamental de la construcción, como fortaleza medieval, y el «Arca del Agua», una de las traídas de agua más importantes de la edad media, de varios kilómetros, atravesando la montaña con un túnel, fueron obra de los primeros priores seculares hasta el 1389-</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El riquísimo patrimonio que se fue acumulando a lo largo de los siglos fue saqueado en la guerra de la independencia por franceses y guerrilleros descontrolados, etc., pero sobre todo por las exclaustraciones, expoliaciones y famosa desamortización de Mendizábal de 1835. En el inventario de 1865 los agentes del gobierno tasaron todos los edificios y patios medio en ruinas: en 15.675 pts., exigua cantidad, aunque sea en pesetas de hace un siglo. La Hospedería Real, magnífico palacio del siglo XV para residencia de los reyes, lo mandó derribar sin más un alcalde liberal del siglo pasado.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La actitud de los monjes, además de la administración de la cuantiosa hacienda, se extendió a las artes: procuraron que se pintasen los famosísimos cuadros de Zurbarán y de Lucas Jordán; de su bordaduría, con bordadores seglares, salió un ingente tesoro de vestiduras sagradas, las mejores bordadas de Europa. Su biblioteca, o librería, era a fines del siglo XVI una de las mejores de España, pero además continuaban la gloriosa tradición monástica del «scriptorium», copiando libros y sobre todo adornándolos con miniaturas y encuadernaciones verdaderas obras de arte. Hubo también monjes notables en la música religiosa.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En el monasterio no sólo estudiaban los hermanos «coristas» (que tenían que asistir al coro), futuros sacerdotes, sino que existía un muy estimado colegio gratuito, «Seminario de infantes» (o niños), 40 «de beca», vestidos de azul, y otros «de capa», generalmente del pueblo. De allí salían muchos hombres célebres.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Merece capítulo aparte el hospital de Guadalupe. Comenzó para atender a los peregrinos, y llegó a ser una escuela de medicina y cirugía de tal altura, que fue el primer lugar del mundo donde se comenzó a practicar la autopsia, con autorización de la Santa Sede. Eugenio IV en 1442 concedió que pudiesen ejercer la medicina y la cirugía los frailes que no tuvieran órdenes sagradas. Pero también llevaban médicos eminentes, y les pagaban «mejor que el rey». Los estudios e investigaciones de Guadalupe pasaban a la universidad de Salamanca. Allí se descubrió, en el siglo XVI, la eficacia del queso fermentado para heridas infecciosas, como también el moho del pan. Al moho del queso se le llamó en¬tonces «penicillum». Es curioso que el invierno anterior a concedérsele el premio Nobel por su descubrimiento de la penicilina, lo pasó Fleming en Guadalupe. También aplicaban ya en la primera mitad del siglo XV la sutura de heridas. Uno de los hospitales era para las «bubas» o mal francés, que el siglo siguiente se llamó sífilis. Estos adelantos médicos se completaban con una famosa botica, dicen que la mejor de España: medicinas obtenidas de la rica flora de la región. No es extraño que el monasterio fuese también Escuela de Medicina, donde varios1 jóvenes aprendían a ser excelentes médicos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Naturalmente que la principal finalidad de los monjes, a la cual servía todo lo demás, era el culto divino, en verdad magnífico, y la atención pastoral a los peregrinos y vecinos. Todo debido a la Virgen, cuya atracción maternal y gracias derramadas fueron el origen de toda esta espirituallidad, impulsó que en tantas partes se acudiese más a ella, que muchos peregrinasen, obra sin duda muy meritoria a los ojos de Dios, y que otros incluso se consagrasen a El.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Así, había, además de los monjes, los donados, que no hacían noviciado ni profesión religiosa, pero vivían en comunidad; y los «servidores perpetuos», que se dedicaban con voto a servir a la Virgen (precedente de la esclavitud mariana), también matrimonios: entregaban sus bienes y trabajaban en alguna de las numerosas dependencias u oficinas, eran equiparados en parte a los novicios, y el monasterio proveía a sus necesidades. De hecho el primer servidor perpetuo fue el vaquero que la encontró, Gil Cordero, enterrado en Guadalupe; en su epitafio latino se lee: «Aquí yace D. Gil de Sta. María de Guadalupe, a quien se apareció esta santa imagen». La villa de Cáceres compró en 1612 la casa donde allí había vivido antes Gil Cordero, y la convirtió en capilla con una copia de la Virgen de Guadalupe, llamada del Vaquero, y tenida por milagrosa: un cuadro recuerda la curación de un niño en 1672.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La devoción a la Virgen se concretó también, ya desde el primer prior jerónimo, en el culto a su Inmaculada Concepción, dedicándole la salve sabatina; en 1506 se empezó a celebrar su fiesta con rito doble mayor. Son numerosas las fundaciones en su honor, como la de la piadosa reina María de Aragón (enterrada allí con su hijo Enrique IV), que dejó en su testamento 27.000 maravedises para casar a nueve mozas pobres, en honor de la Concepción de Ntra. Señora. Isabel la Católica destinó 40.000 maravedises cada año para que esta fiesta se celebrase en el monasterio con toda solemnidad.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Cuando la institución multisecular estaba arruinada, en 1908 los franciscanos se encargaron del monasterio, convertido ahora en convento, haciendo desde entonces una gigantesca obra de restauración.</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Los milagros de la Virgen de Guadalupe</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Los monjes jerónimos llenaron nueve códices, que se conservan allí, anotando en ellos los milagros atribuidos a la intercesión de la Virgen de Guadalupe: más de 4.000. Recordemos que era la mejor Escuela de Medicina de España, con los mejjores médicos; no tendrían una curación por milagrosa si se pudiese explicar por la medicina; ni es fácil que un cojo dejase sus muletas si aun las necesitaba.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Y si tanto se encomendaban los pueblos a la Virgen de Guadalupe e iban en peregrinación incesante, por algo sería. Como dice un historiador, sin los milagros la fama de Guadalupe sería un enigma inexplicable. Fue, como se ha dicho, Lourdes para la Europa de entonces; y se relatan millagros a portugueses, franceses, flamencos, alemanes, italianos, ingleses, húngaros, griegos... Y también hubo en el monasterio monjes extranjeros, sobre todo franceses y alemanes, en parte para poder atender a los muchos peregrinos de esas naciones. Junto con las curaciones, los favores más numerosos eran a los cautivos. Llegó a ser dicho popular: «Mayor número de cautivos redimió Ntra. Sra. de Guadalupe que todas las Ordenes de redención de España». Los milagros no sólo se podían leer en los códices, también en los incontables exvotos dejados por los favorecidos. Antes de acabar el siglo XV, hacia 1465, el cronista del viaje del barón de Ronithal llega a afirmar: «El hierro traído aquí por los cautivos no podría ser transportado ni por doscientos carros». Muchos miles tuvieron que ser fundidos en las herrerías del monasterio por no haber ya espacio en la iglesia para colgarlos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Bien podía decir un peregrino excautivo: «La santísima imagen es libertad de los cautivos, salud de las enfermedades, reparo de las desgracias... Pendían en sus paredes, en lugar de damascos y brocados, muletas que dejaron los cojos, ojos de cera que dejaron los ciegos, brazos que colgaron los mancos, mortajas de que se desnudaron los muertos, merced a la larga misericordia de la Madre de las misericoridas..., en tan gran suma, que en las paredes del sacro templo ya no cabían». Este peregrino no era un cualquiera, conocía bien a los hombres, antes de dar tal testimonio en Los trabajos de <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Persiles y Segismunda</em>, había escrito <em style="margin: 0px; padding: 0px;">El Quijote</em>.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Como testimonio luminoso de la devoción de reyes, conquistadores, incontables peregrinos, en el s. XVII ardían ante la imagen de la Virgen más de 230 lámparas.</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>El caso prodigioso de «la buena cristiana»</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Entre tantos favores especiales, uno de los más conocidos: En Tánger, en el siglo XV, Fátima, la hija de una familia mora y rica, tenía especial caridad con los cautivos cristianos, y por sus palabras le entró ardiente deseo de bautizarse, para lo cual se encomendaba con fervor a la Virgen de Guadalupe. Al poco tiempo su padre trató de casarla, con lo cual sufrió tal pena Fáti¬ma, que quería tirarse desde una torre. Entonces se le apareció la Virgen, en la forma de su imagen de Guadalupe. Alentada por Ella, a medianoche quitó las cadenas a los cautivos para huir con ellos. Al descolgarse por una soga, de un alto muro, cayó; creyeron se habría matado, no obstante, con admiración de todos, no le pasó nada. Se embarcaron alegres, cuando una tremenda tempestad los hizo amanecer de nuevo en el puerto. Imploran con lágrimas a Nuestra Señora, quien se apareció otra vez a Fátima mientras dormía, la despertó, calmó el mar y los encaminó a tierra de cristianos. Nada más llegar, Fátima hizo que la bautizasen. No quiso llamarse María «por no tar bien que la esclava tomase el nombr la señora» y tomó el de Isabel. Tampoco aceptó las invitaciones para descansar unos días; quería ante todo visitar a la St Virgen de Guadalupe; a la cual con fervor se ofreció en servicio perpetuo, no salió de allí, donde casó, y vivió da tal ejemplo que por ello se la conocía como «la buena cristiana». A su muerte, 1504, grabaron en su tumba de mármol estos hechos, que recogió también Fray Gabriel de Talavera cuando publicó su <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Histona de Ntra. Sra. de Guadalupe</em> (Toh 1597).</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>El robo sacrilego de Ntra. Sra. de Guadalupe</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Decíamos que el culto de la Virgei Guadalupe se extendió hasta Polonia aquí la historia (cfr. <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Sta. María de Guadalupe y Polonia la mártir</em>. G. Velo, enEl Monasterio de Guadalupe» 395 [1948] 213 s. y <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Tras el telón de acero</em>, Arturo A rez en «Guadalupe» 545 {1963] 131)</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Al hablar de Polonia, es inevitable asociar su nombre a la eminente familia los Sapiehas, de rancio y esclarecido abolengo, de ella sobresalieron los duques de Gendimfino, Narimundo y Olgerdiano; y los piadosos y relevantes condes Nicolás, Juan, Federico y Alejandro, cuya casa solariega radicó siempre en la ciudad de Koden, del antiguo ducado de Lituania.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>De entre los varones de esta familia destacó de manera muy singular el conde Nicolás, modelo de caballeros, intrépido y de corazón magnánimo, a quien el pontífice Urbano VIII concedió el sobrenombre de Pío; y el obispo Boguslao le llamaba siempre muro fortísimo de nuestra santa Fe y valentísimo Alcides de la Polonia.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El caballero polaco, Nicolás Sapieha, conde del Sagrado Romano Imperio, pasó a Roma con el propósito de visitar la tumba de San Pedro. El gran prestigio que disfrutaba en la corte de Varsovia por ser legítimo y digno representante de una de las familias más linajuda del viejo ducado de Lituania, fue causa de que el rey de Polonia, le diera cartas de recomendación para el pontífice Urbano, amigo particular de aquel monarca antes de que fuese elevado al supremo solio de la Iglesia Universal.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Su Santidad recibió con inequívocas muestras de singular aprecio al conde, honrándole de manera muy especial; le invitó a oír misa en su oratorio particular y le dio la comunión de su mano, precisamente en el altar de la Santa Imagen de María, copiada de la hoy Virgen extremeña de Guadalupe.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Durante el tiempo que duró la celebración del divino Sacrificio, el conde pudo examinar detenidamente el cuadro que representaba a María y apreciar la belleza de su rostro, sintiéndose hondamente conmovido y como arrebatado por un impulso soberano que le hacía desear con fuerza la posesión de aquella alhaja tan preciada, cuya contemplación por el cúmulo de gracias que la adornaban, le tenía como aprisionado el corazón.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Su estado de ánimo le ofuscó de manera tal, que concibió la diabólica idea de apoderarse de aquel tesoro, pero pronto cambió de opinión por lo difícil que resultaba poder llevar a la práctica sus pretensiones y por la ingratitud que suponía corresponder de aquella manera a las muchas atenciones y favores que había recibido del bondado corazón del Sumo Pontífice. Más tarde, pensó pedir la imagen al Santo Padre; pero hubo de desistir de tal propósito por la gran veneración con que se guardaba en el Vaticano y el singular aprecio que hacía de sus prerrogativas el pueblo romano.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Sin poder sustraerse a sus impulsos, el conde prescindió de toda clase de consideraciones y se determinó a realizar el secuestro de la imagen, para lo cual puso en juego todas sus artes y supercherías consiguiendo ganarse por dinero la voluntad y confianza del Camarero Sacristán del oratorio del Papa. El Camarero le entregó la estampa, recibiendo en pago la respetable cantidad de cien doblones.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El noble polaco dispuso su marcha a toda prisa y salió precipitadamente con dirección a su país.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>No tardó en conocerse en Roma la funesta noticia, produciendo honda pena en el corazón del Papa e indignación de la magistratura y en el pueblo romano. Se cursaron órdenes severísimas para proceder a la captura del sacrilego, pero éste no pudo ser alcanzado y llegó, jadeante con su preciada carga, a la ciudad de Varsovia, donde arrepentido de su pecado se presentó al Nuncio Apostólico dándole cuenta de su horrible pecado. Manifestó que el móvil poderoso que le había impulsado a cometer aquella acción fue la sublime atracción que sentía por la imagen sacrosanta de la celestial Señora, en tanto que él había pensado construir un suntuoso templo en su ciudad de Koden; consagrarse por entero a la Virgen Gregoriana y procurar por todos los medios que Polonia entera se pusiera bajo su protección y amparo.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Todos estos razonamientos y disculpas no bastaron para colmar el estado de ánimo del Romano Pontífice, quien con todo rigor decretó sentencia que abarcaba cuatro puntos: devolución de la imagen y otras reliquias que se había llevado; un año de cárcel; obligarle a terminar la iglesia y que fuera a Roma a pie, y solicitara reverente la absolución apostólica.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>No obstante todo esto, en vista de la buena conducta que en un determinado tiempo observó el conde, fue perdonado por el Papa, despachando un emisario para Polonia, con el oportuno Breve, enviándolle un precioso anillo con las armas de los Barberinos, de cuya familia descendía el Papa Urbano. En el Breve de referencia le perdonaba su pasada acción y le indicaba quedar obligado a terminar la iglesia que a sus expensas se estaba construyendo para que sirviera de morada y trono a la Virgen y que fuera a Roma para recibir su Paternal bendición.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Hizo todo lo mandado, terminada la iglesia dotándole de los más ricos ornamentos y las más preciadas telas; cedió sus mejores joyas para adornar a la Virgen, llegando a adquirir para Ella un toisón de oro de España, teniendo en cuenta que en aquella fecha ya hacía siglos que se veneraba en Guadalupe la Virgen de este nombre. Desde aquella fecha sería considerada en Polonia bajo la advocación de Santa María de Guadalupe.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Desde entonces adquirió aún más celebridad la ciudad de Koden, pues la Virgen de Guadalupe, dotada de tantas gracias y prerrogativas, pronto empezó a testimoniar sus favores; y la fama de sus milagros, al igual que sucedía en la Península Ibérica, se extendió rápidamente por todo el territorio polaco.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>A partir de su llegada a Koden, la bibliografía en torno a esta imagen es numerrosísima en el reino polaco, y de aquella imagen se hacen amplio eco las crónicas del monasterio extremeño, su matriz. Entre todas las obras que sobre la Virgen kodenense han visto la luz pública es famosa la que el año 1721 dio la estampa en latín y en Varsovia el conde de Sapieha, Juan Federico, y que traducido al castellano, lleva por título:<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Monumentos de antigüedad marianas en la imagen antiquísima, vulgarmente llamada gregoriana, pintada por San Agustín Romano, de la Inmaculada Virgen Madre de Dios de Guadalupe de Koden</em>.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El Zar Alejandro II de Rusia confiscó en 1863 la basílica donde se le daba culto. La imagen fue llevada al templo de Czestochowa, cerca de Varsovia, donde estuvo oculta hasta 1926, en que el obispo de Podiaquia la devolvió a Koden, que la recibió jubilosamente el 4 de septiembre de 1927.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Actualmente regentan su templo los oblatos de María Inmaculada.</b></div>
<div align="center" class="Estilo42" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>Epílogo</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La Virgen de Guadalupe ya no es lo que era. Es decir; la Virgen por supuesto que no ha cambiado, ni su maternidad misericordiosa sobre los que la invocan. Pero se la invoca mucho menos.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En parte se explica por la persecución y ruina del monasterio el siglo pasado; además porque en este siglo de María es mayor su intervención en la historia, añadiendo a los favores sus mensajes: Medalla Milagrosa, Lourdes (Inmaculada). Fátima (Corazón de María), Méjico (su retrato portentoso)... El pueblo va a Sta. María por estos nuevos caminos, de más contenido espiritual.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Lo importante, desde luego, no es la imagen de la Virgen que veneremos, todas fotografías de una misma Madre. Es natural que cada hijo suyo escoja la que más le guste, lo triste sería que no escogiera ninguna para su casa, su cartera o su cuello.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Sin embargo, no deja de ser también providencial y esperanzador que la advocación de Guadalupe (Río oculto, Río de gracias que hemos de descubrir), después de presidir la formación de un imperio, el más extenso y cristiano, reviva prodigiosamente en la Nueva España, con la promesa de su protección maternal, protección que, pues todo se puede esperar de tal Reina, confiemos se extienda a un nuevo reino suyo y de su Hijo, unificando en sus Corazones las tierras y los hombres que con nuevo fervor la aclamen por Reina de la Hispanidad, a la mayor gloria de Dios y de Sta. María.</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La fiesta de Ntra. Sra. de Guadalupe de Extremadura, se celebra el 6 de septiembre. La más completa y reciente obra sobre Guadalupe, 600 págs. con numerosas fotografías y láminas en color: <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Guadalupe, historia, devoción, arte</em>. Sebastián García, O.F.M., y Felipe Trenado, O.F.M. Sevilla 1578 (Editorial Católica, Conde de Barajjas, 21. Sevilla).</b></div>
<div align="center" class="Estilo41" style="background-color: white; color: #900000; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b>*</b></div>
<div align="justify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Temas Relacionados:</b></div>
<ul style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; list-style-image: url("images/bullet.png"); margin: 0px; padding: 0px 0px 20px 35px; text-align: -webkit-center;">
<li style="margin: 0px; padding: 3px 0px;"><div align="left" style="margin: 0px; padding: 0px;">
<b><a data-ctorig="http://www.catolicosalerta.com.ar/revista-roma/75guadalupe.html" data-cturl="https://www.google.com/url?q=http://www.catolicosalerta.com.ar/revista-roma/75guadalupe.html&sa=U&ved=0ahUKEwjS68qxiNTJAhUBHR4KHbqTDrsQFggGMAE&client=internal-uds-cse&usg=AFQjCNGhe9NclMhKoM60rJAClN2s0R9WOA" dir="ltr" href="https://www.google.com/url?q=http://www.catolicosalerta.com.ar/revista-roma/75guadalupe.html&sa=U&ved=0ahUKEwjS68qxiNTJAhUBHR4KHbqTDrsQFggGMAE&client=internal-uds-cse&usg=AFQjCNGhe9NclMhKoM60rJAClN2s0R9WOA" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;" target="_blank">EL MILAGRO DE LA VIRGEN DE GUADALUPE</a> -<em style="margin: 0px; padding: 0px;"> Torcuato Luca de Tena (Republicación)</em></b></div>
</li>
<li style="margin: 0px; padding: 3px 0px;"><div align="left" style="margin: 0px; padding: 0px;">
<b><a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/revista-roma/45guadalupe-12-oct.html" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;">NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE Y EL 12 DE OCTUBRE</a> - J. A. Jorge J. Viana Santa Cruz <em style="margin: 0px; padding: 0px;">(Republicación)</em></b></div>
</li>
<li style="margin: 0px; padding: 3px 0px;"><div align="left" style="margin: 0px; padding: 0px;">
<b><a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/sma-virgen-atentado.html" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;">EL ATENTADO CONTRA LA IMAGEN ORIGINAL DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE EN 1921</a> <em style="margin: 0px; padding: 0px;">(Republicación)</em></b></div>
</li>
<li style="margin: 0px; padding: 3px 0px;"><div align="left" style="margin: 0px; padding: 0px;">
<a href="http://www.catolicosalerta.com.ar/ecumenismo/basilica-guadalupe.html" style="color: #cc3300; margin: 0px; padding: 0px;"><b>ENCUENTRO ECUMÉNICO EN LA BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE</b></a></div>
</li>
</ul>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-32215316093035861712017-12-16T14:57:00.000-08:002017-12-16T14:57:34.696-08:00<i><span style="font-size: x-small;">Lunes, 11 de Diciembre. 2017</span></i><div>
<b><span style="color: red; font-size: large;">SAN DAMASO, PAPA</span></b></div>
<div>
Vida de los Santos de A. Butler.</div>
<div>
<div align="center" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: -webkit-center;">
<b><img alt="SAN DÁMASO, PAPA - Vidas de los Santos de A. Butler" height="550" longdesc="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/SAN%20D%C3%81MASO,%20PAPA%20-%20Vidas%20de%20los%20Santos%20de%20A.%20Butler" src="http://www.catolicosalerta.com.ar/santoral/imagenes/12-11damaso.jpg" style="margin: 0px; padding: 0px;" width="304" /></b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(384 p.c.) El <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Líber Pontíficalis</em> afirma que San Dámaso era español. Tal vez era de origen español, pero, según parece, nació en Roma, donde su padre era sacerdote. San Dámaso, que no se casó nunca, llegó a ser diácono de la iglesia de su padre. Cuando murió el Papa Liberio en 366, Dámaso fue elegido obispo de Roma, a los sesenta años de edad, aproximadamente. Su elección estuvo lejos de ser unánime, ya que una minoría eligió a otro diácono llamado Ursino o Ursicinio y defendió su candidatura con gran vehemencia. Según parece, el poder civil sostuvo a Dámaso con no menor apasionamiento (Butler afirma que empleó "procedimientos bárbaros"); pero Rufino, contemporáneo de San Dámaso, demuestra que éste no tuvo nada que ver en ello. Los partidarios del antipapa no se calmaron del todo; en efecto, el año 378, San Dámaso fue acusado por ellos de incontinencia y tuvo que justificarse ante el emperador Graciano y ante un sínodo romano.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El historiador pagano Amiano Marcelino afirma que el modo de vida de los prelados romanos constituía una tentación para los ambiciosos y dice que hubiesen hecho bien en imitar la sencillez del clero de las provincias. Es indudable que, en tiempos de San Dámaso, se procedía con cierta pompa en la corte pontificia, pues, según cuenta San Jerónimo, un pagano llamado Pretextato, que era senador romano, dijo al santo: "Si me haces obispo de Roma, me convertiré mañana mismo al cristianismo." Esta observación de un pagano prueba cuan necesaria es la moderación a quienes desean dar testimonio del espíritu evangélico. Como quiera que sea, esta crítica no se aplica a San Dámaso, ya que San Jerónimo, que fue su secretario y le conocía bien, ataca severamente el lujo de ciertos prelados en Roma y no habría dejado de mencionar al Papa si le hubiese creído culpable de la misma falta. Lo cierto es que las críticas de San Jerónimo eran tan justificadas que, el año 370, Valentiniano prohibió a los miembros del clero que indujesen a las viudas y huérfanos a que les hiciesen regalos o les dejasen legados. San Dámaso aplicó estrictamente ese decreto.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>El santo Pontífice tuvo que combatir varias herejías. Pero el año 380, Teodosio I en el oriente y Graciano en el occidente proclamaron que el cristianismo, tal como lo practicaban los obispos de Roma y Alejandría, era la religión del Imperio. Además, Graciano, atendiendo a la petición de los senadores cristianos apoyados por San Dámaso, suprimió el altar de la Victoria en el senado y renunció al. título de Pontífice Máximo. Al año siguiente, se reunió el segundo Concilio Ecuménico (primero de Constantinopla) y el Papa envió representantes. Pero de todos los actos de San Dámaso, el más benéfico y cuya influencia se deja sentir todavía en nuestros días, fue el haber patrocinado los estudios bíblicos de San Jerónimo, que culminaron con la traducción conocida con el nombre de "Vulgata". San Jerónimo cuenta que San Dámaso era versado en las Escrituras, "un doctor virgen de una Iglesia virgen". Teodoreto dice que "fue ilustre por la santidad de su vida y estaba siempre pronto a predicar y a hacer cualquier cosa en defensa de la doctrina apostólica".</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>También se recuerda a San Dámaso por su solicitud hacia las reliquias y sepulcros de los mártires. A él se debieron el descubrimiento y el ornato de varias catacumbas, y tanto el cristiano piadoso como el historiador y el arqueólogo le admiran por las inscripciones que mandó poner en ellas. Se conservan muchas de esas inscripciones y epigramas, ya sea en el original, ya sea en reproducciones. Una de las más famosas es la que nos dice cuanto sabemos sobre San Tarsicio. San Dámaso murió el 11 de diciembre de 384, cuando contaba unos ochenta años. El mandó poner en la "cripta pontificia" del cementerio de San Calixto un epitafio genérico, que termina así: "Yo, Dámaso, hubiese querido ser sepultado aquí; pero tuve miedo de ofender a las cenizas de los santos."</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>Así pues, fue sepultado, junto con su madre y su hermana, en una iglesia que él mismo había construido en la Vía Ardeatina. Uno de los epitafios que se conservan, es precisamente el que San Dámaso escribió para su propia tumba; en él hace un acto de fe en la resurrección de Cristo y en la suya propia: "El que anduvo sobre las aguas y calmó la tempestad, el que da vida a las semillas de la tierra, el que rompió las cadenas de la muerte y, al cabo de tres días de oscuridad, fue capaz de hacer volver al mundo superior al hermano de Marta: El mismo hará que Dámaso resucite del polvo."</b></div>
<div align="justify" class="content Estilo64" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>No hay ninguna biografía propiamente dicha de San Dámaso entre las obras antiguas; lo más digno de mención es el artículo del Liber Pontificalis (véase la edición de Duchesne, vol. I, pp. 212 ss., prefacio y notas). La principal fuente sobre el santo es su correspondencia, así como los epitafios que compuso y las escasas alusiones a él que se encuentran en las obras de historia eclesiástica y secular. El prólogo del<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Libellus Precum</em> (Migne, PL., vol. XIII, cc. 83-107) es una maliciosa sátira compuesta por los enemigos de San Dámaso. La edición más conocida de los epitafios es la de Ihm (1895); pero véase también E. Schafer, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Die Bedeutung der Epigramme des Papstes Damasus fiir die Geschichte der Heiligenverehrung</em> (1932). Entre las contribuciones más importantes al estudio de San Dámaso, hay que mencionar las obras de M. Rade,<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Damasus Bicshof von Rom</em> (1882); J. Wittin, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Papst Damaus I</em> (1912); O. Marucchi, // Pontificato del Papa Dámaso (1905); y J. Vives, Damasiana, en la colección<em style="margin: 0px; padding: 0px;">Gesammelte Aufsatze zur Kulturgeschichte Spaniens</em> (1928). Véase también Duchesne, <em style="margin: 0px; padding: 0px;">History of the Early Church</em> (1912), vol. II, y el artículo de DAC, vol. IV, cc. 145-197, en el que hay una bibliografía muy amplia. En CMH. (pp. 643-644) hay referencias muy útiles, particularmente por lo que toca al sitio de la sepultura de este Pontífice. Existe una excelente edición reciente de los epigramas, hecha por el P. Antonio Ferrua, titulada <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Epigrammata Damasiana</em> (1942).</b></div>
</div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6993520519054226558.post-30527761234738110802017-12-16T14:52:00.001-08:002017-12-16T14:52:44.092-08:00<i><span style="font-size: x-small;">Domingo, 10 de Diciembre. 2017</span></i><br />
<span style="color: red; font-size: large;"><b>SAN MILCIADES, PAPA Y MARTIR.</b></span><br />
Vida de los Santos de A. Butler.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2K2zMeaioT5P5sn9afAOnheGlwBj_ASbagVnUGHqWZiOmSiCNtncr88FGgONTSlVQrDaFc1hYmn1HSrkPEJ4busp6aeZrnYceBDTaiAFZDuXsFkDAh4xXFPc152mY-XSO5u_JtMrqJes/s1600/12-10melquiades.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="333" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2K2zMeaioT5P5sn9afAOnheGlwBj_ASbagVnUGHqWZiOmSiCNtncr88FGgONTSlVQrDaFc1hYmn1HSrkPEJ4busp6aeZrnYceBDTaiAFZDuXsFkDAh4xXFPc152mY-XSO5u_JtMrqJes/s640/12-10melquiades.jpg" width="426" /></a></div>
<b><br /></b>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>(314 p.c.) Sabemos muy poco sobre San Milcíades o Melquíades. La historia le recuerda sobre todo porque en su época terminó la era de las persecuciones y el emperador Constantino dio la paz a la Iglesia. Milcíades era originario de África, según se dice. Fue elegido para ocupar la cátedra pontificia el 2 de julio, probablemente el año 311. Después de la batalla de Puente Milvio, en la que Constantino derrotó a Majencio el 28 de octubre de 312, el victorioso emperador se dirigió a Roma. A principios del año 313, proclamó el edicto de tolerancia del cristianismo (y de todas las otras religiones) en el Imperio. Más tarde, concedió otros privilegios a la Iglesia y suprimió las condiciones de incapacidad legal que pesaban sobre los cristianos. Los cristianos que se hallaban en las prisiones y en las minas, fueron puestos en libertad. Celebraron la victoria de Cristo con himnos de alabanza a Dios y oraban noche y día para que aquella paz, que venía a poner término a diez años de violenta persecución, fuese durable.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>La alegría de la Iglesia se vio ensombrecida por los primeros brotes del cisma donatista en África. La ocasión fue la elección de Ceciliano como obispo de Cartago, ya que los donatistas pretendían que su consagración era inválida, porque durante la persecución, Ceciliano había entregado los libros sagrados. (Los donatistas sostenían erróneamente que los sacramentos administrados por un ministro indigno son inválidos y que los pecadores no pueden ser miembros de la Iglesia.) A petición de Constantino, el Papa reunió un sínodo de obispos italianos y galos en Roma. Los obispos dictaminaron que la elección y consagración de Ceciliano habían sido válidas. San Agustín refiriéndose a la moderación con que procedió san Milcíades en ese asunto, le califica de hombre excelente, verdadero hijo de la paz y padre de los cristianos. La liturgia venera a este Pontífice como mártir, ya que, según dice el Martirologio Romano, sufrió mucho durante la persecución de Maximiano (antes de su elección al pontificado).</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>San Milcíades comprendió que la paz ofrecía a la Iglesia una gran oportunidad para convertir a los paganos y se regocijó de ese triunfo de la cruz de Cristo. Desgraciadamente, la prosperidad material introdujo en muchos casos en la Iglesia el espíritu mundano. La queja de Isaías hubiera podido repetirse con razón: "Has multiplicado la nación, pero no has aumentado su gozo." La persecución había mantenido vivo el verdadero espíritu religioso en los primeros tiempos de la Iglesia. En cambio, la prosperidad corrompió muchos corazones, por más que abundaban los ejemplos de la más alta santidad y era fácil encontrar ayuda en todas partes. Los honores temporales y la seguridad hicieron que el espíritu mundano fuese ganando terreno en muchos otros cristianos, que llegaron a convencerse de que podían servir al mismo tiempo a Dios y a Mamón. Los bienes materiales y la prosperidad son una bendición, pero también constituyen un peligro.</b></div>
<div align="justify" class="content" style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 1.7em; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
<b>En el <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Líber Pontificalis</em> hay un corto artículo sobre San Milcíades; pero hay en él muy pocos datos fidedignos. En la <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Hist. Eccles</em>. de Eusebio hay una carta de Constantino a San Milcíades y dos cartas relacionadas con el asunto de Ceciliano; pero la cuestión del cisma donatista pertenece más bien a la historia general. A este propósito recomendamos las páginas de Palanque, en el vol. III de la <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Histoire de l'Eglise</em> de Fliche y Martin. San Milcíades murió el 10 de enero: cf. CMH., pp. 34 y 428. Se dice que el santo fue sepultado en el cementerio de Calixto; véase sobre este punto a Leclercq, en DAC, vol. XI, cc. 1199-1203. Sobre el sínodo de Roma, cf. E. Caspar, en <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Zeitschrijt für Kirchengeschichte</em>, vol. XLVI (1927), pp. 333-346. Acerca de los problemas de la era constantiniana, véase N. H. Baynes, Constantine the Great and the Christian Church (1929).</b></div>
Misionero del Santísimo Rosariohttp://www.blogger.com/profile/03961974912044748641noreply@blogger.com0